Antes de que Andrés Manuel López Obrador fuera presidente de México, criticaba las decisiones de los que entonces eran mandatarios del país, por ejemplo, la actitud “sumisa” de Enrique Peña Nieto frente a Donald Trump o el utilizar al Ejército para tareas de seguridad pública, lo que calificaba como “perverso”. A casi dos años de haber llegado al poder, su postura y discurso cambiaron.
A lo largo de su administración, esas y otras contradicciones han sido cuestionadas desde distintos frentes y por diversos organismos.
En 2018, López Obrador manifestó su postura sobre enjuiciar o no a expresidentes mexicanos. Desde entonces, ha insistido en que se le tiene que preguntar a la ciudadanía si quiere o no que eso pase. Aunque ha dicho que él no está a favor, él mismo presentó una iniciativa para la realización de dicha consulta.
Cabe recordar que el 15 de enero de 2019, retomó el tema y señaló que se le preguntaría a la gente si habría juicio contra Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto. En junio de este año, nuevamente tomó el asunto e indicó que la consulta para enjuiciar a expresidentes mexicanos por actos de corrupción se realizará solo “si es indispensable” y si es “mucha la exigencia de la gente”, pero insistió en que no hay que estar “anclados en el pasado”.
En seguida se realizó una recopilación de firmas para presentar la propuesta de consulta ciudadana al respecto, pero al no conseguirse el número requerido, AMLO emitió una iniciativa con una pregunta en la que ya no planteaba la opción de que si estaban –como él lo había dicho en un principio– a favor.
Ante ello, la pregunta fue modificada y aprobada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y el Congreso de la Unión, por lo que la consulta se celebrará el próximo agosto de 2021.
Otra de las posturas que el actual mandatario mexicano cambió, fue respecto al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Siempre criticó la postura de México ante el gobierno estadounidense, a tal medida que incluso escribió el libro “Oye Trump”, en el que proponía la defensa de los migrantes ante la “actitud autoritaria” del presidente norteamericano.
“EPN calla ante Trump, nosotros decidimos enfrentar la xenofobia y defender a los migrantes”, escribió en Twitter el día que presentó su libro.
Obrador criticó la propuesta de Trump para construir un muro y las amenazas que dirigía hacia México. Sin embargo, al llegar a la presidencia, el tono de AMLO hacia Trump fue más amable, y hasta ofreció colaboración para frenar la migración centroamericana hacia Estados Unidos. Asimismo, se le olvidó su postura de no viajar al exterior y realizó su primer y único viaje fuera del país para reunirse con el mandatario estadounidense.
En otro sentido, después de la detención del general Salvador Cienfuegos, secretario de la Defensa Nacional durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, el presidente López Obrador señaló que el “sólo señalamiento de funcionarios” implicaría el retiro de sus cargos, aun sin que concluyan las investigaciones.
No obstante, luego de la noticia, el mandatario reiteró su postura de “limpiar” de todos los excolaboradores de Cienfuegos que sean “señalados”, e indicó que no se puede calificar a toda la institución por la conducta de un general. “No es justo culpar a toda la oficialidad del Ejército, de estar involucrada en este caso”, aseguró.
Otra de las contradicciones de AMLO a casi dos años de su administración, tiene que ver con usar al Ejército para la seguridad. Y es que cabe recordar que en septiembre del 2013, luego de haber perdido por segunda ocasión la elección presidencial, Obrador criticó el uso del Ejército para atender la inseguridad del país, situación que cambiaría con su llegada al poder.
Sin embargo, el pasado 11 de mayo, se publicó un decreto por el que se dotó al Ejército y la Marina de atribuciones extraordinarias de seguridad pública, para que actúen en respaldo de la Guardia Nacional hasta el 27 de marzo de 2024.
Finalmente, uno de los casos más polémicos en lo que va de su sexenio y que tienen que ver directamente con él, es el que se suscitó con el video en el que se ve a su hermano, Pío López Obrador, recibiendo dinero de David León, extitular de Protección Civil que al momento de la grabación en 2015, era colaborador del gobierno de Chiapas.
El material se esparció rápidamente y le valió duras críticas al presidente, no sólo por involucrar a uno de sus familiares, sino por la justificación que dio.
Estos videos se dieron después de que salieron a la luz otros en los que se muestra a asesores de legisladores del PAN recibiendo dinero supuestamente producto de sobornos del extitular del Pemex, Emilio Lozoya, para la aprobación de la reforma energética.
En conferencia de prensa, López Obrador señaló que el caso de Lozoya era un acto de corrupción, puesto que los recursos habían sido para beneficiar a políticos de oposición, mientras que el caso de su hermano aseguró que soólo se trataba de aportaciones al movimiento que él fundó.
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