La senadora por el Partido Acción Nacional (PAN), Lilly Téllez, considera que el comunicador, Carlos Loret de Mola, debería de ser galardonado con la máxima distinción que el gobierno mexicano otorga a los ciudadanos “más eminentes”: la Medalla Belisario Domínguez
En su cuenta de Twitter, la senadora escribió este domingo que la Medalla Belisario Domínguez debería de entregarse a Loret de Mola, por sus denuncias de corrupción de la llamada Cuarta Transformación.
“La medalla Medalla Belisario Domínguez del Senado de la República debería entregarse a @CarlosLoret por sus denuncias sobre la corrupción del régimen de la 4T”, publicó en redes sociales.
El Senado recibió 1, 763 propuestas para la Medalla Belisario Domínguez que este año podría otorgarse al personal médico como reconocimiento a su labor para enfrentar la pandemia de Covid-19.
En la lista también destacan personajes como un mecánico que apoya a personas con discapacidad, el mejor bailarín del mundo, así como políticos: la senadora Ifigenia Martínez , Porfirio Muñoz Ledo; el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Enrique Graue, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell; el fiscal general Alejandro Gertz Manero y el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, Santiago Nieto.
La medalla Belisario Domínguez es el máximo galardón que otorga el Senado a quien se haya destacado por su valor civil, sus propuestas y, sobre todo, por su entrega y amor a la patria.
Otro de los nombres que figura en el listado, es el ex mandatario Enrique Peña Nieto, que está señalado por participar en el Caso Odebrecht, la Estafa Maestra y otros casos de supuesta corrupción que están siendo investigados por la Fiscalía General de la República (FGR), como en las que están implicados los ex secretarios de Estado, Salvador Cienfuegos y Genaro García Luna.
La medalla Belisario Domínguez otorgada por el Senado de la República desde el año 1953.
De la Guerra de Afganistán al caso Florence Cassez: la historia de los montajes que persiguen a Loret de Mola
Carlos Loret de Mola se labró un nombre a partir de la carrera que realizó en Televisa y fue uno de los reporteros estrella de la televisión mexicana, pero nunca ha estado fuera de la polémica por sus actitudes o sus trabajos periodísticos, pero recientemente la veracidad de su labor se ha visto opacada por una serie de acusaciones de montajes y ficciones de sus reportajes.
Pero la polémica que hoy rodea al ahora periodista de Latinus fue su cobertura de primera mano sobre el caso de secuestro en el que estaban involucrados Florence Cassez e Israel Vallarta, en los que supuestamente liberaron a personas que se encontraban secuestradas en un operativo en vivo, en el que uno de los reporteros de Televisa acompañó el proceso de irrupción en la vivienda para ser testigo del actuar de las autoridades.
El entonces director de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI), Genaro García Luna, es quien es investigado por ordenar el montaje con el fin de que los medios de comunicación vieran el supuesto actuar de las autoridades con tal de crear una apariencia de seguridad y efectividad. Fue precisamente en ese montaje en el que Carlos Loret cometió su el denominado “error periodístico”, del cual dijo desconocer que todo había sido planeado y organizado por García Luna.
Sin embargo, recientes declaraciones hechas por los ex colaboradores del comunicador dieron a entender que sí sabía que se trataba de un montaje y que participó de forma voluntaria. Inclusive, otros afirmaron que no es el único montaje que Loret de Mola ha hecho en su carrera a través de los medios de comunicación.
Uno de los episodios en los que se retomó otro supuesto montaje fue abordado por el periodista Rubén Luengas en su colaboración con el programa Entre Noticias, en donde se entrevistó al reportero Jaime Hernández, quien acompañó a Carlos Loret de Mola durante su estancia en la guerra de Afganistán, una cobertura de la que el conductor presume como una de las grandes aventuras que ha tenido en su carrera.
Jaime Hernández dijo que Loret llegó muy tarde al conflicto, cuando ya se había casi terminado, por lo que ya no había muchos puntos de confrontación, en diciembre de 2001. Además destacó que era muy complicado conseguir gente que te ayudara a guiarte y que fuera traductor ya, además de la dificultad de conseguir a gente preparada y que era tal el riesgo en el conflicto que no todos se arriesgaban a hacerlo ni por fuertes cantidades de dinero.
Y es que durante una de las conferencias que dio sobre su participación cubriendo el conflicto, Loret de Mola narró el acto como si fuera una especie de acto cómico, burlándose y estereotipando a los habitantes de Afganistán por el uso de los turbantes y su vestimenta tradicional y supuestamente conoció al hijo del gobernador de Jalalabad. Una ciudad devastada por los constantes enfrentamientos entre los talibanes y las fuerzas de ocupación.
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