Este lunes, la Guardia Nacional (GN) de México aseguró un inmueble donde se vendía combustible: los despachos no contaban con medidas de seguridad y, además, era presuntamente robado. El domicilio se registró en la carretera Querétaro-San Luis Potosí.
El hallazgo fue ubicado en Santa María del Río, San Luis Potosí. Agentes en una patrulla de la Guardia Nacional observaron diversos bidones alineados afuera del establecimiento, a solamente unos metros de la carretera.
Al momento de acercarse al lugar, dos sujetos que atendían el inmueble escaparon a pie hacia la maleza. Los uniformados no pudieron darles alcance.
En el lugar se registraron 17 bidones de entre 10 a 40 litros de capacidad, de acuerdo con La Jornada: un total de 500 litros de hidrocarburos cuyo origen legal no se pudo comprobar.
La Guardia Nacional acordonó y aseguró el inmueble, además de poner los bienes asegurados a disposición de la Fiscalía General de la República para iniciar la carpeta de investigación correspondiente.
El pasado 23 de diciembre, agentes del Ejército y de la GN aseguraron una toma clandestina de combustible que estaba oculta debajo de un túnel, cuya longitud era de 205 metros, ubicado en un sembradío de nopal en el Estado de México.
En coordinación con la Subdirección de Salvaguardia Estratégica de Petróleos Mexicanos (Pemex), las fuerzas federales realizaron labores de reconocimiento terrestre en el poblado de Cuautlacingo, municipio de Otumba en la entidad mexiquense.
“Los hechos ocurrieron al notar una baja de presión en el kilómetro 1256+500 del ducto Tuxpan-Azcapotzalco por parte del sistema de monitoreo de PEMEX, por lo que inmediatamente se procedió con la supervisión del área, localizando una toma de donde se extraía el combustible”, explicó la Secretaría de la Defensa Nacional en un comunicado este 22 de diciembre.
De acuerdo con el reporte de la institución armada, la toma de huachicol, como también se conoce, era a través de una manguera reforzada, la cual medía 205 metros y ésta, a su vez, corría debajo de un túnel de 50 centímetros de ancho por un metro y medio de alto.
El pasadizo estaba reforzado por una estructura de madera que desembocaba en un predio abandonado. En este sitio, presumiblemente, se extraía y almacenaba el combustible robado.
La toma clandestina fue inhabilitada por personal del sector de ductos especialistas de Pemex.
Desde que comenzó la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, el combate al robo de combustible ha sido uno de sus principales intereses, de ahí que designó la tarea al Ejército y la Guardia Nacional. Los castrenses también custodian la circulación de pipas y planean rutas de distribución que surten a terminales de abastecimiento para las gasolinerías.
Como resultado, los grupos dedicados al robo de combustible, o huachicoleo, han tenido que reinventar sus métodos de ordeña, por lo cual acuden a obras de ingeniería improvisada para sofisticar el robo de hidrocarburo desde los ductos.
Desde el 1 de diciembre de 2018 al 26 de noviembre de este 2020, las autoridades reportaron que siete estados concentran el 72.51% de las carpetas de investigación por robo de hidrocarburo.
Destaca Hidalgo como el más alto en este delito con 2,874 averiguaciones; luego sigue Puebla con 2,382 carpetas; después está el Estado de México con 2,344 casos; en cuarto lugar se ubica Veracruz con 1,795; en quinto sitio sobresale Guanajuato con 1,163 carpetas; en sexta posición Tabasco con 1,010; y de la lista se incluye a Nuevo León en séptimo puesto al acumular 689 carpetas en casi dos años.
Apenas este 20 de diciembre, un día antes del hallazgo en Otumba, fue reportado que las fuerzas federales recuperaron 49 mil 813 litros de combustible robado en los estados de Puebla, Nuevo León, Querétaro y Sinaloa.
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