La desaparición de la nutrióloga Samara Aurora Arroyo Lemarroy, de la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE-14) del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), ha ocasionado indignación en Veracruz.
Las autoridades de la entidad federativa, hasta el momento, no han ofrecido mayores avances sobre el paradero de Arroyo Lemarroy. Desapareció hace seis días en el puerto de Veracruz cuando se trasladaba a su trabajo.
La Universidad Iberoamericana en Puebla, institución donde estudió la nutrióloga, ante la falta de avances en las indagatorias, ha manifestado su solidaridad con la familia de la ex alumna.
Además, divulgó un llamado al gobierno de Veracruz para investigar “de forma inmediata, efectiva y sin dilación” la desaparición.
De acuerdo con La Jornada, la comunidad médica del UMAE-14 del IMSS en el puerto de Veracruz publicó un llamado a las autoridades veracruzanas para impulsar su localización con vida. “Todos esperamos que se encuentre sana, a salvo y vuelva a su hogar”, dijeron.
El hashtag #SamRegresaACasa comenzó a ser publicado por familiares y amigos de Arroyo Lemarroy a través de redes sociales. Además, compartieron un video pidiendo que aparezca “lo más pronto posible”.
Miembros del club rotarios de Xalapa y Coatepec ofrecieron una conferencia de prensa en la capital de la entidad federativa este martes. Solicitaron a la ciudadanía solidarizarse “con la familia, Samara es una hija, una hermana, una prima, ayer fueron otras hoy es Samara, le pedimos a la sociedad que nos ayude”.
“Si alguien sabe algo, si alguien vio algo, lo único que deseamos es que Samara regrese a casa sana y salva, y hacemos un llamado a las personas que la pudieran tener que regresen a Sam, no vamos a perseguir a nadie, no es nuestro papel”, dijeron, según el medio.
Elementos de seguridad detuvieron este lunes a un sujeto identificado como William “N” en el municipio de Actopan: conducía la camioneta marca Nissan, tipo Kicks, que era propiedad de la nutrióloga de 29 años de edad. El vehículo contaba con un reporte de robo.
Desde 1990 hasta 2019 se registraron en México más de 56,000 defunciones de mujeres con presunción de homicidio, mientras que el uso de armas de fuego para cometer los crímenes ha ido en aumento, de acuerdo a un informe presentado este jueves por varios organismos.
“En 2019, el 57% de las defunciones con presunción de homicidio fueron con arma fuego. Y en el primer semestre de 2020 el porcentaje asciende a 73%”, dijo Belén Sanz, representante en México de ONU Mujeres, en la presentación del estudio “La Violencia Feminicida en México: Aproximaciones y Tendencias”.
Este informe fue realizado por ONU Mujeres México junto con el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) y la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim), y deriva de trabajos anteriores realizados con el mismo objetivo.
Según Sanz, fue en 2007 cuando inició el mayor incremento de violencia en el país hacia las mujeres. Desde ese año y hasta 2019 fueron 33,501 quienes perdieron la vida por homicidio, de acuerdo a datos oficiales y certificados de defunción.
La experta consideró que los datos mencionados anteriormente y el resto que recoge el informe tienen gran importancia para las autoridades a la hora de plantear las estrategias de política pública.
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