Mucho se ha hablado sobre el origen de la crisis actual de salud que enfrenta el mundo. Una de las posibilidades más comentadas es que el COVID-19 brincó a los humanos en un mercado de animales en China, donde animales silvestres, domésticos, acuáticos y de granja conviven en condiciones deplorables. Animales que en su entorno natural nunca llegarían a conocerse, y en caso de que lo hicieran, sería en su hábitat con su sistema inmune en un estado normal.
En los mercados húmedos, muchos de estos animales son vendidos y matados para convertirse en comida. Los niveles de estrés por el manejo, transporte, contención y presenciar y oler la matanza de otros provoca que los animales se inmunodepriman, lo cual aumenta las posibilidades de que enfermen y por ende se conviertan en transmisores de enfermedades.
Igualdad Animal, como parte de su labor de investigación, en la que es pionera, acudió a diversos países para recolectar imágenes de los mercados húmedos y del cruel trato que reciben los animales en ellos. En 2014 y 2019, la organización internacional de protección animal realizó investigaciones que fueron lanzadas con una petición para que estos lugares, que son un riesgo para todos, fueran cerrados definitivamente.
En cuestión de 6 meses, la investigación fue firmada por más de 500 mil personas. Y debido a que los medios de comunicación habían informado del cierre temporal de estos mercados y se habían difundido diversas medidas anunciadas por el Gobierno de China, es que decidimos acudir y valorar la situación para reportarla a este medio millón de firmantes que solicitaban el fin de estos lugares.
Lo que encontramos ahí muestra que estos mercados siguen vendiendo y matando animales como tortugas, ranas, patos, gansos, palomas y otros, y que a ellos acuden multitudes de personas. Es decir, los mercados de animales en China siguen operando.
Por si fuera poco, ningún otro país ha anunciado medidas para asegurar que en sus mercados se dejen de vender animales vivos - y matarlos en ellos -. En México, CDMX y Zapopan son los únicos que han tomado medidas para que algo así no suceda en nuestro país.
Por que sí, es sencillo pensar que esto se debe a una práctica que sucede en otra parte del mundo, pero la realidad es que pasa en todos lados. ¿Podrías decirme que no sabes de un mercado donde vendan animales como tortugas, iguanas, pericos, guacamayas, pollos, cabras, borregos, perros, gatos, incluso hasta grandes felinos?
Los mercados de animales vivos tienen que desaparecer en todas partes del mundo. No solo por el riesgo a la salud pública que representan, sino por el sufrimiento que suponen para los animales. Te invito a firmar la petición global para que se dejen de vender animales en los mercados y tianguis de todo el mundo en http://igualdadanimal.mx/mercados
*Coordinadora de comunicaciones México de Igualdad Animal
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