Suena música de banda. Corre el tequila. Hay hombres, mujeres y niños. Se escuchan vítores y aplausos. Los asistentes eufóricos no pueden ocultar las lágrimas. Es la posada de los Chapitos, hijos de Joaquín el “Chapo” Guzmán, líderes del Cártel de Sinaloa.
Las imágenes han sido difundidas en redes sociales. En el material se ve también los autos que Los Menores, como son conocidos en Culiacán (Sinaloa), rifarían en la fiesta. Teléfonos móviles, botellas de licor, mesas, sillas de plástico.... su padre, el “Chapo” Guzmán inmortalizado en corridos (canciones en honor a los capos del crimen) como el “jefe” de Sinaloa.
Suena la tambora, el gran bombo que marca el ritmo en las melodías de la música regional mexicana.
“Por redes sociales se detectó una fiesta en la comunidad de San Diego, la @SEDENAmx, @GN_MEXICO_ y PEP de la @sspsinaloa1 acudimos al lugar; exhortamos a la ciudadanía a no realizar este tipo de reuniones y reportar al 911″, publicó Cristóbal Castañeda, secretario de Seguridad de Sinaloa, en Twitter.
La narco fiesta, de cuya existencia se informaron primero las redes sociales, fue disuelta por elementos del Ejército mexicano. Según los reportes, no hubo detenidos, salvo el aseguramiento de los vehículos recién salidos de agencia.
Mientras las imágenes del evento se han hecho virales y han causado indignación al país —que se encuentra en plena pandemia por coronavirus—, la cuestión de fondo sigue siendo el control e influencia que aún ejerce el Cártel de Sinaloa en el país.
La huella del Chapo en Sinaloa
Aunque estará preso el resto de su vida, la familia del Chapo hace diversos esfuerzos por mantener su imagen viva entre la población, inmortalizar la idea del narcotraficante como un benefactor y hasta hacer negocio con la fama del fundador del Cártel de Sinaloa.
Para lograrlo, los familiares y gente que trabaja para el Cártel de Sinaloa han recurrido a diversos objetos y hasta comida para mantener la presencia del Chapo Guzmán en las tierras donde era conocido. La distribución de estos recordatorios del capo de Sinaloa, que escapó en dos ocasiones de prisiones mexicanas, se ha hecho más constante durante la pandemia de coronavirus en México, un momento en el que miles de habitantes atraviesan por apuros económicos que son necesidades aprovechadas por la gente del Cártel para dar supuestos “apoyos”.
Además de los billetes, las supuestas ayudas a la población vulnerable llegan en forma de despensas, tortas y hasta cerveza.
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