La fundación de la revista Todo Ciclismo marcó el camino para que Luis Benjamín Villicaña Muñiz se integrara a uno de los equipos de periodistas deportivos más trascendentes en los últimos años, “Los Protagonistas”. En busca de patrocinio para la publicación se acercó a la agencia que lo hacía, en ese momento, para “DeporTv”. Aunque no consiguió el objetivo, recibió una invitación para trabajar en la televisora, llamada entonces, Imevisión.
“El señor Luis Adame me da la invitación para ir a hablar con José Ramón. El primer día que nos vimos nos caímos muy mal ambos. Me dijo ‘¿Usted va a narrar?’ Sí, señor. ‘No, aquí tenemos un grupo experto de comentaristas’. Pero los que narraban ciclismo eran de fútbol. Uno era Alberto del Toro, y el otro era Carlos Albert, quien todavía anda en los medios de comunicación. Entonces él narraba el ciclismo y sí, me dio la oportunidad sin hacerme ninguna prueba, ni de voz, ni de conocimientos, nada. Me citaron un día en “DeporTV” un domingo y a empezar a narrar. Ahí empezó la historia en 1986, hace 34 años.”
Dos años después de integrarse al equipo, gracias a su trayectoria y conocimiento en la disciplina, llegó la oportunidad de narrar ciclismo en los Juegos Olímpicos de 1988.
“Me tocó que me invitara a narrar los eventos de ciclismo en Juegos Olímpicos, primero, de Seúl 88 porque ya la televisión en México había entrado a narrar esto. Entonces no había quien narrara ciclismo en México y me tocó a mí esa ventaja. Yo toda mi vida ciclista, tenía una cuestión favorable en el conocer, desde el punto de vista técnico y luego la habilidad para poderlo narrar, para explicar o para comentar a la gente. Fuimos creciendo en esa labor.”
El plan de José Ramón Fernández, con el equipo de Los Protagonistas, fue crear periodistas especializados a partir de su trayectoria en la disciplina. Luis Villicaña vio a diversas personalidades integrarse y vivir ese proceso.
“En el equipo de trabajo de aquella Imevisión, que después se volvió TV Azteca, José Ramón Fernández tuvo la visión de crear a los comentaristas deportivos a partir de deportistas que dominaran su especialidad. Entonces sí te puedo decir de un Raúl Orvañanos, que era futbolista, Carlos Albert, futbolista. Él le dio la oportunidad a Luis García que hoy está de moda como conductor, a Jorge Campos. Fue creando a este tipo de jóvenes. Pero tomó primero a gente como Luis Baraldi para hablar de tenis, tenista reconocido que ahora vive en Estados Unidos. Así los fue creando.”
En ciclismo, Villicaña narró a lo largo de 23 años los resúmenes semanales de competencias como La Tour de France, tanto para “Los Protagonistas” como para “DeporTv”.
LA PLATA DE BELEM GUERRERO, UNA MEDALLA ESPECIAL
“Lo que más me ha marcado a mí, o por lo que mucha gente me ubica o recuerda, es la narración de la medalla Olímpica de Belém Guerrero, la ciclista mexicana, en Atenas 2004. Una medalla que de alguna manera me había tocado pronosticar un año antes”.
La historia detrás de la plata de la ciclista oriunda de Ciudad Nezahualcóyotl va más allá de Atenas 2004. Luis Villicaña la conoció cuando ella aún participaba en competencias infantiles y, posteriormente, la siguió muy de cerca en ediciones previas a que Belém ganara el segundo lugar en su prueba Olímpica.
“Me tocó acompañarla en Atlanta 96 y en Sidney 2000. Cuando nos íbamos para Atenas, en 2004, me encontré por el Velódromo Olímpico a su papá, a Don Rafael. Yo conocí perfectamente a la madre de Belem Guerrero, a la señora Méndez, porque ella era la que la llevaba a entrenar al autódromo, ella era quien la esperaba ahí sentada mientras su hija daba vueltas y vueltas y entrenaba con los hombres. El papá me dice, ‘te voy a pedir un favor. Si están allá en Atenas no la entrevisten. Se pone muy nerviosa, no le gustan las cámaras’.”
En aquella edición Olímpica, Luis compartió el viaje con otro periodista reconocido del equipo, David Faitelson. Una vez instalados recibieron la instrucción de José Ramón Fernández para conseguir una entrevista con Guerrero. Al recordar las palabras que el padre de Belém le dijo en las inmediaciones del Velódromo en México, Luis decidió no realizar la charla.
“Yo le dije a David este comentario del papá de Belem y que no la íbamos a entrevistar. Y me dice ‘¿Cómo crees? nos regresan a México, José Ramón se va a molestar’. Yo le dije ‘Mira vamos a entrevistar al hermano y al entrenador y Belem dando vueltas en el velódromo arriba en la pista, y la cámara nada más siguiéndola, pero no la entrevistamos’. Luego llegamos al trabajo y José Ramón dice ‘Y ahora la entrevista de Belem’, pero nosotros le dijimos ‘No, señor, la agarramos entrenando y no podíamos interrumpirla, pero el papá dijo esto y el hermano, que es el mecánico, dijo esto otro’.”
El día de la competencia se condensaron vivencias que volvieron especial el triunfo de Belém Guerrero. Luis presenció desde el micrófono una competencia que él solía correr en sus años como ciclista. También, un año antes de la competencia pronosticó la presea en una intervención durante el programa compartido con José Ramón Fernández. Por último, fue uno de los encargados de convencer a la atleta de que “el cuarto lugar” obtenido en Sidney “no existe”.
