Pese a que la Ciudad de México es la entidad que tiene el mayor número de contagios activos, acumulados, decesos por coronavirus (COVID-19) y ha registrado un aumento en hospitalizaciones, continúa en semáforo naranja de alerta epidemiológica, situación que llevó a algunos reporteros a preguntar al subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, si esto tiene que ver con algún acuerdo.
A pregunta expresa el especialista en epidemiología aclaró que no hay ningún acuerdo con la jefa de gobierno capitalina, Claudia Sheinbaum, para que la entidad no retroceda al color rojo.
“La respuesta es no: el semáforo de riesgo COVID es un instrumento objetivo de estimación del riesgo, es como un termómetro, como una báscula (...) es instrumento de evaluación o medición de riesgo, y los instrumentos de evaluación no deben ser alterados”, aseguró López-Gatell este 20 de noviembre desde Palacio Nacional.
Dijo que “si uno altera el instrumento de medición” se pierde la capacidad de identificar el fenómeno estudiado, cómo en este caso es el riesgo poblacional de tener contagios por COVID-19, o de propagación de la enfermedad.
“Con el semáforo hay una sola metodología, esto es de común acuerdo, con las 32 autoridades estatales de salud, cuando se amplió a 10 indicadores, y a partir del semáforo las autoridades sanitarias de los estados pueden tomar decisiones”.
Dijo que en las decisiones que toma cada entidad, es muy importante que se identifique “el balance más a conveniente” entre el propósito de proteger la salud, a través de medidas de confinamiento, y el bienestar social y económico.
“Incluso a nivel global los organismos internacionales tienen esta reflexión sobre las consecuencias del confinamiento en la economía. Los elementos son importantes y los dos son de interés público, no debe quedar ninguna confusión al respecto”, aseguró.
Explicó que proteger la economía no significa salvaguardar el dinero de las personas ricas, sino proteger a todas las personas del planeta “porque dependemos del desarrollo económico, de la generación de riqueza; ya que existe desigualdad, es otra historia”.
Apuntó López-Gatell que hay naciones con desigualdad social como México, en donde la distribución de la riqueza no es uniforme, de tal modo, existen pocos ricos y muchos pobres, o quienes no llegan a este grado, pero viven al día.
“En este grupo de personas que están en condición de pobreza hay que agregarle otras personas que no están en condiciones de pobreza pero viven al día porque no están en un salario fijo ,en la nómina de una empresa privada, o en la nómina de una institución pública o no tiene un contrato prologado, viven al día, todos los días venden un servicio (....) entonces toda esta población es el centro de nuestra atención, es el centro principal del gobierno de México”.
Declaró que a las autoridades le importan los 127 millones de habitantes de México, no obstante, tienen mayor interés en aquellos con “fragilidad en términos económicos y sociales”.
Por lo que es importante que la población sepa que el manejo de la pandemia no solo abarca el sector médico o de la biología de una enfermedad. En este caso, lo que interviene es la Salud Pública y como tal, conecta con aspectos sociales.
Finalmente López-Gatell cerró el tema aseverando que “la respuesta es no, no se trata de ninguna negociación, el semáforo no está sujeto a negociaciones, el semáforo es un instrumento objetivo y corresponde a la autoridad sanitaria estatal tomar las decisiones más convenientes para balancear la movilidad social que ayude a activar la economía o a conservarla y la inmovilidad social que ayude a reducir los contagios.”
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