Austeros y con apenas capacidad para dos personas, así serían dos de los helicópteros de Iván Guzmán, “El Rey de la Cocaína” del Cártel de Sinaloa (CDS) y uno de los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzman Loera.
Una cuenta de Instagram que se presume pertenece al hijo consentido del Chapo, publicó en stories una imagen de dos aeronaves, una en color rojo y otra que no se aprecia porque está cubierta, pero se puede distinguir que es el mismo modelo.
La historia se publicó el 12 de julio a las 22:00 hora local de Ciudad de México y sólo permaneció visible durante 40 minutos. Los helicópteros se encuentran estacionados en un lugar que se aprecia desierto y con algunas palmeras, sin mensaje alguno.
Expertos en aviación consultados por Infobae México señalaron que se trata del modelo Robinson R22 Beta II, que por su simplicidad tiene un costo en el mercado de aproximadamente USD 330,000, y es para uso civil, ya que su sencillez y poco cupo lo limitan a vuelos muy básicos.
De acuerdo con la página de la agencia de mantenimiento HMU Helicopter Maintenance Unlimited, la aeronave se usa básicamente para vuelos de entrenamiento, patrullaje de tuberías y pastoreo de ganado y es útil para “cualquier operación que requiere confiabilidad, bajo costo de operación y buen desempeño”.
El R22 tiene capacidad para dos adultos y a pesar de su austeridad, el diseño permite que disfruten de la vista debido a que cuenta con ventanillas panorámicas. “El ruido dentro de la cabina se reduce con el uso de espumas acústicas. El mofle de alto desempeño y la baja velocidad de las puntas del rotor de cola también ayudan a reducir el ruido durante el vuelo”, describe la agencia.
Según la información, cuenta con un motor de cuatro cilindros Lycoming O-360, equipado con carburador para utilizar gasolina de aviación de grado 100L. Este motor de 145 hp está derogado a 131 hp durante 5 minutos para despegue y 134 hp para operación contínua.
El motor, estructura de aluminio de bajo peso y la forma aerodinámica le permiten alcanzar una velocidad de crucero de hasta 90 nudos y un promedio de consumo de combustible de sólo entre 7 y 10 galones por hora. Su peso máximo de despegue es de 1,370 libras y tiene una altitud máxima de operación de 14,000 pies.
Está equipado con soporte para extintor de incendios, extintor de Incendios de 14 onzas, horizonte artificial con Indicador de deslizamientos, giroscopio direccional, COM1 (equipo de comunicación) y GPS.
El hijo consentido del Chapo
Mike Vigil, el director de Operaciones Internacionales de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), señaló recientemente a Infobae México que de los cuatro hijos del Chapo identificados como integrantes del Cártel de Sinaloa (Joaquín, Iván, Alfredo y Ovidio) es a Iván a quien enseñó todos los trucos que lo ayudaron a convertirse en el narcotraficante más buscado de México y Estados Unidos.
Aseguró que Iván fue preparado para ser el sucesor del Chapo, su padre consideró más inteligente que sus otros tres hermanos.
El llamado “Chapito”, como también se le llama a sus otros hermanos, es heredero de un imperio que incluye bienes inmobiliarios y hoteles, entre otros negocios, es objetivo de las fuerzas de seguridad y contaba, parece, con enemigos fuera y dentro de su organización.
A pesar de que su hermano Ovidio ha estado en los titulares desde octubre pasado por su desafío al estado mexicano que después de retenerlo en una casa lo tuvo que liberar tras una orden presidencial luego que el cártel tomara la ciudad de Culiacán, a Iván se le empieza a llamar “El Rey de la Cocaína”, dijo Vigil, ya que es quien controla el tráfico de la droga y precursores desde Sudamérica.
Aunque junto con Ovidio es propietario de la mayor parte de laboratorios de fentanilo en Culiacán, las autoridades han identificado a la cocaína como su principal negocio.
Iván está en la mira del gobierno estadounidense por introducir grandes cantidades de cocaína, heroína, metanfetaminas y marihuana a Estados Unidos a través de vehículos, camiones, embarcaciones y túneles. Buena parte de la materia prima utilizada por el cártel era importada de Asia, Colombia, Ecuador, Venezuela, Perú, Panamá, Costa Rica, Honduras y Guatemala.
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