La economía mexicana sigue sujeta a la incertidumbre imperante en el mundo. Pese a que se mostraron indicios de recuperación durante el tercer trimestre del año, debido a la reapertura de actividades, aún persiste el riesgo de que nuevamente se adopten medidas de confinamiento por un posible rebrote de COVID-19, tal como sucedió en algunos países europeos y en Estados Unidos.
En este contexto, el Banco de México (Banxico) prevé que, en el peor escenario, el Producto Interno Bruto (PIB) del país experimente una contracción de (-)9.3% en 2020, lo que supone una mejora respecto al pronóstico anterior, cuando el mismo indicador se fijó en (-)12.8 por ciento.
Por otra parte, en el mejor escenario, se espera una caída de (-)8.7 por ciento. Para el 2021, Banxico pronostica que la economía mexicana crecerá entre 0.6 y 5.3%, y entre 2.6 y 3.8% en 2022.
De acuerdo con el Informe Trimestral julio-septiembre, la recuperación económica del país será gradual, pues a pesar que el escenario mejoró respecto de las afectaciones de los primeros tres meses del año, sus indicadores aún se encuentran por debajo de los niveles observados previos a la pandemia.
En particular, la presencia de brotes adicionales en varias economías y la ausencia de un tratamiento efectivo o vacuna disponible han prolongado la duración de la emergencia sanitaria respecto de las estimaciones iniciales
Ante la falta de información disponible para realizar el reporte anterior, el Banco de México mostró tres escenarios posibles de recuperación económica en México.
El primero es el que supone la “peor” afección al PIB, pues hablaba de un comportamiento “tipo U”, lo que significa que la debilidad en la producción causada por el choque en el primer semestre de 2020 se podría extender durante el resto del año.
El segundo es “tipo V”, el cual supone que la recuperación observada en junio perdura a un ritmo elevado en el tercer trimestre. Y, por último, en el escenario “tipo V” profunda se espera que se presente una reactivación de la actividad, aunque menor que en el panorama anterior.
Sin embargo, en el informe más reciente, Banxico estableció un escenario central con el cual se espera una “recuperación gradual, a un ritmo moderado, a lo largo del horizonte de pronóstico, convergiendo a un crecimiento inercial hacia 2022”.
En este sentido, y considerando la cautela de inversionistas y consumidores ante un entorno de incertidumbre, la recuperación paulatina de la economía global, heterogeneidad sectorial en el ritmo de reapertura, así como los retos para la demanda agregada, el crecimiento del PIB para 2020, 2021 y 2022 se ubicaría en -8.9, 3.3 y 2.6% respectivamente.
Desde junio pasado, el gobierno de México implementó el regreso a la “nueva normalidad”, una estrategia enfocada en reabrir de forma gradual y ordenada la vida económica, social y educativa del país. A través de un semáforo epidemiológico, cada entidad federativa determina qué actividades están permitidas en el espacio público, así como qué sectores deben permanecer cerrados.
En la última actualización de dicho mecanismo, la Secretaría de Salud estableció que Chihuahua y Durango continuarán en color rojo (máxima alerta de contagio), 14 entidades en color naranja (alto riesgo de contagio), 14 en amarillo (riesgo medio de contagio) y dos en verde (riesgo mínimo de contagio).
Riesgos para el crecimiento económico de México según Banxico
Prolongación de las medidas de distanciamiento social por COVID-19.
Episodios adicionales de volatilidad en los mercados financieros.
Que las medidas de apoyo implementadas tanto a nivel nacional como internacional no sean suficientes para evitar cambios en la estructura productiva.
Que los efectos de de la pandemia provoquen el rompimiento de las cadenas globales de valor o posiciones más proteccionistas en distintos países.
Deterioros adicionales en la calificación de la deuda soberana y la de Pemex.
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