En días recientes, el expresidente Enrique Peña Nieto ha vuelto a la escena pública, y aunque ha sido a través de mensajes de Twitter para lamentar algunos fallecimientos, el nombre del político mexiquense no deja de estar presente.
Hace algunos meses, la imagen del exmandatario priista circuló con fuerza en redes sociales debido a la fotografía que se tomó con su hijo más pequeño, Diego Alejandro Peña Díaz, producto de la relación que tuvo fuera del matrimonio con Maritza Díaz Hernández.
La instantánea de Diego y su papá, fue tomada el pasado 26 de junio por su propia madre, Maritza, para celebrar el cumpleaños número 16 del adolescente que cada día se parece más a su progenitor.
Aunque desde hace algunos años Peña Nieto ya felicitaba a su hijo en redes sociales e incluso publicaba fotos con él, no fue sino en el 2013 que Maritza Díaz le pidió a Peña Nieto que reconociera a su hijo, lo cual ocurrió.
A partir de ese momento, Maritza comenzó a documentar públicamente la relación entre padre e hijo.
Una relación compleja
La historia de amor entre Maritza y Enrique surgió en 2004, cuando el priista llegó a trabajar a la Secretaría de Finanzas del Estado de México, cuando el gobernador era su tío, Arturo Montiel Rojas.
Maritza es licenciada en Administración de Empresas, y se desempeñaba como funcionaria de la Secretaría de Finanzas. Fue así como se conocieron.
Aunque Peña Nieto estaba casado con Mónica Pretelini Sáenz, cortejaba a Maritza. Pese a que en un inicio ella lo rechazaba, un día aceptó salir con él y desde ese momento estuvieron juntos. La relación duró nueve años de forma clandestina.
Producto de esa unión nació Diego, quien no fue reconocido legalmente por el político sino hasta el año 2010, luego de que Maritza lo exigiera públicamente.
A pesar de que en 2007 Peña Nieto enviudó (Mónica Pretellini falleció a causa de una crisis convulsiva de origen epiléptico que le provocó una arritmia cardiaca y un paro cardiorrespiratorio), nunca contrajo matrimonio con Maritza, quien en una entrevista aseguró que a ninguno de los dos les pasó por la cabeza la idea de casarse.
“Nunca, ¿para qué? Yo lo tenía a él, no necesitaba ser la esposa. Ni decir: ´ese es el lugar para mí´. No es algo que nunca me planteé, ni él mencionó”, dijo.
Después del fallecimiento de su esposa y luego de guardar un tiempo de luto, el entonces gobernador del Estado de México se dejó ver con varias mujeres con las que se le ligó sentimentalmente, hasta que conoció a la actriz Angélica Rivera.
El polémico romance y matrimonio con Angélica Rivera
Angélica Rivera, una popular actriz de telenovelas, fue contratada por el gobierno del Estado de México para ser la imagen de la publicidad oficial. Y ahí fue en donde comenzó el romance con Peña Nieto.
Desde ese momento, la pareja fue blanco de las cámaras. Pero algunos periodistas dedicados a la prensa rosa hablaban de que el noviazgo con Angélica Rivera había sido un acuerdo con la empresa Televisa, debido a que Enrique Peña se perfilaba como el candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la presidencia de la República.
El nuevo romance entre Enrique Peña y Angélica, conocida como “La Gaviota” por uno de sus papeles protagónicos en una de las telenovelas de Televisa con más éxito, inundó las revistas, tanto de política como de la farándula y la prensa rosa.
La relación creció y en 2009, durante un viaje a El Vaticano, Peña anunció al Papa Benedicto XVI que él y su novia iban a casarse. El enlace se realizó el 27 de noviembre de 2010 en la Catedral de Toluca, en donde se encuentran los restos de su primera esposa, Mónica Pretelini.
Luego vino la candidatura presidencial y aunque la prensa recordó la corrupción y los excesos del gobierno de Peña Nieto al frente del gobierno del Estado de México, la vida personal de Enrique y Angélica no dejaban de estar presentes en las revistas de sociales y del corazón.
