El empresario mexicano Ricardo Salinas Pliego volvió a alzar la voz en su cuenta de Twitter para protestar en contra de las medidas restrictivas por la emergencia de COVID-19 que atraviesa el país.
En una serie de tuits, el director de Grupo Salinas y Grupo Elektra argumentó que las medidas de salud pública enfocadas en restringir la circulación, particularmente la aplicación de horarios de cierre para negocios, porque “pisotean los derechos y libertades”.
“Después de más de 9 MESES de emergencia sanitaria y ‘cuarentena’, es obvio que la visión del grupo del miedo está equivocada. Simplemente, NO se ajusta a la realidad”, escribió citando una canción del compositor norirlandés Van Morrison.
En agosto, el artista redactó un comunicado donde pedía “salvar la música en vivo”. En los cuatro párrafos de su posicionamiento, Morrison dijo que los conciertos a distancia no eran “económicamente viables” y pidió a las autoridades del mundo de la música que alzaran la voz “para combatir a la pseudociencia” y apoyar a la industria del entretenimiento en vivo.
Luego de eso, lanzó tres canciones anti confinamiento que, de forma cada vez más explícita, rechazan la estrategia de distanciamiento social para evitar la transmisión del coronavirus. Las canciones se llaman “Born to Be Free” (Nací para ser libre), “As I Walked Out” (Mientras salía) y “No More Lockdown” (No más confinamiento). Esta última fue la canción citada por el empresario mexicano.
Algunos versos de la pieza dicen: “No más imposición gubernamental, no más policía fascista perturbando nuestra paz. No más arrebato de libertad y de derechos divinos, pretendiendo que es seguridad, cuando quiere esclavizar”.
El compositor de éxitos como “Brown Eyed Girl” lanzó el comunicado en agosto. Desde entonces, artistas como Andrew Lloyd Weber, compositor de musicales como “Cats” y “El Fantasma de la Ópera”, y Eric Clapton, guitarrista famoso por los éxitos “Tears In Heaven y “White Room”, se han unido a su llamado.
Ricardo Salinas Pliego hizo lo propio. “Bravo a Van Morrison por expresar lo que muchos sentimos”, escribió.
El empresario insistió en su evaluación, basada únicamente en su experiencia personal, de que todas las personas padecerán la enfermedad porque el virus “es muy contagioso, pero es de baja letalidad y la medicina ha avanzado mucho en sus métodos de tratamiento”. Lo afirma porque a él, a su esposa y a su mamá ya les dio la enfermedad y pudieron recuperarse. No mencionó el trato privilegiado del que goza su familia.
Aparentó estar preocupado por la reactivación económica de “millones de empleos y miles de personas (que) han sucumbido”, no por la crisis sanitaria, sino por las medidas de aislamiento social.
Salinas Pliego y Morrison pertenecen a una corriente de personalidades públicas que este año, mes con mes, manifestaron vocalmente su rechazo por el aislamiento social bajo argumentos sesgados de represión y violación de libertades.
Durante la Jornada Nacional de Sana Distancia, el empresario fue noticia porque se rehúso a permitir que sus empleados que forman parte de la población de riesgo faltaran al trabajo y los amenazó con despedirlos si lo hacían. Distintos medios publicaron notas sobre decesos relacionados con esta imposición.
Otro de los ejemplos visibles es el grupo de estadounidenses que se autodenomina “anti-maskers”.
Estas personas insisten que los cubrebocas son una medida de represión gubernamental, más que un método de responsabilidad social. Algunas de las imágenes a las que recurren son a las de llamar bozal a las mascarillas y cárcel al confinamiento.
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