Agentes de la policía capitalina detuvieron a tres sujetos que pretendían robar ocho piezas cortadas al monumento de bronce de Cuauhtémoc, localizado en Paseo de la Reforma de la Ciudad de México.
Los hombres de 26, 35 y 48 años de edad cortaron las patas y parte de un jaguar de la estatua erigida en honor del último emperador mexica. En total, los sujetos lograron obtener ocho piezas luego de, presuntamente, trozarlas con segueta.
“Oficiales que realizaban un recorrido de vigilancia y seguridad en calles de la colonia Juárez fueron requeridos por una persona que les indicó que detrás de la valla que rodea el monumento a Cuauhtémoc, se encontraban varios sujetos que cortaban y sustraían piezas del lugar”, comunicó la Secretaría de Seguridad capitalina.
Tras ser alertados, los uniformados se acercaron al punto y realizaron el arresto de los sujetos. Mediante una revisión preventiva, les fueron localizadas dos seguetas usadas para cortar las esculturas de cobre.
“Luego de un recorrido en las inmediaciones del monumento, los policías de la SSC recuperaron las ocho piezas que hacían falta a las esculturas, las cuales, al parecer, serían robadas por los sujetos detenidos”, añadió el reporte.
Por estos hechos, los tres hombres fueron trasladados ante el agente del Ministerio Público, quien determinará sus situación jurídica y realizará las investigaciones correspondientes.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia, el monumento a Cuauhtémoc es obra de Francisco M. Jiménez (peana) y Miguel Noreña (estatua).
“Se inauguró en el año de 1887 y está ubicado en el cruce de la Avenida de los Insurgentes y Paseo de la Reforma. Es una muestra del neoindigenismo o del indigenismo académico altamente promovido por el gobierno de Porfirio Díaz”, añade la descripción.
La base de la escultura, que forma una pirámide dividida en tres secciones, combina motivos clásicos con geométricos precolombinos inspirados en Mitla, Uxmal y Palenque, según detalla el Museo Amparo. En la plataforma hay animales como el jaguar y la serpiente, relacionados con las antiguas cosmogonías.
Según registros de prensa, los materiales con que está construido el monumento son piedra volcánica, cantera, mármol y bronce. Por las cuatro escalinatas flanquean ocho jaguares construidas en bronce por el escultor Epitafio Calvo, estas figuras se encuentran ataviadas con joyas de reminiscencia prehispánica.
Sobre el “Zócalo” está el monumento de base 6.20 metros por 6.20 metros y 11.75 metros de altura. El peso calculado de esta parte es de 350 toneladas; en la cúspide se localiza la escultura de Cuauhtémoc, igual de bronce, cuya altura es de 4.97 metros y pesa 4,200 kilos. De la base a la última pieza, el alto total es de 16.72 metros.
Mientras que a los lados hay dos placas de bronce montadas en bajorrelieve. De frente, en el lado derecho está la ’'Entrevista de Cuauhtémoc prisionero con Cortés” de Miguel Noreña. Del lado izquierdo ’'El tormento de Cuauhtémoc” del escultor Gabriel Guerra y fundidas por Jesús Contreras.
También tiene cuatro tableros de mármol, en donde fueron inscritos los nombres de Cuitláhuac, Cacama, Tetlepanquetzal y Coanacoch, compañeros de lucha del gobernante mexica. Las armas exhibidas en los nichos laterales corresponden a las órdenes militares de los guerreros águila y jaguar.
Pese a estar resguardada por vallas metálicas, los tres sujetos accedieron a ella y lograron mutilar las piezas, posiblemente, para su venta por kilo.
De acuerdo con una ficha de la Secretaría de Cultura, Cuauhtémoc era un joven de entre 18 y 25 años de edad, tenía experiencia en el combate militar y formaba parte de la llamada realeza mexica, al ser hijo del tlatoani Ahuízotl. Fue investido tras la muerte de Cuitláhuac y la caída de Moctezuma Xocoyotzin.
Hizo frente a las ambiciones de Hernán Cortés por conquistar Tenochtitlan, sin embargo, el conquistador español recurrió a los tlaxcaltecas y volvió para sitiar la ciudad tras su derrota en la llamada Noche Triste. Finalmente logró la rendición del imperio el 13 de agosto de 1521.
Cuauhtémoc fue capturado y sometido a tormento para que confesara la ubicación del oro que los españoles pretendían saquear cargado en canoas, pero arrebatadas en la Noche Triste.
Le quemaron los pies para obligarlo a confesar, pero no cedió. En los años posteriores, vivió como prisionero hasta que Cortés mandó a colgarlo de un un árbol de pochote el 28 de febrero de 1525.
Pues circulaba la versión de un presunto levantamiento orquestado por Cuauhtémoc para desterrar a los colonizadores. Mientras se encontraba de expedición en Honduras, Hernán Cortés ordenó el asesinato de quien representaba una figura de autoridad entre los mexicas.
“El águila que descendió, significado de Cuauhtémoc, se convirtió en una figura heroica en nuestro país y su nombre en sinónimo de valentía. Cuauhtémoc, símbolo de serenidad, sacrificio y la lucha incansable”, refiere la biografía del gobierno.
De acuerdo con la Ley de Monumentos, estos pertenecen a la Nación, no pueden venderse y su carácter es imprescriptible. Según el Artículo 52: al que por cualquier medio dañe, altere o destruya un monumento arqueológico, artístico o histórico, se le impondrá prisión de tres a diez años y multa hasta por el valor del daño causado.
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