En la última década, la colonia Polanco de la alcaldía Miguel Hidalgo ha sido el refugio de diversos capos de la droga, quienes, en afán de pasar desapercibidos sus lujos, buscan la comodidad de residencias y condominios exclusivos. Al mismo tiempo, esta zona que se caracteriza por su opulencia también fue blanco de las extorsiones a bares y restaurantes por la Unión Tepito.
Polanco es una de las demarcaciones con mayor actividad comercial en México, sede de la élite empresarial y colonia donde están asentadas las marcas más caras de tiendas, boutiques, joyerías, galerías de arte y almacenes. A su vez, es un sitio muy vigilado por elementos de seguridad privada y pública.
En las avenidas Masaryk, Horacio y Homero, no es extraño que circulen coches de la marca Ferrari o Lamborghini, ni el séquito de camionetas con guardaespaldas detrás o abriendo paso a sus jefes. En esta exclusiva colonia conviven empresarios, deportistas, estrellas del espectáculo y extranjeros con alto poder adquisitivo, junto a las embajadas de Alemania, España, Francia, Cuba, Ecuador y Chile, entre otras.
Localizada al norponiente de la ciudad, ahí se encuentran bares y restaurantes dispuestos a la socialité del lugar; hoteles, mansiones neocoloniales, departamentos de lujo, así como plazas comerciales con las marcas más costosas en prendas. El centro neurálgico que es Polanco también funge como una especie de camuflaje para la ostentoso.
Precisamente, en esta zona tuvo lugar una balacera en marzo del año pasado donde fueron ejecutados tres hombres relacionados con el narcotráfico, de acuerdo con autoridades federales, en el apartamento 716 de la Torre Latitud, ubicada en Ejército Nacional, fueron hallados 20 casquillos, tres armas con silenciador y una maleta con fajos de dólares.
Sandra Ávila Beltrán, La Reina del Pacífico, fue detenida el 28 de septiembre de 2007 mientras salía a bordo de una camioneta BMW de una estética en Polanco. La operadora del Cártel de Sinaloa tenía a su cargo las relaciones públicas de la organización desde la capital del país. Aunque solo había acudido para cuestiones de su imagen, con ello daba cuenta de los lujos que se pagaba. Además, le gustaba cenar en Chez Wok, costoso restaurante de comida china ubicado en la misma zona.
Pasarían diez años del arresto de Ávila Beltrán para que otro importante capo del Cártel de Sinaloa fuera detenido en la misma demarcación que abarca a Polanco. En 2017 cayó preso Dámaso López Núñez, El Licenciado, compadre de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo. Este narcotraficante había quedado al mando luego de que detuvieran a Guzmán Loera en 2016. Vivía escondido en el complejo residencial Hares de Ejército Nacional 225.
Hace dos años, el 23 de agosto del 2018, fue detenido Vicente Carrillo Leyva, El Ingeniero, mientras circulaba con su chofer por la avenida Presidente Masaryk y Mariano Escobedo. Había salido de prisión unas semanas antes, donde estuvo desde marzo de 2011. El Ingeniero es hijo de Amado Carrillo Fuentes, El Señor de los Cielos. Pese a que fue reconocido por los oficiales, estos le dejaron ir, presuntamente, a cambio de un soborno millonario. No tenía orden de captura, pero el hecho de haberse identificado como Andrés Favela Vega, era suficiente para ponerlo a disposición. Desde aquel entonces se desconoce su paradero.
Fue en el Hard Rock Café de Polanco donde se reunieron Jesús Vicente Zambada Niebla, El Vicentillo y Humberto Loya Castro, abogado sinaloense y consejero del Chapo. El Vicentillo, hijo del poderoso líder Ismael Zambada García, El Mayo, buscaba un pacto con la Administración del Control de Drogas de Estados Unidos, a cambio de obtener protección como testigo colaborador. Era el 15 de marzo de 2009 cuando el primogénito de El Mayo acudió a cenar con quien era intermediario ante la DEA. Finalmente fue detenido por autoridades mexicanas cuatro días después de aquella noche y extraditado en 2010.
El 4 de febrero de este año fue detenido Hugo Abraham N, El JJ, integrante del cártel Nuevo Imperio, grupo criminal dedicado a la venta de drogas en límites de la capital, el Estado de México e Hidalgo. Fue capturado en la calzada General Mariano Escobedo y Lagunas de Mayran, mientras comerciaba cocaína y marihuana.
No obstante las detenciones anteriores, Polanco también fue afectada por el narco local. A través de Óscar Flores Ramírez, El Lunares, La Unión Tepito se encargaba de cobrar extorsión a restauranteros y dueños de bares y otros centros nocturnos. El Lunares era asiduo de los antros en el lujoso barrio, a donde acudía como otro júnior más, acompañado de modelos, luciendo ropa Gucci y Louis Vuitton.
Este grupo delictivo surgido en el Barrio Bravo, también operaba de la mano de Alexis Osmar Flores, El Osmar, detenido en Querétaro a mediados de enero pasado. Era el principal extorsionador en Polanco, colonia Centro, Roma y Condesa de la Ciudad de México.
Cerca de Polanco, en la colonia popular de La Pensil, opera La banda de El Linares, bajo el mando de Roberto Maya Garibay, alias el Robert o el Linares. Principalmente, en las colonias Pensil Norte, Argentina y Legaria. Ahí ejecutan el robo a transeúnte, a transporte, así como la venta y distribución de droga.
Otro grupo con operaciones en la alcaldía Miguel Hidalgo es la organización de El Balín, que estaba comandado por César Andrés Pedroza, quien fue ejecutado. Pese a ello, se le ubica con el narcomenudeo, así como asalto a transeúnte y transporte público en las colonias Pensil Norte, Argentina y Legaria, en disputa territorial con la facción del Linares, de acuerdo con un mapeo de la Secretaría de Seguridad capitalina.
Actualmente, las autoridades de la Ciudad de México niegan que el “cobro de piso” sea una preocupación para restauranteros y comerciantes de Polanco. Sin embargo, el asesinato de un empresario francés el pasado jueves, levantó sospechas sobre estas actividades. Lo cierto es que como refugio, sitio de recreo para disponer de los lujos, o punto de oportunidad a la extorsión, Polanco no está a salvo del crimen.
La capital ha sufrido una ola de violencia en la última década. Anteriormente era considerada segura, pero cárteles locales han expandido su territorio cobrando extorsión a comerciantes, cometiendo secuestros y asesinatos. Aunque se negaba la presencia de grupos delictivos, el gobierno de Claudia Sheinbaum reconoce que al menos operan 14 grupos delictivos en esta entidad.
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