Este miércoles, un juez federal dictó, por su presunta responsabilidad en los delitos de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita, auto de formal prisión contra José Luis Abarca Velázquez, ex presidente municipal de Iguala, Guerrero.
Es la única causa penal que lo mantiene recluso.
El juez Tercero de Distrito de Procesos Penales Federales en el Estado de México, Enrique Vázquez Pérez, después de reponer el procedimiento, se pronunció por tercera vez en el asunto.
Cabe recordar que el Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Penal del Segundo Circuito otorgó un amparo al ex funcionario público hace unas semanas.
Luis Argüellez Meraz, abogado de José Luis Abarca, fue entrevistado por Milenio: afirmó que nuevamente buscarán promover un amparo por violaciones procedimentales. Una vez que sea admitido, solicitarán a la Suprema Corte de Justicia de la Nación atraer el caso.
La audiencia donde se dictó el auto de formal prisión al ex presidente municipal de Iguala, fue llevada a cabo este miércoles en los juzgados de Distrito de la ciudad de Toluca a las 08:30 horas y terminó a las 15:00 horas.
José Luis Abarca Velázquez permanece preso en un penal de máxima seguridad: el Centro Federal de Readaptación Social Número 1 “Altiplano”, en el Estado de México.
El juez ordenó revelar, como parte de la sentencia de amparo, los nombres de testigos colaboradores. Eynar Rodrigo Lozano Mendoza, identificado como X, y Sergio Villarreal Barragán, El Grande, identificado como Mateo, señalaron a Abarca Velázquez de tener una presunta relación cercana con la organización criminal Guerreros Unidos.
El Grande es reconocido como uno de los sicarios más sanguinarios que han operado en México. Después del asesinato del narcotraficante Arturo Beltrán Leyva, El Barbas, fue el segundo en estar al frente del Cártel de los Beltrán Leyva.
Abarca Velázquez fue acusado por la extinta Procuraduría General de la República (PGR) por los presuntos delitos de delincuencia organizada, operaciones con recursos de procedencia ilícita, derivada de su supuesta relación con el grupo delictivo de Guerreros Unidos, el cual estaría vinculado al caso de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, ocurrida entre la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014.
Pero su participación en la desaparición de los estudiantes no cuenta ahora la justicia con pruebas contundentes como para sostener esos cargos.
El periodista Ricardo Raphael, en un artículo titulado “José Luis Abarca, pronto en libertad” publicado en el semanario Proceso, señala que por falta de una investigación eficiente, un personaje como este podría volver a ser libre.
“El curso que han seguido las investigaciones en el caso Ayotzinapa hizo que perdiera solvencia la acusación contra Abarca como autor intelectual de la desaparición de los normalistas”, señala el autor, “los estudiantes habrían secuestrado varios autobuses –como hacían todos los años– para acudir a la marcha del 2 de octubre en la Ciudad de México. Todo indica que alguno de esos vehículos estaba cargado con droga y por esa razón fue que habrían sufrido la agresión”, explicó.
“En consecuencia no hay certidumbre de que José Luis Abarca hubiese ordenado un ataque contra los jóvenes por motivos políticos. No obstante, en octubre de 2014 Murillo Karam apresuró conclusiones al señalar al edil como responsable intelectual de aquella tragedia”, indicó Raphael.
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