Los últimos días las facciones rivales del Cártel del Golfo han protagonizado enfrentamientos en la ciudad fronteriza Reynosa, Tamaulipas, donde se ha alertado sobre tiroteos y bloqueos de calles. En muchos de ellos, las autoridades estatales son las primeras en responder, mientras que la Guardia Nacional (GN) y el ejército, específicamente encargados, han demostrado un patrón de llegada solo hasta que terminan los tiroteos.
Desde hace varias semanas, los residentes de la parte este de la ciudad han documentado enfrentamientos en las redes sociales. Analistas en seguridad creen que una facción de Matamoros (Escorpiones o Ciclones) intenta arrebatarle el territorio a una facción de Reynosa, conocida como Los Metros.
Las continuas incursiones afectaron en gran medida las áreas cercanas a las plantas de fabricación y al Puente Internacional Reynosa-Pharr, según el sitio Breitbart Texas.
Al amanecer del domingo 27, periodistas, ciudadanos y medios de comunicación locales informaron sobre un gran tiroteo que duró más de una hora.
Los reportes de estruendos comenzaron a circular en redes sociales poco antes de las 7:00 horas por lo que se pedía a los ciudadanos mantenerse en resguardo pues grupos delictivos se encontraron inicialmente en las colonias Los Almendros y Balcones de Alcalá.
También se informó que civiles armados a bordo de varios vehículos se perseguían por las principales calles de estos sectores. Incluso hubo reportes de que comenzaron a bloquear las calles con unidades de carga pesada así como con vehículos que estaban robando a los conductores que circulaban por el área.
Para frenar el paso de las fuerzas federales a las avenidas en conflicto, los sicarios recurrieron a reste tipo de bloqueos, utilizando un total de 22 automotores, de acuerdo con medios locales.
Según El Universal, la balacera llegó a las colonias Villas de Imaq, La Joya, Villas de La Joya, Villa Esmeralda, Villa Diamante, Praderas de Elite, Riveras del Carmen y Las Palmas.
Los presuntos sicarios, al verse copados por las fuerzas estatales, llegaron a la salida a San Fernando, así como a Río Bravo, lo que alertó a los ciudadanos ya que en las principales arterias, se lanzaron poncha llantas para ayudar a los delincuentes a escapar de las fuerzas armadas.
Sin embargo, el domingo por la noche el gobierno de Tamaulipas recurrió a las redes sociales alegando que tales tiroteos nunca ocurrieron. La negación es conflictiva, ya que los funcionarios estatales reconocen regularmente los enfrentamientos entre cárteles. Pero esta vez, las autoridades afirmaron que no hubo informes, imágenes de video oficiales o declaraciones policiales sobre el episodio.
De acuerdo con su reporte, personal de la Sedena y Guardia Nacional acudieron al lugar de los hechos sin que se encontrara evidencia.
El día de Navidad, dos policías resultaron heridos en enfrentamientos separados, informó El Manana de Reynosa. En esos dos tiroteos, hombres armados del cártel realizaron emboscadas.
El Cártel del Golfo, que durante décadas controló la llamada frontera chica entre Tamaulipas y EE UU, quedó muy debilitado desde la ruptura en enero de 2010 de su brazo armado, Los Zetas, un grupo criminal fundado por militares desertores que poco después creó su propio cartel. Desde entonces, el sanguinario enfrentamiento entre los dos grupos por el control del territorio ha sido constante.
El Cártel de Golfo ha estado lidiando con una serie de guerras territoriales internas, que han dividido a la organización criminal en facciones rivales. Éstas batallas han dañado los recursos financieros de las células de la organización criminal que, junto con las pérdidas económicas causadas por el nuevo coronavirus, han causado un problema de flujo de efectivo.
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