“Yo le decía ‘ganaste ese cuarto lugar olímpico, pero ni tu familia te fue a recibir. Si ganas una medalla te va a cambiar la vida’, y así sucedió. Belem corrió de manera inteligente. Faltando dos a tres vueltas arranca la cubana, se va Belem con ella y se queda la colombiana, la señora hoy de 52 años. Se queda y hasta se cayó, está la imagen en Youtube. Se queda y Belem cambia la medalla que estaba tratando de ganar, para ser la de plata.
“Cuando estamos en la crónica, Raúl Alcalá y yo, llegó un momento en que la emoción fue tal de poder compartir algo que habíamos visualizado, que habíamos previsto, que habíamos pronosticado, que cuando Belem ataca, en la fila de la misma tribuna donde estaban los medios de comunicación también estaba la BBC de Londres, y el comentarista de ciclismo volteaba a verme hacia arriba por los gritos que pegábamos. Ha de haber dicho ‘este está loco, ¿por qué grita, por qué narra de esa manera? algo le pasa a ese señor’. Es que sí, la medalla para México, que nunca se había logrado, la ganó una niña que le había costado llegar y lo concluyó. Terminamos siendo buenos amigos de Belem Guerrero ya ahora, 16 años después.”
LUIS VILLICAÑA Y JOSÉ RAMÓN FERNANDEZ
Aunque en 1986 la primera impresión entre Luis Villicaña y José Ramón Fernández fue caerse mal, la amistad cultivada los llevó a acumular experiencias juntos con el paso de los años. Una de ellas aconteció durante los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en 2016, aunque ambos trabajaban para diferentes empresas.
“En Río de Janeiro, hace cuatro años, él ya trabajando para ESPN y nosotros en Claro Sports, venía un español que había sido nuestro colega, un compañero de trabajo en Londres 2012, y buscaba a otro miembro del grupo de ESPN, a Fernando Palomo, salvadoreño grande que narra futbol. Me preguntaba por Fernando, fuimos a la oficina de ESPN y le salió José Ramón. Le presenté a este amigo y le digo —Mira, él es mi maestro, el hombre que tiene la culpa de que yo esté aquí narrando—. Se puso a platicar con José Ramón y todo, pero ambos hablando como españoles, porque José Ramón nació en Puebla, pero como españoles. Ya luego dice José Ramón —Hombre, acércate más a este tío porque él sí sabe de deportes, él sí es español—”.
MAESTRO DE DAVID FAITELSON
En 1989, cuando Imevisión transmitió por primera vez una vuelta ciclista para televisión, Luis Villicaña debutó en el medio junto a David Faitelson. Esa mancuerna en la narración se repitió en ediciones posteriores de competencias de ruta y. El novel David aprendió del largo camino que Villicaña ya había recorrido.
“David Faitelson, él lo reconoce, no lo digo yo, pero él dice que soy su maestro.”
La llegada de Faitelson al equipo de José Ramón Fernández fue gracias a su conocimiento en el beisbol y el boxeo. Aunque conocedor de las disciplinas, Luis afirma que le faltaba experiencia en el medio.
“Cuando su papá cerraba el negocio en la calle de Correo Mayor, en el centro, era para irse todas las noches al estadio del Seguro Social al béisbol, siempre en el mismo palco. Era la afición del papá de Faitelson y de David desde niño. Luego tuvo la oportunidad de debutar en el periódico haciendo una notita, escribiendo un comentario. Lo invitaron a irse a Imevisión y era un muchacho con muchas inquietudes, pero con poca experiencia. Por ejemplo, cuando empezó a narrar ciclismo me decía —Oye ¿cómo los conoces? ¿Cómo puedes identificarlos?— y es porque todos traen un número que durante toda la competencia no van a cambiar. A tí te toca correr con el 23 desde la primera etapa hasta la doce y siempre vas a correr con el 23.”
Como parte de la plantilla de ESPN, y gracias a la amistad construida entre ambos, Luis comentó que Faitelson ha propuesto su contratación en la empresa para “que narráramos él y yo como lo hacíamos en las vueltas de México”. Villicaña, por su parte, también reconoce la carrera de David.
“Muchos me dicen ‘Tú le enseñaste a David Faitelson’ y no me arrepiento. Creo que fue un buen alumno y lo que ha logrado ahora él ha sobresalido mucho. Hay gente, incluso el mismo José Ramón Fernández, que le dio la oportunidad de estar en televisión y cada vez que nos vemos es con mucho cariño y mucho gusto porque somos parte de un equipo.”
Luis Villicaña considera que su paso como Protagonista ha sido una de las experiencias más enriquecedoras “porque llegas como novato y no sabes nada”.
“Estar con gente como David, como José Ramón, en algún momento con Raúl Orvañanos, con Víctor Trujillo, el famosísimo Brozo, o el famoso Güiri Güiri, el profesor “Chunga”. Los personajes que este tipo de profesionales lograban hacer te va creando un ambiente en la crónica. Siempre me decían —El único que narra ciclismo eres tú—, ahora ya puedes encontrar a lo mejor cinco o seis voces que tratan hacerlo, pero ahí se las dejo, a ver si alcanzan los niveles que hemos tenido la oportunidad de, gracias a Dios, poder desarrollar.”
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