El 24 de diciembre es una fecha especial celebrada en todo el mundo. Sin embargo, este año es distinto a los anteriores, pues la pandemia de COVID-19 ha arrebatado millones de vidas.
En México, la situación no es distinta. De acuerdo con la información proporcionada por la Secretaría de Salud (SSa), hasta este jueves se registraron 1,362,564 casos positivos y 121,172 muertes por coronavirus.
En tanto, se contabilizaron 1,690,403 contagios negativos, 50,281 sospechosos con posibilidad de resultado y 3,452,803 personas estudiadas desde que comenzó la epidemia en el país.
Las autoridades sanitarias aseguran que se trata de un rebrote de contagios derivado de la temporada invernal, situación que ha impactado directamente en las camas disponibles para atender a pacientes infectados con el virus SARS-CoV-2.
Al concluir la Jornada Nacional de Sana Distancia, el gobierno de México implementó el semáforo epidemiológico de coronavirus, una herramienta para dar respuesta a la emergencia sanitaria.
Los colores rojo, naranja, amarillo y verde, señalan el nivel de riesgo de contagio presente en la entidad, situación que los gobiernos estatales deciden con base en sus indicadores.
Durante estas últimas semanas, los gobernadores del Estado de México, Morelos, Guanajuato, Ciudad de México y Baja California establecieron semáforo rojo por coronavirus en sus territorios. Esta disposición supone el cierre de las actividades no esenciales, dejando funcionar únicamente los sectores salud, de construcción y los necesarios para el funcionamiento de la economía.
El pasado viernes 18 de diciembre, Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno de la Ciudad de México, y Alfredo del Mazo, gobernador del Edomex, anunciaron que sus entidades regresarían al nivel de riesgo máximo por coronavirus.
El incremento en la ocupación hospitalaria en la capital del país, y su consecuente expansión a la zona conurbada, prendió focos de alerta en dicha zona.
En tanto, los estados de Aguascalientes, Hidalgo, Sonora, Zacatecas, Guanajuato y Querétaro presentan una tendencia ascendente en su curva de contagios, lo que significa que si no logran reducir la transmisión viral, estarían en riesgo de regresar al nivel máximo de alerta.
A pesar de que el panorama es complicado, este mismo jueves el gobierno federal comenzó la Jornada Nacional de Vacunación contra coronavirus.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, trasmitió en vivo en su conferencia de prensa desde Palacio Nacional, el momento en el que María Irene Ramírez, jefa de Enfermería en la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital ‘Rubén Leñero’ de la Ciudad de México, recibió la primera dosis en el país.
“La vacuna va a ser gratuita y universal... va a depender solo de la disponibilidad de la vacuna, porque ya contamos con el presupuesto para la adquisición para todas las dosis que se requieren para vacunar a todos los mexicanos”, reiteró López Obrador.
El evento se llevó a cabo en el Hospital General de de México, Dr. Eduardo Liceaga, con la presencia de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum y el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell.
Aunado a esto, se aplicaron otras dos vacunas, una en el estado de Querétaro, en donde María del Rosario Lora López, enfermera especialista del Hospital General Regional No. 2 del IMSS, ‘El Marqués’, fue la receptora.
En el Estado de México se vacunó al doctor Daniel Díaz Domínguez, mayor médico cirujano, jefe de Asistencia Interna del Hospital Militar de zona en Toluca.
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