Este miércoles 25 de noviembre se confirmó el fallecimiento del doctor José Manuel Mireles Valverde, Subdelegado Médico del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) en el Estado de Michoacán.
El doctor Mireles se armó de una reputación aguerrida durante su gestión como vocero de las llamadas autodefensas michoacanas, pues desde el 2014, su lucha por regresar la paz a su comunidad robó la atención de la opinión pública.
Después de que durante el gobierno de Felipe Calderón desatara la guerra contra el narco y los índices de violencia crecieran como nunca se había visto en la historia de México, se inició un deterioro paulatino de la presencia del Estado en diversos puntos de la república, dejando de lado la capacidad de preservar la paz pública.
La lucha frontal contra el narco estalló a principios del 2007 y era cuestión de tiempo para que sus afectaciones lastimaran a tal punto que la población civil decidiera oponerse a los grandes capos de la droga.
Entre 2013 y 2014, durante el sexenio del priista Enrique Peña Nieto, el doctor se convirtió en la figura más representativa de un grupo de más de 25 mil campesinos que, de manera paralela al Ejército y la policía, buscaban combatir al cártel Los Caballeros Templarios, o por lo menos evitar que continuarán cometiendo secuestros y asesinatos contra los residentes de la zona.
Tras el reconocimiento global del movimiento de las autodefensas en Michoacán, inició un periodo de deterioro en las autodefensas. Inicialmente, los problemas estructurales de la organización comenzaron a manifestarse, pues al no tener una línea de mando definida, la lucha por el poder interno del movimiento manchó al mismo.
Los señalamientos y acusaciones contra José Mireles no se hicieron esperar, pues hubo quien aseguró que el médico estaba relacionado con otros grupos del crimen organizado. En el 2014 el gobierno solicitó a las autodefensas que se unieran a las fuerzas combativas oficiales, como la Policía rural, o regresaran a las actividades que realizaban antes de entrar al grupo armado, pero muchos se rehusaron, debido a que alegaron que la mayoría de las fuerzas armadas oficiales eran corruptas.
Después, el gobierno en turno solicitó que los miembros de las autodefensas depongan las armas, petición que fue negada por Mireles Valverde, motivo por el cual fue arrestado en junio del 2014 por las autoridades quienes lo acusaron de portar armamento exclusivo del ejército y drogas. Tres años después salió de prisión a libertad condicional tras pagar una fianza de 30.000 pesos, y en 2018 fue absuelto de todos los cargos.
Con la llegada de Andrés Manuel López Obrador al poder, el médico fue seleccionado para trabajar como delegado del ISSSTE en su estado natal y así fue como de militante de un movimiento de lucha y confrontación pasó a ser parte del esquema burocrático de la cuarta transformación de la vida pública de México.
El acontecer público de Mireles está llena de guiños a cómo era en el ámbito personal, pues su carácter fuerte rayaba en la insensibilidad en ciertos temas, de tal modo que se vio obligado a tomar un curso ante el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED) y el Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES) para evitar declaraciones que violenten a las mujeres.
Asimismo, también se viralizó la vez que Mireles detuvo su camino rumbo a una reunión de trabajo para brindar los primeros auxilios a un individuo que había sufrido un accidente automovilístico.
“El amor al prójimo es una virtud que tiene arraigada el pueblo de México, hoy me encontré con un grave accidente, no dudé en prestar los primeros auxilios”, escribió en su cuenta oficial de Twitter junto con una imagen de él ayudando al afectado.
MÁS SOBRE ESTE CASO