Hace casi cuatro meses Karla y Christopher desaparecieron de un bar en Azcapotzalco: la FGR no tiene rastros de ellos

La hipótesis más fuerte hasta el momento apunta directamente al dueño del establecimiento y su hijo

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Falta poco para que se cumplan cuatro meses y todavía no hay avances en la investigación de los jóvenes desaparecidos en el bar El Barquito de Azcapotzalco: Karla Elena Ramírez Murrieta y Christopher Aguilar Hernández.

Los familiares de los jóvenes desaparecidos exigieron avances en la carpeta de investigación iniciada en la fiscalía especializada de personas desaparecidas, pues señalaron que aunque ya pasaron más de tres meses las autoridades no les han dado algún adelanto preciso en la indagación.

Cristopher y Karla son dos jóvenes que fueron vistos por última vez el pasado 29 de agosto, en una fiesta en el bar ubicado en Avenida Tezozomoc, número 220, en la colonia San Miguel Amantla, en Azcapotzalco. La fiesta fue con motivo de la reapertura del lugar y fue promocionada varios días antes en redes sociales, pese a la contingencia por COVID-19.

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A la medianoche se registró un supuesto pleito en el lugar y posteriormente un tiroteo que dejó un saldo de seis personas muertas y seis lesionadas. “Se hizo un gran alboroto en el sitio”, contó una de las amigas de Karla, quien se encontraba en aquel momento con ella.

La joven asegura que después de los disparo, su grupo de amigos salió del lugar, sin embargo, ya no estaba Karla con ellos. Según la testigo, al arrancar el auto donde viajaban alcanzaron a ver a una mujer —parecida a Karla— y un hombre tirados afuera del bar, pero más tarde, cuando decidieron regresar para verificarlo, los cuerpos ya no estaban.

Sus familiares acudieron al hospital Rubén Leñero a preguntar por ella. Ahí les dijeron que las personas heridas ya habían sido dadas de alta. Los allegados, entonces, fueron al Locatel y ahí los canalizaron a la agencia de desaparecidos donde presentaron una denuncia.

Hasta el momento solo existen informes de investigación que demuestran que al joven Christopher lo sacaron arrastrando herido del bar, pues se encontraron restos hemáticos de él en el piso.

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Sin embargo, el abogado de los familiares dijo a El Universal que en la fiscalía no cuentan con una teoría del caso por lo que no hay avances en la investigación, ni de la ruta que utilizó la camioneta en donde presuntamente se llevaron los cuerpos. “No tienen una teoría del caso, eso fue lo que me contestó el coordinador de asuntos relevantes, yo le dije que cómo era posible”, precisó el abogado.

La hipótesis más fuerte hasta el momento apunta directamente al dueño del establecimiento y su hijo. El mismo abogado explicó que tras la balacera el hijo del dueño declaró que se escondió detrás de la barra en donde preparaban bebidas alcohólicas, y que al dejar de escuchar los disparos salió y cerró el local; sin embargo, se sabe que en el lugar se limpiaron y retiraron los indicios.

“Existen huellas de arrastramiento, de sangre, se ve que desde adentro del bar a la banqueta están esas huellas de sangre. Hay dictámenes que efectivamente esa sangre coincide con el ADN de Christopher”, aseguró.

La fiscalía capitalina, por su parte, tiene una línea de investigación propia según El Universal. Aquella vincula la desaparición de los jóvenes con la pugna entre las células del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y la Unión Tepito.

En la zona de Azcapotzalco dos grupos criminales han sido identificados como los principales operadores en la zona: la célula de “El 20”, perteneciente al CJNG, y frente a la Unión, “El Cartier”.

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