El 2 de diciembre, el Panel de Alto Nivel para una Economía Oceánica Sostenible, en el cual participa México junto a otros 13 países, presentó la nueva agenda de acción oceánica: Transformaciones para una economía oceánica sostenible: una visión para la protección, la producción y la prosperidad. En ella, el compromiso principal de estos países será encargarse de un 100% de sus aguas marítimas nacionales, alineándose a los objetivos planteados en el proyecto para el año 2025.
Para México, esto representaría la administración de aproximadamente 30 millones de kilómetros cuadrados de agua, lo cual equivale a la superficie del continente africano. La aplicación de los Planes Oceánicos Sostenibles, según anunció la Secretaría de Relaciones Exteriores, ayudará a obtener seis veces la cantidad de alimentos que se extraen del océano, generar 40 veces más energía renovable, y sacar a millones de personas de la pobreza a la vez que reducirá un quinto de la emisiones de Gases de Efecto Invernadero.
Los Planes Oceánicos Sustentables que emanaron del panel para una Economía Oceánica Sustentable impulsado por Australia, involucran 5 transformaciones que funcionan como ejes del proyecto: riqueza oceánica, salud del océano, equidad oceánica, conocimiento del océano y las finanzas oceánicas.
Acerca de la riqueza oceánica, el documento que describe las transformaciones mencionadas, el enfoque es aumentar la diversidad y cantidad de alimentos que se obtienen del océano. Para esto, proponen detener la pesca ilegal y promover la pesca sustentable. México contaba hasta el 2019 con 14 Zonas de Refugio Pesquero (ZRP) distribuidas en 5 estados de la República. En conjunto, estas zonas abarcan 20,524 kilómetros cuadrados de aguas nacionales.
Por otro lado, la transformación en torno a la riqueza oceánica también habla de promover el uso de energías limpias y el desarrollo de un turismo sostenible. Este último tendría la característica de promover la regeneración de los ecosistemas marítimos y costeros además de la reinversión de los ingresos a servicios ambientales. Además, mencionan que se deberá de invertir en la infraestructura del alcantarillado que existe en las zonas turísticas cercanas a las costas para un manejo adecuado de los desechos.
Para el 2025 el gobierno mexicano también se comprometió llegar a una cobertura del 100% de las aguas oceánicas en lo que tiene que ver con una mejora de la salud oceánica, es decir, entre otras cosas, la regeneración de ecosistemas y la reducción de desechos plásticos que se depositan en aguas nacionales. En cuanto al conocimiento de los océanos, México tendrá que invertir en la educación, capacitación e implementación de tecnología que permita, por ejemplo, una mejor medición del océano para poder tomar decisiones informadas a partir de esta.
Acerca de las finanzas oceánicas, la Secretaría de Relaciones Exteriores aseguró en un comunicado que un eje importante será transparentar las operaciones de las mismas.
Finalmente, está el eje de la equidad oceánica, en la que algunas de las acciones prioritarias para promover la igualdad de oportunidades será el reconocimiento de los Pueblos Indígenas que viven en torno a las actividades pesqueras.
El medio mexicano, Pié de Página, recuperó las experiencias de los Cucapá, un pueblo indígena que vive de la pesca en el estado de Baja California. Esta comunidad que vive sin ser propiamente reconocida por las autoridades del estado, espera todo el año para que la curvina golfina desove en el mar del Alto Golfo de la entidad en la que viven para poder conseguir el sustento que les dará los recursos económicos para sobrevivir hasta la siguiente temporada de pesca.
Una de las preocupaciones de esta comunidad que se encuentra en camino a desaparecer, son los trámites administrativos y las vedas que impone el gobierno.
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