El esplendor de Palenque al descubierto: así va la restauración de la zona maya, en medio de la pandemia de COVID-19

Los especialistas también han corregido restauraciones que anteriormente se hicieron con materiales erróneos que permitieron la humedad en el recinto

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Las Casas conocidas como B y E están recibiendo trabajos de restauración y mantenimiento (Foto: Cortesía INAH)
Las Casas conocidas como B y E están recibiendo trabajos de restauración y mantenimiento (Foto: Cortesía INAH)

Aunque parezca lo contrario, no todo son malas noticias durante la pandemia. El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), informó los avances que ha tenido en el Palacio de Palenque, Chiapas, para su restauración y conservación.

Detalló que actualmente hay especialistas trabajando en las problemáticas de humedad, consolidación de pintura mural y eliminación de intervenciones inadecuadas en los espacios de élite, conocidos como Casas B y E.

Asimismo, señaló que con recursos del Fondo de Embajadores del Departamento de Estado para la Preservación Cultural (AFCP, por sus siglas en inglés), de Estados Unidos, han avanzado en las labores del conjunto palaciego.

El INAH señaló que en la década de los 60 se hicieron trabajos de restauración que no fueron bien hechos (Foto: Cortesía INAH)
El INAH señaló que en la década de los 60 se hicieron trabajos de restauración que no fueron bien hechos (Foto: Cortesía INAH)

Tercera temporada de trabajo en la estructura Maya

De acuerdo a lo señalado por el INAH en un comunicado, las casas del Palacio datan del periodo Clásico Tardío (250 y 900 d.C.), cuando Palenque se convirtió en una de las ciudades más importantes de las Tierras Bajas Mayas Noroccidentales.

Durante ese apogeo, el espacio fue sede de eventos trascendentales. En la llamada Casa E, se cree que tuvo lugar la entronización de Pakal ‘El Grande’, hacia el año 615 de nuestra era, dada la existencia de una lápida oval que alude a ese acontecimiento.

Además, el proyecto del INAH, ayudado por el AFCP, hizo una impermeabilización tradicional con morteros de cal y arena, así como una capa final de bruñido en la superficie de la cubierta de la Casa B en 2019, el cual tiene un espacio de 13.50 metros de largo por 7.50 metros de ancho.

Haydeé Orea Magaña, responsable de la Sección de Conservación del Centro INAH Chiapas, señaló que una vez impermeabilizada la cubierta, continuaron con los trabajos en la Casa B de forma, en los frisos de los cuatro costados.

Se estima que a inicios de diciembre terminen su jornada de labores y para el 2021 hagan otros restauraciones en Palenque (Foto: Cortesía INAH)
Se estima que a inicios de diciembre terminen su jornada de labores y para el 2021 hagan otros restauraciones en Palenque (Foto: Cortesía INAH)

Según la restauradora, han encontrado y corregido una serie de intervenciones inadecuadas realizadas en los años 60, cuando la práctica común era aplicar morteros de cemento durante el restauro de los vestigios arqueológicos.

Pues inclusive, antes de retirar las juntas de cemento en los frisos, detectaron que no habían sido rellenadas con mezcla, sino con arena y una capa superficial de cemento para sellarlas, lo cual permitía que el agua entrara a la estructura interna del edificio.

“Lo que estamos haciendo es restituir el mortero original de piedra con cal que se disgregó con el paso del tiempo, dejando espacios huecos, o que fue retirado en los años 60 y reemplazado por cemento”, detalló la especialista.

Por otro lado, en la Casa E, que guarda muchos elementos de la pintura mural en el Palacio, y que en 2018 ya había sido atendida por un equipo de restauradores, las labores se concentran en varios puntos como las fachadas exteriores.

Los especialistas señalan que Palenque fue en una época el sitio Maya más importante (Foto: Cortesía INAH)
Los especialistas señalan que Palenque fue en una época el sitio Maya más importante (Foto: Cortesía INAH)

En estas últimas, los especialistas emplean lechadas de cal y cola de caseína para fijar los segmentos de pintura mural que existen al exterior del edificio. Estiman que en su momento de esplendor, debieron tener formas geométricas y varios matices de colores, de los que ahora solo quedan vestigios.

Asimismo, han laborado en los frisos de la Casa E, y de manera similar a la Casa B, los restauradores han reemplazado las juntas de cemento con morteros de cal y arena.

Para ayudar a contrarrestar a que se siga acumulando la humedad, han dado mantenimiento a las lajas de piedra que los antiguos mayas colocaron para formar las cornisas del edificio, a fin de que, una vez restituidas, eviten que el agua escurra hacia los dinteles y los muros.

Cabe señalar que los trabajos de restauración finalizarán en estos primeros días de diciembre y en 2021 realizarán una nueva ronda de trabajos, los cuales se centrarán en la rehabilitación de la Casa D, la cual tiene una superficie mayor.

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