A unos día de que el Senado mexicano aprobara con una amplia mayoría la despenalización y regulación del consumo lúdico de marihuana, una legisladora de Morena, el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador, festejó el avance de la iniciativa desde un sitio particular: la localidad de Badiraguato, la tierra del prominente narcotraficante Joaquín “Chapo” Guzmán.
“En el Senado hemos aprobado la Ley Federal para la Regulación de la Cannabis, con el objetivo de hacerle justicia a los pueblos que han sido criminalizados por producir enervantes. Nunca más una Operación Cóndor en Sinaloa”, expresó la senadora morenista Imelda Castro, representante de dicha entidad en el noroeste de México, en un video publicado en sus redes sociales.
Ahora los campesinos de la sierra podrán obtener licencias del Estado para cultivar, comercializar y exportar marihuana. Enhorabuena para los pueblos que han sido criminalizados, llegó la justicia para ellos
El pasado jueves, el Pleno del Senado aprobó la histórica legislación con 82 votos a favor (18 en contra y siete abstenciones), con una importante mayoría impulsada por el oficialismo de Morena, el partido de la mayoría, y sus aliados, pero también con el apoyo de una parte de la oposición, incluidos legisladores del conservador PAN (Partido Acción Nacional) y del PRI (Partido Revolucionario Institucional).
El dictamen, por lo tanto, pasó a la Cámara de Diputados, donde se discutirá en las próximas semanas. En caso de aprobarse (se necesitan mayorías simples) tanto en comisiones como en el Pleno, volverá al Senado, donde se revisarán únicamente los cambios realizados, y si se aprueban las modificaciones, será enviada a López Obrador para su publicación y entrada en vigor.
La iniciativa eleva de cinco a 28 gramos la posesión legal de marihuana. Entre 28 y 200 gramos, los castigos serán económicos y por encima de esa cifra podrán ser sancionados con cárcel. Además, permite tener hasta ocho plantas de marihuana en el domicilio del consumidor, con ciertas restricciones.
Además, con el impulso de la Ley General para la Regulación del Cannabis, se crea el Instituto Mexicano para la Regulación y Control del Cannabis y se modifican, reforman y adicionan varios artículos de la Ley General de Salud y del Código Penal Federal.
El nuevo Instituto, un órgano desconcentrado de la Secretaría de Salud, será el encargado no solamente de regular el tema, sino también de definir y otorgar los permisos para comercializar e incluso exportar e importar marihuana, tomando en cuenta a los campesinos mexicanos y a todo el sector.
“Tiene como eje rector la promoción, respeto, protección y garantía de los derechos humanos, las libertades fundamentales y la dignidad humana, en los términos previstos por la Constitución”, señaló la senadora Castro.
“Además, se busca que en todo momento fomentar la paz y la seguridad de la sociedad, contribuyendo en la disminución del mercado ilegal del cannabis psicoactivo y con ello, del crimen organizado, la corrupción y la violencia”, concluyó.
Y es que Castro no eligió por casualidad a Badiraguato, ubicada unos 100 kilómetros al norte de Culiacán, la capital de Sinaloa. La tierra de Guzmán, que en su momento fue el hombre más buscado del mundo y líder del Cártel de Sinaloa, ha sido desde hace varias décadas una de las zonas más afectadas por el dominio del narcotráfico.
La senadora morenista espera que, con el avance la despenalización y regulación de la cannabis psicoactiva, los campesinos puedan dejar de trabajar de forma ilegal y contra las autoridades, en favor de grupos delincuenciales como hasta ahora, y puedan incorporarse al mercado legítimo mexicano.
En caso de aprobarse, la legislación mexicana sería de avanzada, que pondría al país junto a Canadá y Uruguay entre los países que han regulado la marihuana a nivel nacional. Sin embargo, organizaciones, académicos e incluso senadores que votaron a favor alertaron que este dictamen aún criminaliza el consumo, pero coincidieron en que la legislación primero debe avanzar y después mejorarse.
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