Fue una de estas apariciones, la de Angélica Rivera en su lujosa residencia, la que desató el primer escándalo de corrupción del gobierno de Peña: la Casa Blanca.
El 09 de noviembre de 2014 Aristegui Noticias, Proceso y Sin Embargo publicaron una investigación periodística en la que se reveló la existencia de la llamada Casa Blanca, una residencia ubicada en la calle Sierra Gorda número 50 en la colonia Lomas de Chapultepec y valuada en 86 millones de pesos (7 millones de dólares, USD).
El reportaje desató un escándalo y un sinnúmero de reacciones. El gobierno se vio obligado a dar una explicación la cual llegó a través de la primera dama, Angélica Rivera, lo que también ocasionó un mar de críticas. Días después, el propio presidente salió a ofrecer disculpas.
Fue el inicio de los múltiples casos de corrupción en los que se ha visto envuelta la administración de Enrique Peña Nieto en la presidencia de la República. Después vendrían el saqueo de Pemex, el escandaloso desvío de recursos conocido como La Estafa Maestra, así como otros casos en los que, presuntamente, el ex presidente estaría involucrado.
Pero a medida que se consumía su gobierno, lo mismo pasaba en su matrimonio.
La relación entre Enrique y Angélica comenzó a deteriorarse y las cámaras fueron testigo de ello. En varias ocasiones, en plenos eventos públicos (incluso internacionales), se pudo ver que el matrimonio no marchaba tan bien.
Luego de concluir el gobierno de Enrique Peña Nieto como presidente, en diciembre de 2018 comenzaron los rumores de una separación, lo cual fue confirmado a inicios de 2019, cuando el ex presidente fue descubierto en las calles de Madrid, España, en compañía de la modelo mexicana Tania Ruiz Eichelmann.
El divorcio entre Angélica y Enrique vino unas semanas después. El periodista de espectáculos Gustavo Adolfo Infante reveló que Angélica sí se enamoró de Peña, pero él sólo la utilizó para que hicieran una bonita pareja, pues debía tener una imagen que diera confianza durante su sexenio.
Incluso dijo que el exmandatario era “ojo alegre” y constantemente la engañaba, por lo que ella la pasó muy mal durante sus años de matrimonio.
El amor, el amor
La prensa del corazón ha señalado que Enrique y Tania comenzaron su relación desde 2017, cuando él aún estaba casado con Angélica y era presidente de la República.
Pero todo quedó al descubierto cuando, en febrero de 2019, fue “encontrado” por paparazzis en calles de Madrid, España y luego en una tienda ubicada en esa misma ciudad, con su “nueva conquista”: una rubia modelo, de quien en ese momento se desconocía su nombre.
La aparición del ex presidente con su nueva novia volvió loca a la prensa, que de inmediato se puso a investigar de quién se trataba. Fue entonces que se descubrió que era mexicana, originaria de San Luis Potosí, tenía 31 años y respondía al de nombre Tania Ruiz Eichelmann, integrante de una de las familias más influyentes del país y muy cercana a la familia Del Mazo.
La fotografía se volvió viral y captó los reflectores porque él continuaba casado con “La Gaviota” quien permaneció en silencio.
Una semana después, la protagonista de varias telenovelas anunció que estaba separada de Enrique Peña Nieto y pronto se divorciarían.
Fue entonces que los focos se centraron en la nueva pareja. Peña Nieto no confirmó su noviazgo y Ruiz negaba la relación, aunque sostenía que eran amigos y se estaban conociendo.
En abril de este año, el periodista de Univision, Enrique Acevedo, informó que el ex mandatario acudió a cenar con amigos y su pareja a un restaurante de Miami donde pagó una cuenta de USD 13.000.
La revelación inconformó a más de uno por el costo tan elevado, pero el escándalo fue olvidado cuando surgió la noticia de un embarazo de Tania, lo cual fue desmentido por la modelo.
