Maradona en Sinaloa: crónica de un año vertiginoso y memorable

El astro argentino le dio vida a una segunda división (casi) desaparecida

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(Foto: Twitter/Dorados)
(Foto: Twitter/Dorados)

Maradona donde se ponía una camiseta construía un imperio, pero en Culiacán, Sinaloa —estigmatizado por las luchas intestinas del narcotráfico y sede de uno de los cárteles de la droga más grandes del mundo— tuvo algunos pasos no tan dorados.

El “Pelusa”  sacudió al fútbol de México el 7 de septiembre de 2018 cuando el Club Dorados de Sinaloa anunció la contratación del astro del fútbol como su entrenador. Diego Armando, entonces, volvió a crear espectáculo con sus gestos, con sus arrítmicos balanceos y aún más que evidente descontrol.

En Sinaloa, un estado donde el deporte tiene que ver más con bates que con un balón, Los Dorados es un club equipo de Segunda División. En 12 meses como director técnico, el argentino levantó a un equipo casi muerto y lo llevó a jugar dos finales. Para su infortunio, ambas las perdió frente al Atlético de San Luis.

El efecto “maradoniano” levantó suspicacias en Culiacán: un astro en una ciudad sumida por el narco que pretendía relucir con el fútbol.

Diego Armando Maradona cuando se integró al club Dorado como entrenados (Foto: REUTERS/Henry Romero)
Diego Armando Maradona cuando se integró al club Dorado como entrenados (Foto: REUTERS/Henry Romero)

Maradona vivió sus primeros cuatro meses en una habitación del hotel Lucerna, localizado en Diego Valadés Ríos 99, Desarrollo Urbano Tres Ríos. Era el “D10S” del séptimo piso de uno de los sitios más exclusivos de Culiacán. Custodiado por siempre por su asistente personal, Maximiliano Pomargo, bajaba al restaurante a desayunar y a platicar con los empleados.

Su estadía era la de un huésped común, salvo que diario lo acompañaba una comitiva de agentes de seguridad.

La permanencia del argentino se convirtió en un asunto inquietante. En diciembre de 2018 Maradona abandonó su cuarto de hotel y se mudó a una zona residencial de clase media a tres minutos de estancia del estadio.

En su paso por “tierra azteca”, a 8,374 kilómetros de su natal Argentina, Maradona no dejó de ser quien era. A pocos meses de su llegada, fue multado por la Federación Mexicana de Fútbol por dedicarle un triunfo al dictador Nicolás Maduro y llamar “sheriff” del mundo al presidente del EEUU, Donald Trump.

En junio de 2019, Maradona puso fin a su aventura mexicana. A través de un comunicado a los Dorados, el ex futbolista argentino anunció que ya no seguiría como su entrenador por cuestiones de salud. “Siempre tendrás las puertas abiertas, primero es tu salud”, escribió el presidente del equipo, Antonio Núñez.

Los próximos meses le seguirían las noticias de una desmejora anímica del ídolo. Diego Armando Maradona falleció este miércoles 25 de noviembre de un paro cardiorrespiratorio en su casa de Tigre.

“Cuando llegaste a Sinaloa ya eras una leyenda. Gracias por regalarnos tu mejor versión, por todo el amor que nos diste y por enseñarnos a disfrutar el fútbol como sólo tu pudiste hacerlo, esperamos haberte regresado un poco de lo mucho que nos diste”, escribió Dorados en Twitter.

(Foto: Twitter/Dorados)
(Foto: Twitter/Dorados)

Los Dorados de Sinaloa, desde 2013, son administrados por Grupo Caliente, un consorcio que ha entrado al fútbol con otro equipo, los Xolos de Tijuana, y una franquicia de casinos a lo largo del país. El propietario es Jorge Alberto Hank.

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