La pandemia no hace que la cultura se detenga, pues este sábado 28 de noviembre fue inaugurada la XXXIV edición de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL). Esta será completamente virtual y se celebrará hasta el próximo 6 de diciembre.
Ricardo Padilla, director del comité organizador, se presentó para inaugurar la feria y hacer conocer su sentir acerca de los comentarios que el presidente Andrés Manuel López Obrador expresó hace un par de semanas.
“La FIL nació y se ha consolidado a pesar de muchas cosas, sí; pero nunca en contra de personas o instituciones. A pesar, por ejemplo, del escepticismo de quienes dudaron de su éxito en un país como el nuestro y más aún, en su provincia. O a pesar de los cambiantes criterios de los gobiernos en turno para apoyar su realización. O en contra de que se impongan criterios de qué libros sí valen, de qué ideas sí importan o de qué discursos sí deben escucharse. No podría ser de otra forma: los libros son vehículos de la libertad y enemigos de cualquier tipo de fundamentalismo”, expresó.
Padilla también retomó una cita de 1968 que pronunció en ese entonces el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Javier Barros Sierra, para hacer énfasis en la importancia de los desacuerdos dentro de una sociedad.
“‘Viva la discrepancia, porque es lo mejor para servir. Viva la discrepancia, porque es el espíritu de la Universidad’; y la FIL, antes que todo, es una feria de la universalidad”, aseguró.
Padilla utilizó su discurso para pedir que aunque la pandemia por COVID-19 haya afectado a la economía del país, el gobierno trate de proteger aspectos como la ciencia, la cultura y la educación. Pues, de no hacerlo, podría hacer que las desigualdades sociales sean aún más grandes.
“Aún hay tiempo para reconsiderar y seguir el ejemplo de otras naciones que han activado fondos de emergencia y planes especiales para proteger la educación, la ciencia y la cultura. No hacerlo así y dejar que sufran los efectos directos de la crisis compromete el desarrollo del país y hará más hondas sus desigualdades sociales”, explicó.
Aunado a esto, Padilla insistió en que la Feria siempre ha probado que la cultura es algo imprescindible en una sociedad.
“A minutos de comenzar nuestra Feria, que ha mostrado que la cultura es un recurso estratégico para el desarrollo, refrendamos nuestra esperanza de que en verdad se logre una transformación como la que desea y merece nuestro país”, agregó.
Cultura dedicada a las víctimas
Padilla aseveró que a pesar de que quisieron realizar un evento presencial, siempre se tuvo la sospecha de que esta año no pasaría, por lo que les dio tiempo de planear un evento digital desde el inicio del confinamiento.
“Aunque mantuvimos hasta el final la esperanza de realizar un evento presencial, desde principios de marzo intuíamos que habría pocas posibilidades. La comprensión temprana del alcance de la crisis sanitaria por parte de la Universidad de Guadalajara y la preocupación del Gobierno de Jalisco por actuar en consecuencia, nos dio claridad y tiempo para migrar nuestra feria a plataformas digitales”, dijo.
Padilla también decidió dedicar esta edición del evento a la memoria de las personas que fallecieron a causa del SARS-CoV-2.
“Miles de hogares han sido tocados por la pandemia y las víctimas mortales han superado todas las proyecciones. Muchos hemos perdido a familiares, amigos, vecinos, personas significativas en nuestras vidas. Lo lamentamos profundamente y expresamos nuestras condolencias. Dedicamos esta FIL a la memoria de todos los fallecidos. El puente que nos une a ellos, como sugirió Thornton Wilder en su famosa novela ‘El puente de San Luis Rey’, es indestructible porque está hecho de amor, un material más durable que la memoria” señaló.
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