A principios de mayo de 2019 Peña Nieto anunció que había concretado su divorcio de Angélica Rivera, por lo que días después, Enrique y Tania se dejaron ver en la boda de la hija del abogado Juan Collado, actualmente preso, acusado de lavado de dinero.
Tania Ruiz por fin confirmó su relación con Enrique Peña Nieto con un romántico mensaje en su Instagram stories.
En la fotografía ambos se miran a los ojos y se sonríen mientras se encuentran en la recepción de la boda de Mar Collado y Gonzalo Zabala.
Posteriormente, fueron captados en otra reunión con el también exgobernador del Estado de México y tío de Enrique Peña, Arturo Montiel. Después vinieron los escándalos porque Tania usaba pelucas, los rumores de boda entre el ex presidente y la modelo potosina, entre otros.
A pesar de que este 2020 ha estado marcado por la pandemia del COVID-19 y aunque no viven juntos, el romance entre Tania y Enrique continúa. Peña reside en España, mientras la modelo permanece en México.
Incluso, la modelo enfermó de coronavirus y aunque superó la enfermedad, le dejó secuelas.
Apenas el pasado 13 de diciembre la influencer potosina de estilo de vida promocionó una marca de ropa deportiva, pero también dio a conocer cuáles son las secuelas que dejó la nueva cepa de virus en su organismo.
“Oigan, les quería enseñar esta marca de pants que está padrísima, la tela está deliciosa, vean qué bonitos están, vean el top, la parte de atrás está padrísima. Se ven muy padres puestos”, comentó a manera de saludo para sus 429 mil seguidores.
“He querido ponérmelo para hacer ejercicio, y ¿qué creen? Llevo cuatro meses desde que me dio COVID que no he podido regresar a hacer ejercicio, si alguien era deportista soy yo, y ya no puedo, no sé a quién más le pase lo mismo. Ojalá y pronto ya me recupere al 100 y los pueda estrenar para enseñárselos cómo se ven puestos (...)”, se le oye decir a la mujer de 33 años.
Posteriormente, una seguidora preocupada por su salud le preguntó “¿Por qué, ¿cómo te sientes, agotada todavía? Imagínate y eso que comes y eres súper sana”, a lo que Ruiz contestó en una story subsecuente “No aguanto más de 10 a 15 minutos. Me agoto y no puedo”, señaló la modelo.
¿Estrategia de mercadotecnia?
En septiembre del año pasado, el periodista Alberto Tavira aseguró en Aristegui Noticias que el romance entre Peña y Ruiz era una estrategia de mercadotecnia política para desviar la atención de lo verdaderamente importante: la corrupción e impunidad que reinaron en el sexenio de Peña Nieto.
Dijo que a lo largo de ese año, cada mes se había dado a conocer alguna fotografía o escándalo en torno al ex presidente y su novia. Tavira aseguró que el exmandatario es asesorado por gente experta en la mercadotecnia política para distraer a los medios de comunicación.
“Es un hombre que entiende el poder perfectamente, no está cometiendo un acto equivocado, sino es una estrategia de mercadotecnia para distraer a los medios de comunicación y que se centre en los asuntos del noviazgo y no en todos los asuntos de su presidencia”.
Y alertó que la estrategia estaba funcionando, ya que la prensa nacional está dando espacios, incluso de primera plana, a los escándalos del romance del ex presidente como el de la fotografía donde él aparece disfrazado en Nueva York.
“El objetivo se está cumpliendo por lo que yo invito a que no reduzcamos esta historia de amor en un acto de estupidez, Enrique Peña Nieto tiene todo menos ser estúpido”, dijo el periodista.
Incluso, Alberto Tavira deslizó la posibilidad de que “los paparazzis” que han captado a la pareja en Europa, México y Estados Unidos, forman parte de esta estrategia.
Además, dijo que si se analiza la parte digital, “este tipo de temas se posiciona en las primeras páginas de Google, el principal buscador de información en el mundo, de tal suerte que si ahora se busca ‘Enrique Peña Nieto’, las primeras noticias serán relacionados con el romance de Tania Ruíz”, ejemplificó.
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