Si bien la pandemia de COVID-19 se convirtió en un elemento para que buena parte de la población decidiera mantenerse confinada en sus hogares y así evitar la propagación de la enfermedad, eso no evitó que el robo a transeúnte en espacios públicos se convirtiera en uno de los delitos que más afectaron a los ciudadanos durante este año.
De acuerdo con información del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), entre el mes de enero y el de octubre, las fiscalías o procuradurías estatales iniciaron 3,875 carpetas de investigación por este delito. Esta cifra representa un incremento del 13.2% si se le compara con el mismo periodo del 2019, cuando se registraron 3,423 casos.
El mes en el que inició el confinamiento, marzo, fue también en el que más carpetas de investigación se comenzaron con 502, posteriormente, la incidencia comenzó a disminuir a causa de las medidas sanitarias que se implementaron. Sin embargo, tras el relajamiento de las mismas, agosto fue el segundo periodo más afectado, con 491, y después septiembre, con 452.
Las entidades que se ubicaron como las más afectadas por este delito fueron Ciudad de México, con 1,635 casos registrados, Nuevo León, con 420, y Veracruz, con 246. Mientras que en donde no se iniciaron procedimientos por esta causa fueron Aguascalientes, Campeche, Colima, Guanajuato, Nayarit, Puebla, Sinaloa, Tabasco, Tamaulipas, Tlaxcala y Yucatán.
Sin embargo, el hecho de que no se abrieran carpetas de investigación no significa que este delito no haya sucedido. Organizaciones civiles han mencionado que esto podría deberse a que la pandemia precisamente disminuyó su incidencia o al hecho denunciar se convirtió en algo más complejo a causa de las medidas sanitarias.
En Ciudad de México, además del robo a transeúnte, el robo a casa habitación con violencia ha aumentado en las últimas semanas, de acuerdo con la organización de vecinos llamada Observatorio de Seguridad Ciudadana, quienes también han detectado aumentos en el delito de extorsión.
Según el Observatorio de Seguridad Ciudadana, la manera en que operan los miembros de estas organizaciones criminales es a partir de dinámicas en donde se hacen pasar por empleados del gobierno de la capital o de empresas privadas, quienes de esa forma logran sacar información de los propietarios.
Cabe mencionar que esta organización también mencionó que el incremento en este delito no se ha reflejado en las cifras oficiales del gobierno, porque las víctimas “tienen miedo de denunciar”.
No obstante, a dos años de que iniciara el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, los únicos delitos de los cuales se han reconocido incrementos, en comparación con el último año de gobierno de Enrique Peña Nieto, son los homicidios dolosos y los feminicidios.
De enero a noviembre de este 2020, AMLO reportó que el homicidio doloso aumentó 3.8%, en comparación con el mismo periodo de 2018. A su vez, el feminicidio tuvo un incremento de 8.9% en los primeros 11 meses de este año, respecto al lapso referido.
Por su parte, el delito de la extorsión, según la misma marca temporal, registró un alza considerable del 21 por ciento. De tal modo que la “cuarta transformación” no ha podido disminuir tres delitos de alto impacto respecto al 2018.
Sin embargo, el mandatario ha reiterado que en su gobierno, “la autoridad no se asocia con la delincuencia, no hay impunidad para nadie y aunque todavía falta mucho para pacificar al país, sostenemos con hechos que se revirtió la tendencia a la alza en la mayoría de los delitos que se cometían”.
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