“Macrocriminalidad” y Caro Quintero: las claves de la aterradora violencia en Sonora

El periodista Ricardo Raphael destacó que a dos años de la política de apoyo social y de presencia de la Guardia Nacional y del Ejército, las muertes no disminuyen en Sonora.“Eso quiere decir entonces que el problema es otro”, insistió

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Pese al discurso oficial de que los homicidios dolosos han disminuido, la realidad es que los asesinatos en el país rondan los 3,000 mensuales, cifra que se sitúa muy lejos de la pacificación ofrecida por el presidente Andrés Manuel López Obrador.

El periodista Ricardo Rapahel y el analista Sergio Aguayo, resaltaron en la mesa de análisis que tienen en el espacio radiofónico de Carmen Aristegui, que el número de homicidios es muestra de que “hay algo en la estrategia que no está funcionando” por lo que pusieron como ejemplo el caso de Sonora, entidad en la que justamente se encuentra López Obrador desde el miércoles 16 de diciembre y por la que Alfonso Durazo, quien fue secretario de Seguridad del actual mandatario, busca la gubernatura.

Una de las situaciones que a mí me tiene más sorprendido es cómo ha crecido en el norte, sobre todo en la zona de Caborca la cantidad de muertes… 14 muertos una semana, 12 muertos la otra semana y justamente hoy pensaba.. frente al aniversario de la masacre de Bavispe, lo que encontramos es que Sonora no se ha pacificado, sino al revés. La sangre se ha incrementado, los homicidios se han multiplicado”, advirtió Rapahel.

“Claro, no hablamos de eso porque no se trata de la familia LeBaron, que tuvo la suerte, en su caso, de recibir reflectores internacionales del más alto vuelo. Pero sigue habiendo niños, jovencitos muertos en la misma zona ¿Y esto qué quiere decir? pues que a dos años de una política de transferencia social, de apoyo social y de presencia de la Guardia Nacional y multi presencia del Ejército, las muertes no disminuyen en Sonora. Quiere decir entonces que el problema es otro”, enfatizó.

Imagen de archivo. (Foto: REUTERS/José Luis González)
Imagen de archivo. (Foto: REUTERS/José Luis González)

El periodista destacó que esta violencia en la entidad se debe a los fuertes enfrentamientos entre los distintos grupos del crimen organizado en la entidad y al reubicamiento del narcotraficante Rafael Caro Quintero.

“Y ahí es cuando, si metemos un poco la nariz, nos damos cuenta de que el pleito entre la empresa criminal de La Línea, pertrechada en Chihuahua, el reubicamiento muy importante de Caro Quintero en esa zona, la zona sur controlada por los famosos Paleteros, vinculados a los hijos del Chapo Guzmán, ese caldo de cultivo de esas tres fuerzas o de alianzas, son la razón de la muerte que estamos viendo en Sonora”, aseguró

Recordó que el grupo criminal La Línea (ligado al Cártel de Juárez) fue el responsable de la masacre de tres mujeres y seis niños de la familia LeBaron ocurrida en noviembre de 2019 y aunque hay algunos responsables detenidos, “no se ha desmantelado este contexto de macrocriminalidad que tiene a Sonora como la tiene.. y mira que estoy hablando de una de las 32 entidades que merecería un análisis similar”, insistió.

Este jueves, el secretario de la Defensa Nacional, el General Luis Cresencio Sandoval, aseguró que en torno al brutal asesinato de la familia LeBaron se ha logrado la detención de 17 personas, destacando el presunto autor intelectual de la agresión y están pendientes otros 15 órdenes de aprehensión. El titular del Ejército también destacó la presencia permanente que habrá de los elementos de la Guardia Nacional.

El comunicador destacó el hecho de que apenas se estén llevando a cabo las detenciones de los presuntos responsables de un crimen ocurrido hace un año “el caso LeBaron), mientras la “macrocriminalidad” sigue creciendo en Sonora.

Foto de archivo. (REUTERS/Carlos Jasso)
Foto de archivo. (REUTERS/Carlos Jasso)

“Lo cual me hace poner en duda la eficacia de estas órdenes de aprehensión y del trabajo de inteligencia (de las autoridades).. perdóname que lo diga así y parece una mala broma, pero es una inteligencia muy tonta, que está haciendo historia en lugar de prevenir la violencia que está ocurriendo hoy en día y la que viene”, aseguró Ricardo Raphael.

Por su parte, Sergio Aguayo resaltó que a la familia LeBaron “le fue relativamente bien porque en un año están dando resultados, a las familias de San Fernando (Tamaulipas), la matanza de hace 10 años (de 72 migrantes centroamericanos) siguen sin tener resultados adecuados porque lo que estamos viendo es una política desastrosa hacia las víctimas, porque la política de la 4T está haciendo (es darle) atención a un caso paradigmático: Ayotzinapa.. ahí sí se están centrando y poniendo todos los esfuerzos (...)”, señaló.

“(...) Pero fuera de ello, los grandes ejes estratégicos son un desastre.. y enumero brevemente: para empezar, los organismos públicos de derechos humanos están en una situación de franco desastre”, advirtió.

Destacó el caso de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), actualmente dirigido por Rosario Piedra Ibarra (quien fue denunciada por padres de niños con cáncer ante su inacción por la falta de medicamentos oncológicos) y otros organismos públicos dedicados a la protección de los derechos humanos.

“El panorama de las víctimas en México es desalentador a dos años del gobierno de la República y o bien el presidente entiende lo que está pasando y da un golpe de timón o el país seguirá llenándose de víctimas desatendidas que cada vez tienen que recurrir más a medidas desesperadas para llamar la atención porque son ignoradas y son desatendidas… Y el caso Ayotzinapa, con todo lo ejemplar que sea, no sirve para resolver un país lleno de cruces, de tumbas, de fosas abandonadas, etc”, concluyó.

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