De acuerdo con el análisis Fondo de Salud para el Bienestar cobertura y costos del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) –organización civil que busca incidir en el desarrollo de la economía pública, a través de la investigación– el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) no cuenta con un esquema de financiamiento equivalente a sus objetivos de cobertura universal.
Lo anterior debido a que, dentro de otros objetivos, el Insabi planea dar atención general a 77 millones, cuando su aumento de presupuesto no es equivalente, pues el gasto per cápita anual se redujo 33% pasando de 3,607 pesos en 2020 a 2,602 por persona para el próximo año.
De igual manera, el Insabi pretende dar atención a padecimientos de alta especialidad con el Fondo de Salud para el Bienestar, cuyos recursos eran por 97,108 millones de pesos para el segundo semestre de 2020; no obstante, para el arranque del Insabi en 2020, se contempló usar 40,000 millones de pesos.
Además, por si fuera poco, a raíz de la pandemia, la mayoría de Morena en la Cámara de Diputados aprobó una reforma a la Ley General de Salud para disponer 33,000 millones de pesos de dicho fondo.
De acuerdo con la organización, el presupuesto del instituto en 2018 fue de 189,000 millones de pesos, mientras que para el siguiente año fue de 198,000 millones sin dejar en claro en dónde están los 40,000 millones sustraídos para su consolidación, además de no identificar recursos destinados a la crisis sanitaria del coronavirus.
A pesar de estas presiones de gasto y de la ampliación de términos de población a la que se espera atender, no se ha presentado un plan, esquema o alternativa de financiamiento del sistema de salud. El tema de financiamiento vuelve a ser un punto débil y agravado en el contexto actual por la crisis sanitaria y económica por el COVID-19″, se lee en el estudio.
Asimismo, el centro dio a conocer que durante el 2018, con el Fondo de Protección Contra Gastos Catastróficos, que ahora forma parte del Fondo de Salud para el Bienestar, se atendieron 94,400 casos de VIH-sida, 10,293 casos de cuidados intensivos neonatales y 7,400 casos de cáncer de mama. Con ello, el VIH-sida tuvo la cobertura más alta con 96.1% y este padecimiento absorbió el 42.1% del fondo de Gastos Catastróficos.
Por otro lado, con base en un análisis de datos de los resultados de la Comisión Nacional de Protección Social en Salud de enero a diciembre del 2019, el legislador por el PAN enumeró que las enfermedades que redujeron su atención:
- Cáncer de la infancia y la adolescencia: de 1,632 casos a 22 casos
- Trasplantes renales en menores de edad: de 41 a 8 casos
- Cuidados intensivos neonatales: 10,293 casos a 729
- Cáncer de mama de 7,400 a 847
“Es un absurdo quitar un fideicomiso que es para atender a la salud, lo que queremos es que realmente atiendan las 66 enfermedades que durante un largo periodo de 14 años se fueron aumentando año con año”, enfatizó ante el uso del Fideicomiso de Salud para el Bienestar.
En otro sentido, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, destacó que a la fecha, el Insabi ha contratado 58,000 trabajadores y resaltó que el país tiene un histórico de deficiencia en su sistema nacional de salud, pues “a lo largo de 40 años no creció como debía crecer”.
“A lo largo de 40 años no creció como debía crecer, no se invirtió como se debía invertir, no se organizó, no se formaron los profesionales, porque la oferta educativa estuvo limitada y nos faltan 240,000 personas profesionales de la salud de todos los campos de la salud”, dijo en conferencia de prensa.
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