Son francotiradores “especializados”. Pueden realizar operaciones aeromóviles y de búsqueda. Poseen armas del uso exclusivo de las fuerzas especiales que ninguna otra unidad posee. Cárteles Unidos —que surge del reagrupamiento de Los Viagras y otras células delictivas en Michoacán— es un grupo radical que actúa a través de la violencia como su carta de presentación. Esta organización pretende, de forma absoluta, dominar las amplias regiones de Tierra Caliente, Michoacán.
En ese estado, días anteriores, un sonido —que partió el cielo en dos— anunció que decenas de personas morirían. Provino de una zona alta de Tepalcatepec. Sicarios de Cárteles Unidos elevaron un cañón montado en un vehículo blindado y dispararon un bombazo al aire, tan poderoso que hubiera derribado cualquier helicóptero.
Aquel momento sería parte de la celebración del recrudecimiento de la guerra que mantienen los narcos de Michoacán con el Cártel Jalisco Nueva Generación, liderado por Nemesio Oseguera Cervantes, el “Mencho”.
Oseguera Cervantes ha arremetido contra Cárteles Unidos y su líder José Álvarez Farías, el “Abuelo”, amenazándolos con desplazarlos de su bastión en una guerra casi “invisible” para el resto del país.
Los habitantes de Tierra Caliente, de los municipios de Apatzingán, Buenavista, Tepalcatepec, Chinicuila y Aquila han quedado en medio de esa disputa.
Hace unos días, sicarios de Cárteles Unidos, vestidos de militares y con armas largas, tocaron las puertas de sus vecinos. Les informaron que presuntos miembros del CJNG se preparaban para incursionar en la región y arrasarían con todo a su paso.
La advertencia estaba acompañada de una amenaza: todos los habitantes tenían que unirse a las filas de Cárteles Unidos para pelear a morir contra los de Jalisco, no aceptarlo sería considerado como un acto de traición.
Según documentaron medios locales y nacionales, a los pobladores —reclutados a la fuerza por los narcos— se les obligó a realizar zanjas a las carreteras que conducen a las comunidades de Tierra Caliente, para que las huestes del Mencho no pudieran entrar.
El periodista Óscar Balderas señala que varios de aquellos habitantes fueron encontrados muertos de manera misteriosa o simplemente desaparecidos.
La violencia en Michoacán no es nueva, de hecho, fue de los primeros lugares en exportar marihuana gracias a su fértil tierra. Sin embargo, en 2006 la situación se salió de control y el gobernador del estado lanzó un llamado de auxilio al entonces presidente de México, Felipe Calderón (2006-2012) ante la brutal violencia impuesta por Los Zetas, La Familia Michoacana y Los Caballeros Templarios. La respuesta del mandatario fue desplegar al Ejército y desde entonces no han vuelto a los cuarteles.
Michoacán es una región estratégica por ser un lugar de paso de la droga y el control del puerto Lázaro Cárdenas en el Pacífico, punto de entrada de los químicos para las drogas sintéticas que han hecho millonario al CJNG.
Hasta ahora, los único interesados en frenar al poderoso CJNG en su intento por controlar Michoacán han sido las autodefensas que, según los expertos, se mueven en una línea muy delgada entre quienes defienden legítimamente su pueblo y quienes se vincularon con otros cárteles.
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