La impunidad ha despejado el camino para la puesta en libertad de los agresores de Omar García Harfuch, secretario de Seguridad Pública de Ciudad de México, quien sobrevivió a un atentado el pasado 26 de junio.
Al menos 17 personas —de los 19 detenidos— han afrontado desde aquel mes un proceso en prisión, tras haber sido imputados por su probable participación en los delitos de portación de arma de uso exclusivo del Ejército, homicidio y homicidio en grado de tentativa. Sin embargo, hasta la fecha se desconoce la situación penal de los implicados.
Los victimarios —que se encuentran presos en el Reclusorio Sur de la CDMX— cumplirán el próximo de 26 de diciembre seis meses en la cárcel. Este lapso de tiempo fue el otorgado por un juez para presentar una investigación complementaria que determinaría si continúan en prisión u obtienen su libertad.
El 26 de junio de este año, el vehículo en el que viajaba el jefe de la policía fue emboscado en las Lomas de Chapultepec —una de las más exclusivas de la capital— lo que desencadenó una balacera de poco más de cuatro minutos y en la que perdieron la vida dos de los escoltas y una mujer que transitaba por el lugar.
Los criminales, según las investigaciones, un grupo de 28 hombres, atravesaron una camioneta para interceptar el paso a García Harfuch, quien recibió tres impactos de bala en la rodilla, el hombro y la clavícula. El mismo jefe policíaco atribuyó el ataque al Cártel Jalisco Nueva Generación, uno de los más temidos de México.
La fiscalía comunicó que el atentado se organizó mediante cuatro células con siete sicarios cada una. Los delincuentes fueron contratados tres semanas antes del ataque. Minutos después de los hechos, fueron detenidas 17 personas, originarias de Ciudad de México, Guadalajara (Jalisco); Guerrero, Nayarit, Chihuahua, Michoacán y Colombia. Horas más tarde, otros dos sospechosos fueron aprehendidos en una carretera del Edomex.
Todos tenían el encargo de verificar la presencia de las patrullas y de recoger el armamento.
Entre los implicados se encontraba José Armando Briseño, conocido como el “Vaca”. Este hombre es un presunto jefe de sicarios del CJNG y uno de los autores intelectuales del ataque a García Harfuch. Briseño enroló a los pistoleros de la organización criminal y los entrenó para las ejecuciones.
El principal sospechoso del ataque contra el jefe de la policía capitalina adoptó la táctica del narco camaleón. Según los datos de inteligencia, el lugarteniente de Nemesio Oseguera, el “Mencho”, habría bajado al menos 30 kilos y cortado la barba, para encabezar la agresión armada contra García Harfuch, el pasado 26 de junio.
El propósito del cambio físico era adoptar un perfil bajo en la Ciudad de México, ya que el capo se encontraba en la mira de las autoridades jaliscienses.
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