Del general Salvador Cienfuegos Zepeda nada se supo luego que abandonara el hangar de la Fiscalía General de la República (FGR) en Toluca, Estado de México, procedente de New Jersey, libre de cargos por narcotráfico. A su arribo, dos agentes de la Guardia Nacional (GN) habrían intentado fotografiarle, lo cual implicó que fueran cesados.
De acuerdo con el columnista Salvador García Soto, un oficio con número GN/S.A/2849/2020 señalaba que todo el personal de la GN asignado al aeropuerto internacional Adolfo López Mateos de Toluca, debía cesar sus funciones y quedarían a disposición en espera de nuevas órdenes.
El documento habría sido girado a Fernando Ramírez Padilla, inspector general de la Guardia Nacional y director general de Seguridad en Carreteras e Instituciones de la Base Contel de Iztapalapa. Con fecha del 22 de noviembre, la misiva se habría filtrado en un chat de ex integrantes de la Policía Federal que ahora forman parte de la GN.
Hasta el momento, ni Luis Rodríguez Bucio, titular de la GN, ni la misma dependencia de Seguridad han negado ni confirmado el cese o motivos que hubieran causado lo dispuesto en el oficio referido por el columnista de El Universal.
Cienfuegos Zepeda llegó de Estados Unidos a México a las 18:40 horas del pasado 18 de noviembre a bordo de un lujoso jet privado Gulfstream IV, matrícula N40VC. Tras serle practicado un examen médico pericial del que resulto favorable y luego de que fuera notificado de una Carpeta de Investigación en que está involucrado, ofreció su teléfono y dirección para atender cualquier disposición ministerial. Se marchó a las 19:12 horas del hangar de la FGR y después de ello, nada se supo.
Pesuntamente, los miembros de la GN acudieron al sitio donde se encontraba el general para documentar su arribo mediante fotografías, como corresponde a sus funciones. Pero este hecho habría causado molestia a los militares, quienes reclamaron por las imágenes.
Para el jueves 19 de noviembre, el coronel de la Coordinación del Estado de México instruyó que se aplicara un correctivo disciplinario, a decir del columnista. Y aunque Ramírez Padilla habría argumentado que los agentes de la GN solo desempeñaban sus funciones, el mismo Luis Rodríguez Bucio habría pedido que todos guardias nacionales asignados al aeropuerto de Toluca fueran retirados, lo cual, supuestamente, justificó como una orden del general Luis Crescencio Sandoval, titular de la Secretaría del Defensa Nacional (Sedena).
La llegada de Cienfuegos ocurrió bajo estricto sigilo. Solo se informó de su llegada más de horas después, cuando fue notificado a la jueza Carol Bagley Amon que el Servicio de Alguaciles de EEUU había transportado con éxito al general a México, tal como la magistrada de la Corte del Distrito Este de Nueva York lo había dispuesto. En esta última dependencia radicaba el caso y ahí fue donde le desestimaron cuatro cargos relacionados con narcotráfico al ex titular de la Sedena.
El ex mando del Ejército fue liberado por un acuerdo de la FGR y el Departamento de Justicia de EEUU, bajo la condición de que se le procesara en México con evidencia aportada por autoridades norteamericanas. En la gestión de ese pacto participó el gobierno mexicano a través de la cancillería. Versiones de prensa han consignado que hubo una amenaza de expulsar a agentes de la Administración de Control de Drogas si no se consideraba la búsqueda de llevar a juicio a un alto perfil de las Fuerzas Armadas.
Pero el gobierno de México ha negado tales presiones, en cambio, ha reconocido que se puso sobre la mesa revisar todo el acuerdo de cooperación en materia de seguridad bilateral y de combate al crimen organizado. El argumento fue que EEUU no compartió información con un aliado y la confianza entre vecinos se había visto herida. Otros reportes refirieron que se pactó la captura de un líder narcotraficante por el general, algo que también ha sido atajado por la versión oficial.
Mientras tanto, Cienfuegos está libre, espera que la FGR integre una carpeta de investigación y, si es el caso, judicialice el expediente, obtenga una orden aprehensión de un juez y vayan por quien, según el gobierno norteamericano, benefició al Cártel H-2 entre 2015 y 2017, para el tráfico, conspiración y distribución de marihuana, cocaína, metanfetamina, así como el lavado de dinero proveniente de vender estos narcóticos.
Fue detenido el 15 de octubre en el aeropuerto internacional de Los Ángeles, California, pasó 34 días encerrado y volvió a México, donde se espera, sea procesado, aunque es incierto el tiempo para esto suceda, podrían ser semanas o meses.
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