El bajo riesgo legal para empresas de químicos en Estados Unidos, permite un mercado de precursores para que cárteles de la droga en México produzcan narcóticos como la metanfetamina, droga que genera ganancias millonarias en calles del país norteamericano.
Así lo ha revelado un seguimiento de Bloomberg Bussinesweek, mediante el caso de Taminco, compañía que vendió de forma ilícita una sustancia llamada monometilamina o MMA, en cantidades suficientes para producir ganancias de 3.2 mil millones de dólares en trasiego de metanfetamina.
Sin embargo, al ser llevada a juicio, la empresa solo pagó una multa de 1.3 millones de dólares, es decir, aproximadamente una hora y 13 minutos de ventas del año 2015. Se trató de un caso emblemático, pues mostró la facilidad con que grandes compañías pueden poner el simple interés económico por delante, antes que verificar quienes son sus clientes del otro lado de la frontera.
Desde el 26 de agosto pasado, el medio publicó cómo los grupos del crimen organizado en México adquieren precursores químicos de empresas estadounidenses que abastecen al mercado legal.
“El rol de las empresas estadounidenses en facilitar la producción de narcóticos en México destaca que los grupos criminales no dependen únicamente del sector químico chino. De hecho, el informe de Bloomberg indica que los grupos criminales llevan años abasteciéndose de proveedores nacionales de precursores químicos”, destacó un análisis de InSight Crime al respecto del tema.
Un reportaje publicado este 1 de diciembre por la revista semanal de negocios, da cuenta de cómo es que Taminco suministró 22,000 galones de MMA a dos compañías mexicanas no identificadas sin realizar controles obligados por Ley que dieran con el carácter lícito de las operaciones.
De acuerdo con las indagatorias del semanario norteamericano, el MMA es utilizado para fabricar pesticidas y productos farmacéuticos, pero también figura como un ingrediente para que los cárteles mexicanos cocinen la metanfetamina más barata y potente se vende en calles de EEUU.
Aquellas empresas estadounidenses que no controlan la venta y distribución de cada litro que producen de MMA, tienen sanciones por las leyes federales de drogas. Entre los requisitos está verificar que cualquier cliente en todo el mundo tenga un origen legal; incluso los contratistas que vierten el químico en barriles deben tener una licencia de la Administración del Control de Drogas (DEA).
Para expandir sus ventas y clientes en México, Taminco se estableció en México en 2007. A partir de este año y hasta 2010, fue que se ejecutaron los suministros de MMA sin verificar la existencia y legitimidad de cada comprador. No fue sino hasta que se bloquearon los envíos de la compañía en Texas que se tomaron acciones enérgicas, precisamente en 2010.
Mientras tanto, tres suministros terminaron en un almacén. Pero en mayo de 2010, un socio comercial del representante de ventas de Taminco en México, cuya sede fue ubicada en EEUU, hizo sacar esos barriles de la bodega. Desde entonces, la compañía nunca volvió a ver los 11,000 galones de su MMA, ni informó de la pérdida a la DEA.
“Según la ley estadounidense, cualquier pérdida importante debe notificarse al Departamento de Justicia. No hacerlo es considerado delito federal. Pero esos requerimientos no se aplican a las subsidiarias mexicanas de firmas estadounidenses. La supervisión de químicos muchas veces desviados para la producción de narcóticos carece “de regulación alguna” en México, según Bloomberg”, abundó Insight Crime al retomar el caso revelado por el medio estadounidense.
Poco a poco, los bidones con la sustancia comenzaron a aparecer, pues sujetos las enviaban mediante contrabando entre 2011 y abril de 2012. Iban dirigidos a la empresa controlada por el agente de ventas de Taminco en México, según indagatorias federales.
Sin embargo, para cuando la empresa en EEUU se dio cuenta de que conocía muy poco sobre su hombre del otro lado de la frontera ya era muy tarde, pues había cerrado operaciones y su dirección era un lote baldío. No se tuvo ninguna prueba de la recepción de nueve camiones con el químico.
La empresa cambió de dueños y estos heredaron el problema. Los nuevos empresarios pudieron pagar con mayor impacto, pero la infraestructura del Departamento de Justicia no contó los recursos suficientes para procesar un caso como el de Taminco. La regulación está centrada en lavadores de dinero y traficantes de drogas que en las grandes empresas químicas, explica el Bloomberg Bussinesweek. Se trataba de un enjuiciamiento desconocido, pese a que las estrictas leyes están vigentes desde finales de la década de 1980.
Poniendo el tema en perspectiva, apuntó el semanario estadounidense, ayudar a incitar la distribución de escasos 50 gramos de metanfetamina conlleva una sentencia mínima de 10 años de prisión. Es decir, más de dos millones de veces el umbral de los 50 gramos se podría lograr con las ventas de MMA que cubrió el acuerdo de sentencia a Taminco. Nadie pisó la cárcel.
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