Los problemas para Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública en el gobierno de Felipe Calderón -y quien se encuentra preso en Estados Unidos acusado de tres cargos de narcotráfico y uno más por mentir a autoridades migratorias-, están muy lejos de acabar.
Y es que sobre García Luna pesa una quinta acusación en la Unión Americana, pero ahora por tortura.
De acuerdo con Milenio, un ciudadano estadounidense identificado como Roger Charles Day Jr., demandó al exfuncionario mexicano, así como a quien fuera la canciller mexicana, Patricia Espinosa Cantellano, por haberlo torturado entre el 12 de agosto de 2009 y hasta diciembre de 2010, por órdenes de funcionarios estadunidenses.
Con la demanda, Charles Day Jr., quien fue condenado a más de 100 años por defraudar al Departamento de Defensa por venderle equipo militar defectuoso, busca obtener una reparación millonaria por las afectaciones que dice haber tenido.
El medio señaló que la demanda civil fue presentada el pasado mes de marzo desde prisión en donde se encuentra Charles Day Jr., acusando directamente a García Luna y a Espinoza Cantellano, así como a cinco ex funcionarios estadounidenses, por presuntamente haber planeado y ordenado su tortura cuando estuvo detenido en un penal de Veracruz.
El demandante asegura que sufrió al menos 100 actos de tortura contra su persona durante su internamiento en lo que denomina “una conocida instalación de tortura”: el Centro de Readaptación Social Numero 5 Oriente, en Villa Aldama, Veracruz.
Según el relato, la madrugada del 12 de agosto de 2009, cuando estaba en el reclusorio Oriente en la Ciudad de México, lo despertaron para que elementos de la entonces Agencia Federal de Investigación se lo llevaran a Villa Aldama, donde asegura que Genaro García Luna ordenaba al director que se torturara a los internos con el beneplácito de los funcionarios estadounidenses.
Aseguró que llegó a la cárcel veracruzana junto con otros 28 presos. A todos, señaló, los recibieron a golpes y los privaron de agua o comida durante todo un día.
Sin embargo, acusó que a él le fue peor por ser estadounidense. Dijo que solo le daban de comer los desayunos escolares del Gobierno, que estaba aislado y no tenía acceso a cambios de ropa, lavandería, cepillo de dientes, jabón, sábanas, ropa interior, dinero, visitas, agua caliente o dónde dormir.
Aseguró que era golpeado cada siete o nueve días por entre 40 y 50 guardias que entraban a las celdas antes del amanecer. Inclusive, agregó, había guardias que violentaban sexualmente a los reos.
Aseveró que los abusos contra él y los otros 28 reos ocurrieron con la intención de que aceptaran su extradición, misma a la que cedieron 25 internos. Y aunque dijo que él y otros dos internos lucharon para evitarlo, finalmente fue extraditado a Estados Unidos en diciembre de 2010.
En la demanda de Charles Day Jr., -presentada en una Corte del Distrito de Columbia diez años después de que ocurrieron los hechos- , también acusa a cinco exfuncionarios estadounidenses, entre los que destacan David Haskett, entonces vicecónsul de la embajada de Estados Unidos en México, y Nelson Wu, también vicecónsul de la embajada norteamericana en México.
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