En el marco del Día Internacional del Migrante, la organización no gubernamental Save the Children relató para Infobae México la manera en que la pandemia por COVID-19 en el país llegó para agravar la situación de las y los niños migrantes que entran desde la frontera sur con Centroamérica.
Jorge Vidal Arnaud, el Director Nacional de Programas de Save the Children, explicó que “La contingencia definitivamente baja el número de familias que migra, pero genera también que los cambios de la política migratoria”. Con esto se refiere, por un lado, a la paralización de los trámites para solicitar refugio en los Estados Unidos (EEUU), pero también a la necesidad de proveer de servicios de salud a las y los niños migrantes.
En la frontera norte entre México y los EEUU sucede que el llamado Protocolo de Protección de Migrantes (MPP), aprobado entre ambos gobiernos en un contexto de negociaciones del nuevo Tratado de Libre Comercio, no sólo impide la entrada de las y los migrantes al país norteamericano en calidad de refugiados, sino que ahora se encuentra paralizado por la pandemia causada por el virus SARS-CoV-2, dejando a miles de migrantes en la incertidumbre.
El MPP lleva en vigor desde diciembre del 2018. Esta medida, también conocida como “quedarse en México”, obliga a esperar las resoluciones de sus casos en territorio mexicano.
Las listas de espera donde se anotan las personas a la espera de juicios (que son organizadas por las y los mismos migrantes según relata Jorge Vidal) están paralizadas debido a las medidas restrictivas aplicadas por ambos gobiernos a partir de que comenzó la pandemia por COVID-19.
Sin embargo, este no es el único problema que enfrenta la niñez migrante, sino que, además, en su paso por territorio mexicano se exponen a una lista de riesgos que son especialmente graves para las y los menores de edad. “La niñez es más vulnerable a la violencia, al abuso sexual, a la explotación, a ser reclutada por el crimen organizado y forzada a participar en actividades delictivas”, explica la organización.
Aclara, además, que para las niñas y adolescentes el riesgo es aún mayor. Esta ONG explica que la preocupante situación a la que se exponen sólo incrementó sus riesgos con la llegada de la enfermedad mundial, incluso con una menor afluencia de migrantes.
Pese a la reducción de personas que transitan por el territorio mexicano a raíz de la pandemia, Jorge Vidal adelanta que en un futuro cercano veremos un fuerte incremento de movimientos migratorios en dirección a Norteamérica. Esto, en parte, debido a huracanes que han azotado la región centroamericana; especialmente, al país de Honduras.
Para Jorge Vidal es importante entender las razones por las que las y los niños deciden dejar sus hogares. Él relata que ha llegado a escuchar testimonios donde algún menor de edad ha tenido que abandonar su hogar para proteger su vida o la de una hermana, por ejemplo, a causa de la amenaza del crimen organizado en sus países natales.
“De repente tenemos la sensación de que la migración hacia los Estados Unidos se da por gente soñadora que quiere ir a vivir el llamado ‘sueño americano’, que está pensando que va a tener mucho dinero en los EEUU. Pero no vemos que muchos de ellos, y cada vez más, en realidad están dejando sus países buscando [...] un lugar en donde puedan ser acogidos, en donde puedan trabajar, en donde puedan comprometerse con una nueva comunidad.” explica el también psicólogo por la Universidad Anáhuac Mayab, Jorge Vidal.
Agrega que “Muchos de ellos piensan ya quedarse en México también”, sin embargo, también resalta la incapacidad del gobierno mexicano de cumplir las promesas que realizó el presidente Andrés Manuel López Obrador al inicio de su administración. Jorge Vidal cuenta que a la frontera mexicana del Sur han llegado personas diciendo “su presidente dijo que había trabajo para nosotros”.
En un esfuerzo por mejorar las condiciones de la niñez migrante en territorio mexicano, Save the Children plantea una estrategia de cuatro acciones:
Instalar “Espacios Amigables” en los albergues y refugios a los que llegan las y los menores de edad en proceso de migrar, mejorar la salud de las y los niños mediante kits de limpieza individuales y familiares, acciones de incidencia política para promover y defender los derechos de los niños y niñas migrantes y prevenir la migración forzosa (muchas veces provocada por la presencia del crimen organizado) desde sus países de origen.
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