Durante su informe por dos años de gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador destacó el papel del Ejército y la Marina, instituciones a las que ha encargado competencias fuera de su ámbito tradicional. Con ese reconocimiento, el mandatario recompuso tensiones al interior de las Fuerzas Armadas en el caso del general Salvador Cienfuegos Zepeda, arrestado por narcotráfico en Estados Unidos y devuelto a México mediante gestiones diplomáticas del gobierno federal.
No fue sino hasta que AMLO agradeció el respaldo de soldados y marinos, que se escucharon los aplausos en el patio central de Palacio Nacional, al menos en dos ocasiones se ovacionó con las palmas a los castrenses, a quienes se les han delegado tareas de seguridad pública, apoyo en programas sociales, así como en obras de infraestructura.
Se había cumplido media hora cuando el presidente listó las actividades en que apoyan los integrantes de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y De Marina Armada de México.
“Reconozco y agradezco el respaldo incondicional de los soldados y marinos de México que nos han apoyado en labores de seguridad pública, porque ahora lo permite la Constitución. Nos han ayudado en la protección de instituciones estratégicas, en la noble aplicación de los planes Marina y DN-III en auxilio a la población afectada por sismos, inundaciones, ahora con la pandemia y otras calamidades”, introdujo López Obrador.
“En nuestro gobierno los institutos armados están entregados, además, a la ejecución de obras en beneficio de nuestro pueblo: dragan ríos, limpian playas, construyen canales, aeropuertos y sucursales del Banco de Bienestar; administran puertos, vigilan aduanas y cultivan en viveros millones de árboles para sembrar parcelas comunales, ejidales y pequeñas propiedades”.
Precisamente, la administración de AMLO ha sido criticada por su dependencia casi excesiva de los castrenses. Incluso se ha abierto un debate en torno a la militarización del país y empoderamiento de este sector. Pero, contrario a esa postura, el presidente presumió como un logro haber sobrecargado de misiones a las instituciones armadas.
“Las Fuerzas Armadas están inaugurando una etapa nueva en su función de servicio a México. Mi reconocimiento, en particular, al secretario de Marina, almirante José Rafael Ojeda Durán y al secretario de la Defensa Nacional, general Luis Cresencio Sandoval González”, aseveró Andrés Manuel López Obrador.
Tras la detención de Cienfuegos Zepeda, el pasado 15 de octubre en Los Ángeles, California, un sector al interior del Ejército se mostró inconforme, pues cercanos al ex titular de la Sedena con Peña Nieto, reclamaban que uno de los suyos estuviera en el banquillo de los acusados por graves cargos de narcotráfico.
Se formó una reacción de tipo nacionalista militar reactiva, lo cual desencadenó en un sentimiento de traición por autoridades estadounidenses al ir contra uno de los altos mandos cuando se supone que había una colaboración cercana entre países. Debido a que la Administración del Control de Drogas y el Departamento de Justicia no compartieron información con México sobre las indagatorias contra el general.
La confianza entre aliados se vio herida. Los adeptos de este sector propusieron reducir e, incluso, congelar las relaciones con el gobierno norteamericano. Algunos analistas destacaron que se vería trastocada la relación de dependencia que tiene AMLO con las Fuerzas Armadas.
Por ello estaba obligado a actuar con cautela, pero, al final de cuentas, veía comprometida la materialización de sus proyectos, porque encargó a la Sedena la construcción de la refinería Dos Bocas, del aeropuerto Felipe Ángeles, el reparto de medicinas, además de la reducción de inseguridad.
Aunque el gobierno ha negado presiones, Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, reconoció que a raíz del tema Cienfuegos y en las negociaciones para traerlo de vuelta para que sea procesado, se puso sobre la mesa revisar todos los acuerdos de cooperación en materia de seguridad, en especial, los referentes al combate del crimen organizado. Reportes de prensa y analistas han consignado que hubo una coacción intensa por parte de los castrenses.
Quedó constatado cómo el mismo López Obrador cambió de opinión de un día para otro sobre el arresto del general. El 16 de octubre, cuando ni siquiera se habían cumplido 24 horas de la noticia, el presidente se mostraba un tanto gustoso y usó el caso para reforzar su discurso de que era “una muestra inequívoca de la descomposición del régimen”, usó las palabras “degradación” y “decadencia” para referirse al hecho.
Habló de una limpieza en el Ejército y así dar con quienes estuvieran vinculados a Cienfuegos, pues los cargos eran graves, la corrupción del narcotráfico hasta lo más alto de la cúpula militar y él no iba a “encubrir a nadie”. Sin embargo, al día siguiente reculó. En una gira por Tapanatepec, Oaxaca, dijo a los medios que esperaría las pruebas y la presunta conducta criminal del general no manchaba a la institución. Se volvió a la defensiva y arremetió contra la DEA, que a decir de AMLO, decidía “como Juan por su casa” sobre los operativos que las Fuerzas Armadas solo ejecutaban.
Ahora, en su segundo informe de gobierno, la exposición más importante que tiene cada mandatario para rendir cuentas a la ciudadanía, no dejó pasar la ocasión para reconocer el papel de la Sedena, la Semar y sus titulares.
Para 2021, la Secretaría de la Defensa Nacional ejercerá su mayor presupuesto en la historia: 112 mil 557 millones de pesos, es decir, 18 mil 528 millones más que lo otorgado en este año; algo que se ha calificado como “consentir” a los castrenses. Entre 2019 y lo que va de 2020, a esta dependencia se le han entregado 50 contratos por adjudicación directa en montos superiores a los 2 mil 481 millones de pesos.
Por otra parte, AMLO arrojó datos sobre la Guardia Nacional, creada para tareas de Seguridad Pública, pero que está compuesta en estructura y recursos humanos por militares. Cuenta con 98 mil agentes desplegados en 176 coordinaciones al interior del país. Se prevé una presencia de 150 mil efectivos en 266 coordinaciones para 2021. Este cuerpo policial tiene a su disposición 87 cuarteles, están en proceso otros 85 y para el año siguiente se habrán terminado de construir todas sus instalaciones.
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