La Fiscalía General del Estado de Baja California ha anunciado este lunes la detención de Julio César “N”, presunto miembro del Cártel de Sinaloa. El implicado está considerado como un importante objetivo generador de violencia en la ciudad de Tijuana, fronteriza con Estados Unidos.
El presunto sicario del crimen organizado contaba con una orden de aprehensión activa por el delito de homicidio calificado.
Mediante seguimiento a información recabada en gabinete y campo, el día 8 de diciembre de 2020, se logró dar cumplimiento a la orden de aprehensión emitida por el Juez de Control dentro de la causa penal: 00108/2020.
Los hechos de la carpeta de investigación ocurrieron el pasado 8 de septiembre de 2019, cuando se recibió un reporte de la Unidad de Homicidio que alertaba sobre el asesinato de Bruno Nicasio Gómez Álvarez, ocurrido en la colonia Rubí Villa del Prado II sección, siendo señalado como autor de los hechos Julio César N.
El operador de la organización dirigida por Ismael el “Mayo” Zambada y los Chapitos, fue puesto a disposición del juez de control del partido judicial de Baja California.
En el estado fronterizo, con aproximadamente 3 millones de habitantes, el Cártel de Sinaloa está engrosando sus filas mediante el reclutamiento forzoso de jóvenes en centros de rehabilitación.
La espeluznante práctica ha sido destapada por la Fiscalía General de Justicia del Estado, quien ha dicho que la organización dirigida por Ismael el “Mayo” Zambada y Los Chapitos, enrola adictos para pelear la plaza de Baja California.
Las autoridades en Baja California descubrieron que el cártel del narcotráfico ofreció a los jóvenes del anexo “Mazatlán Una Oportunidad de Vida A.C”, localizado en la calle Emiliano Zapata, número 25, en Mazatlán (Sinaloa), aproximadamente 2,000 pesos semanales para conformar una célula de los Chapitos, enfrentar y atacar los avances de grupos criminales contrarios, en la ciudad de Mexicali (capital del estado de Baja California).
Bajo este planteamiento, el grupo criminal, exhausto por años de combate frontal con el Ejército y desangrado por sus propias luchas fraticidas, estaría recurriendo a todo tipo de tácticas para reabastecerse de personal.
Para las autoridades, la escalofriante modalidad de reclutamiento ha sido interpretada de forma positiva: como el reflejo de la progresiva debilidad de la organización criminal de Sinaloa.
De acuerdo con los expertos, la feroz guerra por el control de las zonas fronterizas —principal paso de droga—, es un elemento básico para el reclutamiento forzado. Cientos de sicarios las vigilan, salvo en los esporádico y brutales enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
El Cártel de Sinaloa ha sido señalado por diversificar sus formas de reclutamiento. Informes oficiales establecen que el grupo criminal ha solicitado a través de Facebook, personal entre 16 y 35 años para trabajar. El cártel ofrece empleos como encuestadores, guardias de seguridad y policías locales, pero en realidad son obligados a trabajar como miembros criminales.
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