Rosario Robles Berlanga, presa por su presunta participación en desvíos del erario público para campañas electorales, confirmó que colaborará con la Fiscalía General de la República para aportar información de otros funcionarios implicados en el caso que la mantiene recluida desde hace más de un año.
“He decidido acogerme a la figura de testigo colaborador. Por el momento es lo único que puedo informar. Se han hecho declaraciones que no han sido acordadas conmigo. He instruido a mis abogados atenerse al procedimiento judicial. Lo que sí debo decir es que hablaré con la verdad”, publicó quien fuera titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) y Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) en el sexenio de Enrique Peña Nieto.
Previamente, sus abogados habían referido que se acogería a esa figura, la de criterio de oportunidad, ante la posible orden de aprehensión que tiene en su contra por delincuencia organizada y operación con recursos ilícitos, de la que aún no ha sido notificada.
En consecuencia, Robles Berlanga señalaría a políticos de relevancia como Luis Videgaray, quien reaccionó y dijo que la desesperación de la ex funcionaria por recuperar su libertad no puede justificar las mentiras.
La defensa de Rosario Robles había adelantado que el desvío de recursos fue a parar a los comicios del 2012, 2015, 2017 y 2018, en cuyo caso, Luis Videgaray Caso dio instrucciones de usar recursos públicos en favor del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Las confesiones ante la FGR incluirían que los recursos desviados de la llamada “Estafa Maestra” fueron para financiar las campañas del partido tricolor, incluida la presidencial de José Antonio Meade en 2018. Sergio Arturo Ramírez, abogado de la ex titular de Sedesol, adelantó que su clienta declarará que el dinero público también fue para las elecciones de 2017, cuando Alfredo del Mazo ganó la gubernatura del Estado de México.
El abogado declaró a medios esta mañana que su representada iría contra quien ordenó el uso de fondos del erario para los comicios, es decir, Videgaray Caso, quien estuvo al frente de la Secretaría de Hacienda (SHCP) y la Secretaría de Relaciones Exteriores con EPN.
Por otra parte, Sergio Arturo Ramírez dijo que al ex presidente Enrique Peña Nieto no se le buscará, pues desde Robles Berlanga no hay vínculos que lleven a él. Agregó que la ex secretaria de Estado se sintió desilusionada de que la quisieran involucrar en algo de lo que no tenía responsabilidad. Especificó que acogerse a la figura de testigo protegido no significaba declararse culpable, sino decir lo que ella sabe y le consta.
“Ella ponderó la decisión porque enfrentar un proceso de estas características requiere entereza emocional, económica, el apoyo de su familia y de las personas que se supondría fueron sus compañeros de gabinete, situación con la que no ha contado, ni siquiera desde el primer día. Esa solidaridad que ha demostrado para con otros no la ha obtenido”, dijo por su parte Epigmenio Mendieta, su otro defensor, en entrevista con W Radio.
Luego de que circulara esta información por la prensa, Luis Videgaray publicó una carta en su cuenta de Twitter, donde dijo que se le acusaba sin fundamentos ante una situación desesperada.
“Lamento profundamente que Rosario Robles opte por acusarme sin fundamentos para tratar de librar su situación legal (…) la desesperación no puede ser justificación para mentir e incriminar a inocentes. Ese no debe ser el camino para conseguir la verdad”, publicó quien era considerado como la mano derecha de Peña Nieto.
“Es completamente falso y carece por ello de sustento alguno. Rosario Robles podrá decir muchas cosas, pero lo que no podrá hacer es probar mentiras. Yo no tuve participación alguna, directa o indirecta en la llamada Estafa Maestra y mucho menos me beneficié de dicho presunto mecanismo”, añadió.
Videgaray explicó que en el sexenio pasado él no era superior jerárquico de Rosario Robles ni tuvo relación con ella a pesar de ser compañeros de gabinete y que los subordinados de la ex funcionaria tampoco recibieron instrucciones de su parte. Se dijo dispuesto a atender cualquier diligencia ministerial correspondiente y que lleve al esclarecimiento de la verdad.
Rosario Robles ha negado las imputaciones que pesan en su contra y está presa porque la Fiscalía General de la República (FGR) ha argumentado que, de seguir su proceso en libertad, podría sustraerse de la justicia.
Fue arrestada el 13 de agosto del 2019, con lo cual lleva más de un año privada de su libertad, en tanto se amplían las investigaciones. Unos cinco días antes de aquella detención, había acudido a comparecer por voluntad, pues dijo que no tenía nada qué esconder y prepararía su defensa.
Cabe destacar que Rosario Robles ya había sido tentada por la FGR a utilizar el llamado criterio de oportunidad con el objetivo de brindar información sobre actos corruptos de otros funcionarios mexicanos. En aquel entonces aseguró que “no tenía a quién entregar”, además de haberse dado a conocer, a través de sus abogados, que para que dicha propuesta funcionara, la Fiscalía tendría que haber presentado un proyecto formal para que la revisara y pasara a la funcionaria. Pues tal parece que todo eso ha cambiado y está dispuesta a cooperar.
Según las acusaciones en su contra, Robles Berlanga estaría implicada en el desvío de poco más de 5,073 millones de pesos en la “Estafa maestra”, mecanismo para otorgar contratos a universidades y empresas fantasmas, que se encargarían de ejecutar obras y servicios referentes a programas sociales, pero en realidad, el dinero habría sido triangulado para financiar campañas electorales.
Cuando estalló el escándalo por la “Estafa Maestra”, Peña Nieto la respaldó y le comentó que no se preocupara. Lejos y vacías quedaron las palabras de aquel 19 de abril del 2013 pronunciadas en Zinacantán, Chiapas. La próxima audiencia de Rosario Robles será presencial y está programada para el 8 de diciembre del 2020 en punto de las 10:00 horas (tiempo del centro de México), bajo la modalidad de juicio oral.
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