La postura de la Secretaría de Salud respecto a las medidas coercitivas, como multas o toque de queda, para aminorar la movilidad entre la ciudadanía y así mitigar la propagación de la COVID-19 ha sido de rechazo. En ello volvió a insistir el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, quien llamó a los gobernadores a modificar su estrategia y priorizar el diálogo con la gente.
Durante la conferencia de prensa para dar a conocer el panorama de la pandemia en México, el funcionario federal mencionó que a lo largo del país se ha optado por la persuasión a los habitantes para disminuir la movilidad entre los ciudadanos, a diferencia de otros países en donde se decidió ir por las medidas coercitivas.
“Hablamos con los gobiernos para que busquen ampliar esta capacidad y no recurran a medidas donde la persona en lo individual tiene que cumplir. Se necesita trabajo colaborativo y cada gobierno estatal tiene la responsabilidad de hacer un balance”, resaltó durante la rueda de prensa.
En esta misma oportunidad comentó que desde la perspectiva del gobierno federal, “la persuasión es poderosa para conminar a las personas que reduzcan su movilidad”. Incluso señaló que se ha disminuido este aspecto a lo largo de la epidemia en proporciones semejantes a otros países que se decidieron por las medidas coercitivas, un argumento que ya ha usado en diferentes ocasiones.
Otra funcionaria que estuvo presente en la reunión de la Comisión Nacional de Gobernadores en donde López-Gatell mencionó esto fue la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, quien llamó a construir puentes de diálogo y colaboración para establecer acuerdos en favor de la población del país.
Este discurso en donde se prioriza el diálogo y la persuasión surgió debido a que desde hace unos días, en varias entidades del país, se endurecieron las medidas de confinamiento para evitar la saturación de los hospitales.
En Chihuahua, por ejemplo, se aprobó el uso obligatorio de cubrebocas en toda la entidad. La iniciativa fue impulsada por el gobernador panista, Javier Corral, debido a que se regresó al color rojo en el semáforo epidemiológico y en caso de no cumplir con la medida, se les emitirá una amonestación con apercibimiento en primer lugar.
Si mantiene la conducta de no usar la mascarilla, recibirán una multa (desde 400 pesos para personas físicas y hasta 2,200 para personas morales), clausura temporal o definitiva, parcial o incluso total de establecimientos y arresto hasta por 12 horas.
El arresto, precisa la ley, se utilizará como sanción cuando se hayan agotado el resto de castigos y “la persona interfiera o se oponga al ejercicio de las funciones de la autoridad sanitaria” y también “a la persona que, en rebeldía, se niegue a cumplir los requerimientos y disposiciones de la autoridad sanitaria, provocando con ello un peligro a la salud de las personas”.
Otras entidades, como Aguascalientes, se han orientado hacia evitar aglomeraciones, por ello permanecerán cerrados hasta el 30 de noviembre los centros comerciales, bares, antros, restaurantes, oficinas o sucursales de atención a clientes, gimnasios, espectáculos, actividades culturales, actos religiosos con más de 15 personas, fiestas, venta de bebidas alcohólicas y tianguis.
En Ciudad de México también se implementaron medidas para evitar que la entidad transite al color rojo de alerta, como suspender por un periodo de 15 días el programa “reabre”, una estrategia para reconvertir temporalmente bares y antros en restaurantes y fondas.
Otra medida que se tomó fue la de reducir horas de servicio en gimnasios, cines, teatros, clubes nocturnos, museos, acuarios y casinos, pasando de las 22:00 a las 19:00 horas, así como Ley Seca en nueve alcaldías de la capital, con el fin de evitar fiestas o reuniones.
Jalisco, estado que también se encuentra en color naranja, recientemente generó un mecanismo local llamado Botón de Emergencia, el cual busca reducir los contagios. De acuerdo con el gobernador Enrique Alfaro, las nuevas medidas locales tienen tres ejes: estrategia territorial, vigilancia de indicadores y corresponsabilidad.
Detalló que se hará una evaluación quincenal a los municipios para vigilar que apliquen las medidas de contención, mientras que los sectores de recreación, comercio, turismo y servicios regresarán a operar, pero con restricciones de aforo al 50% y distanciamiento social.
En México, este jueves se superó el millón de casos acumulados de COVID-19, además de las 100,000 defunciones por esta enfermedad, situación descrita como “desagradable y triste” por López-Gatell, pues esta no era la cifra que se preveía al inicio de la pandemia.
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