El Papa Francisco concederá la indulgencia plenaria a los mexicanos que celebren a la Virgen de Guadalupe desde casa, ante el cierre de la Basílica en la Ciudad de México anunciado del 10 al 13 de diciembre, por la pandemia de COVID-19.
La Arquidiócesis Primada de México aseguró que el pasado jueves 3 de diciembre, el cardenal Carlos Aguiar Retes envió una carta al Papa Francisco para solicitarle la indulgencia plenaria en favor de los fieles mexicanos, ya que por acuerdo de autoridades eclesiales y sanitarias, este año las festividades presenciales serán canceladas.
“Le he pedido al Santo Padre, el Papa Francisco, que nos concediera para motivación, aliento y esperanza, que los devotos reciban en su casa la indulgencia plenaria, con la cual pueden unirse en favor de sus hermanos difuntos. Como un consuelo, el Papa lo ha concedido”, explicó el cardenal durante la Misa en la Basílica de Guadalupe que se transmite por internet y televisión.
Pero, ¿en qué consiste la indulgencia plenaria?
En un lenguaje técnico, el Código de derecho canónico (c. 992) y el Catecismo de la Iglesia católica (n. 1471), definen así la indulgencia:
“La indulgencia es la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya perdonados, en cuanto a la culpa, que un fiel dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones consigue por mediación de la Iglesia, la cual, como administradora de la redención, distribuye y aplica con autoridad el tesoro de las satisfacciones de Cristo”.
En otras palabras, la indulgencia es la reducción o eliminación de las penas que derivan de haber cometido un pecado. La indulgencia “limpia ese rastro que deja cualquier pecado” y puede aplicarse para sí mismo o para un difunto.
El portal católico Catholic.net lo ejemplifica de la siguiente manera:
“Imagina que tu alma es una tabla, y cuando pecas es como si agarraras puntillas y se las clavaras. Cuando te confiesas, estos clavillos salen, pero lamentablemente los huecos que dejaron en la tabla permanecen. La indulgencia plenaria se encarga de quitar esos huecos de la tabla y dejarla como nueva”, se lee.
Para recibir dicha indulgencia, los guadalupanos deberán cumplir con ciertos requisitos:
1. Preparar un lugar de oración a la Virgen de Guadalupe en el hogar
2. Participar en las misas transmitidas desde la Basílica, a través de medios comunicación, como si lo hicieran de manera presencial
3. Orar por las intenciones del Papa
4. Estar en gracia con Dios por medio de la confesión
5. Asistir a misa completa
6. Comulgar
No obstante, las últimas tres se podrán realizar en cuanto las condiciones sanitarias lo permitan, mientras tanto, se puede optar por realizar un examen de conciencia y ver las misas completas a través de los medios, “con devoción y exclusiva atención”.
Cabe señalar que esta indulgencia no sólo es para los feligreses mexicanos. El Papa la ofreció a todos los guadalupanos católicos del mundo que se quieran unir a la celebración, siempre y cuando cumplan con los requisitos.
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