El productor de televisión, Epigmenio Ibarra, conocido en la actualidad por su postura política en favor del presidente Andrés Manuel López Obrador, más que por sus contenidos audiovisuales en medios de comunicación, fue contundente en su opinión acerca del caso Rosario Robles, ex funcionaria priista que fungirá como testigo colaborador para la Fiscalía General de la Republica en los supuestos actos de corrupción que se cometieron en sexenios anteriores.
En su columna de opinión audiovisual de Milenio, Ibarra señaló que los ex funcionarios que en la actualidad enfrentan procesos legales, tanto del PRI como del PAN, terminarán sucumbiendo y colaborando con las autoridades mexicanas, esto con el objetivo de evitar sentencias penales que los hagan pasar temporadas largas en prisión.
“Rosario Robles va a dejar de quejarse y va hablar, como ya lo están haciendo Emilio Lozoya y Emilio Zebadúa, y como seguramente lo hará Genaro García Luna cuando se enfrente a la posibilidad ser sentenciado a 30 o 50 años en Estados Unidos. O aquí, Juan Collado, cuando tome conciencia de que, pese a la astucia de sus abogados seguirá en prisión y perderá toda su fortuna. Poco o nada me importa la suerte de estos que son al final de cuentas una taja de ladrones, lo que me importa es que sus confesiones, acompañadas de las pruebas, habrán de darle por fin una oportunidad a la justicia de México”, declaró Ibarra.
A pesar de que los describió como funcionarios “acostumbrados a la vida fácil y beneficiarios de la élite política”, Epigmenio aseguró que “no hay lealtad que valga la cárcel y estos harán de todo para evitarla, y más cuando la justicia les tiende puentes de libertad”. Además, dijo que funcionarios como Rosario Robles, Genaro García Luna o Emilio Lozoya “no son perseguidos políticos, son ex servidores públicos implicados en actos de sobornos y corrupción”.
En contexto, Ibarra señaló que, en los escándalos de corrupción alrededor del mundo, la justicia tiene “más éxito” cuando trabaja con testigos colaboradores, personas que ejercieron en esquemas de corrupción y al final terminaron hablando y acusando a personajes con rangos más altos en su modus operandi.
“De sobra sabemos los mexicanos que los ‘chivos expiatorios’ no sirven para nada, que el ritual sexenal de sacrificio de personajes descartables, ese que el régimen neoliberal solía realizar al final de cada sexenio, tenía como objetivo legitimar su permanencia en el poder y, una consecuencia, que los de arriba robaran a su antojo”, dijo Ibarra ante la audiencia.
Respecto a los sexenios anteriores, Epigmenio Ibarra se sinceró y exclamó que si en verdad se desea combatir y “arrancar de raíz” los esquemas de corrupción se debe llegar a los ex presidentes del PRI y PAN, esto haciendo referencia a Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón. De acuerdo con el cineasta, los ex mandatarios eran “intocables y disfrutaban de altos niveles de impunidad. “Los dedos de Rosario Robles deberán siempre apuntar hacia arriba, hacia Calderón y Peña Nieto”, añadió.
“Para eso sirve el criterio de oportunidad, en el que se establece, que a quien se le imputa los delitos para disminuir las penas o evitar la cárcel, debe señalar a quienes corresponsables de los mismos delitos, ocupen los altos más cargos de responsabilidad en la administración pública. La cadena de impunidad se rompe, pues el subordinado entregará al jefe corrupto”, sentenció Ibarra.
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