Después de 10 años de ser arrancada por el huracán Alex, la “Virgen de Constitución” volvió a su sitio, donde el mismo Papa Juan Pablo II ofició una misa en su segunda visita a Monterrey en 1990, junto al lecho del río Santa Catarina, Nuevo León.
Así fue como se concretó el milagro, pues la escultura metálica de 12 metros permaneció enterrada sobre el río y precisamente, la tormenta tropical Hanna causó que ascendiera a la superficie.
Nadie imaginaba que buscando fierro viejo arrastrado por la corriente, el albañil Esteban Ramírez descubriría a la virgen a más de 200 metros de donde estaba, el pasado 30 de julio.
Tras su aparición, autoridades políticas y eclesiásticas de Monterrey, Nuevo León, colaboraron para desenterrarla con auxilio de trabajadores de servicios municipales. Aceros del Toro, una empresa privada, se encargó de su restauración durante cuatro meses, para que estuviera lista este 12 de diciembre, cuando se festeja a Santa María de Guadalupe, la Virgen madre de Cristo.
Fue durante la madrugada del pasado 9 de diciembre que se montó un mega operativo en la ciudad regia para trasladar la estructura, cuyo peso ronda las 10 toneladas. Las maniobras para montarla culminaron luego de 10 horas, luego de ello, fieles comenzaron a llegar para darle gracias por su protección durante la pandemia de COVID-19, enfermedad que azota en pandemia a México desde febrero.
Pese a los trabajos de reparación, detalló la Arquidiócesis de Monterrey, se podrán notar algunas marcas muy significativas. No es para menos, estuvo bajo tierra durante una década, el daño de oxidación era notable.
En el sitio de Avenida Constitución, donde fue montada, las autoridades habilitaron un balcón y un corredor desde el puente peatonal. Igual dispusieron un acceso para personas que acudan en silla de ruedas, por debajo del puente.
El 1 de julio de 2010, la llegada del huracán Alex incrementó la afluencia del cauce y derribó la estatua. Cuando Esteban Ramírez la encontró, estaba entre rocas, agua, tierra y escombros, a la altura del Obispado. Él la protegió junto con sus amigos Óscar y Felipe, pues otras personas que buscaban restos de chatarra en el río querían cortarla para venderla por kilo al fierro viejo.
Unos meses después de que fuera derribada, monseñor Aureliano Tapia, quien diseñó la obra, solicitó una búsqueda a las autoridades municipales. Con ayuda de expertos, encontraron la estructura metálica a unos cuantos metros de donde fue puesta, en el talud norte del río Santa Catarina, pero no lograron recuperarla porque estimaron que estaba enterrada a 6 metros de profundidad y debido a su peso, se haría más complicado el proyecto.
A raíz de ello, un grupo de particulares, junto con miembros de la iglesia católica de Monterrey, decidieron financiar una réplica para sustituir la escultura. Entre ellos estuvieron 10 donadores anónimos y también participó la Secretaría de Comunicaciones y Transportes local. Fue el 12 de diciembre del 2010 cuando instalaron el monumento de relevo.
El 10 de mayo de 1990, Día de las Madres, sucedió la visita del Papa Juan Pablo II a Monterrey. El pontífice ofreció una misa en el sitio, ante miles de feligreses, y bendijo la imagen, según comunicó la arquidiócesis de la capital de Nuevo León.
Los trabajadores de servicios municipales se desempeñaron mañana, tarde y noche para desenterrar a la Virgen de Constitución. Finalmente, fue recuperada totalmente la madrugada del 6 de agosto, entre rezos y cánticos fue trasladada para su reparación.
Desde que se asomaba la parte superior de la estructura, decenas de fieles acudieron a prenderle veladoras, pedirle protección y agradecer con devoción. Unos se llevaban piedras del lugar, otros se lavaban con el agua encharcada alrededor de la virgen.
No faltó quien quiso lucrar con el hallazgo. El 4 de agosto pasado, un usuario identificado como Juan Reyes en su perfil de Facebook, puso a la venta por MarketPlace, las piedras que estuvieron junto a la virgen; el precio, según su oferta, fue de 200 pesos mexicanos. Etiquetada en la categoría de joyas y accesorios, la publicación del presunto habitante de San Nicolás de los Garza causó revuelo e incredulidad entre asiduos de redes sociales.
Para los creyentes, sin duda se trató de un auténtico milagro, pues pudieron encontrarse con la imagen que provee de esperanza en tiempos de emergencia sanitaria. Tantas muertes y tanto sufrimiento después, por fin se ha anunciado que una vacuna ha sido aprobada en México para combatir al coronavirus.
Y aunque la “Virgen de Constitución” ya está lista para ser visitada, las autoridades sanitarias han llamado a no hacerlo para evitar la propagación del COVID-19 por concentración de personas.
Incluso, la Penitenciaría Apostólica, por mandato del Papa Francisco, ha extendido la indulgencia plenaria a los fieles de todo el mundo que celebrarán desde sus casas el 125 Aniversario de la coronación de Nuestra Señora de Guadalupe; así como los 489 años de que apareciera ante San Juan Diego en el cerro del Tepeyac, en la actual Ciudad de México, de acuerdo con la tradición católica.
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