Dos miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) fueron apresados en Nuevo León durante un “acuerdo fallido” de compra de armas orquestado en la entidad fronteriza.
La operación tuvo lugar los últimos días en el centro de Monterrey, donde dos sicarios del CJNG creyeron que iban a reunirse con un traficantes de armas, revelaron fuentes policiales estadounidenses al sitio Breitbart Texas.
José Guadalupe “El Tucán” Santillán Serna y Alexis Medrano García, ambos presuntos miembros del cártel tapatío, se alojaban en un hotel del centro de la ciudad mientras esperaban conocer a sus posibles proveedores. Detectives de la Agencia Estatal de Investigaciones de Nuevo León (AEI) allanaron el hotel e incautaron pistolas y pequeños paquetes de drogas.
Durante el interrogatorio las autoridades se enteraron de que “El Tucán” y su asistente viajaron recientemente a Monterrey para reunirse con un proveedor de armas como parte de una estrategia para fortalecer al CJNG.
Las autoridades también supieron que “El Tucán”, originario de Zapopan, Jalisco, tiene un largo historial criminal en el estado de Zacatecas que incluye detenciones por secuestro, extorsión, robo de autos y otras actividades delictivas.. A pesar de múltiples condenas, a principios de este año un juez mexicano ordenó la libertad de “El Tucán”.
Él mismo admitió haber trabajado como sicario de Los Zetas antes de unirse al CJNG como líder de célula con estrechos vínculos con el máximo jefe Nemesio “El Mencho” Oseguera Cervantes.
Un informe de las Naciones Unidas evidenció que los traficantes transportan armas de Estados Unidos a México en pequeñas cantidades, incluso una sola arma por vez.
De acuerdo con el sitio Insight Crime, en el resto del mundo los “decomisos grandes” (que se definen como decomisos de 18 o más armas) representan cerca de la mitad del total incautado en las fronteras. Sin embargo, en la frontera entre México y Estados Unidos, las incautaciones inferiores a seis armas constituyen entre el 60 y el 70 por ciento del total.
A este tipo de tráfico se le conoce como “hormiga”, y aunque los contrabandistas no parecieran estar afiliados con algún grupo criminal, lo cierto es que la información de las autoridades refleja que existe un proveedor centralizado y que hay notable participación de los grupos mexicanos del narco.
Insight Crime realizó un análisis de los comunicados de prensa de la Patrulla de Aduanas y Fronteras (CBP) de Estados Unidos -entre los meses de mayo y julio- y encontró que los decomisos de una a dos armas de fuego fueron comunes, principalmente en los puntos de ingreso y salida de Yuma, Arizona y Del Río, Texas.
Todos los días, en compartimentos secretos de automóviles o escondidas dentro de camiones de carga, cientos de pistolas, fusiles de asalto o ametralladoras cruzan ilegalmente desde Estados Unidos a México.
La Secretaría de la Defensa Nacional afirma que cada año ingresan al país más de 200.000 armas de todo tipo. En promedio 567 al día, unas 22 cada hora.
También son cada vez menos los sicarios que participan directamente en las transacciones, pues en su lugar prefieren usar compradores con ciudadanía estadounidense sin antecedentes judiciales —como haber sido acusados de cometer delitos o sin delitos o sin problemas de estabilidad mental —. A ellos se les conoce como “compradores paja”.
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