Según las declaraciones hechas el martes por el vocero de la organización Fuerza Amplia de Transportistas (FAT), Nicolás Vázquez Figueroa, el transporte público que trabaja bajo concesión en la Ciudad de México se encuentra en quiebra debido a que no se le ha dado un aumento a la tarifa de los viajes, ni han recibido un subsidio por parte del gobierno de la ciudad.
Según él, esta condición económica precaria ha convertidos a los conductores del transporte público en “rehenes” en las estrategias electorales de los gobiernos de la Ciudad de México: “El transporte público concesionado en la CDMX está en quiebra debido a que los gobiernos de izquierda del PRD y ahora Morena los han convertido en rehenes político electorales”.
Nicolás Vázquez argumentó que la crisis en la que se encuentra el transporte concesionado de la CDMX se debe a que en los últimos 24 años la tarifa por viaje de los vehículos para transporte público que ocupan gasolina sólo ha aumentado en $4, mientras que el precio del combustible aumentó 16.05 pesos. Para los vehículos de transporte de pasajeros que ocupan diesel, la tarifa incrementó $5 mientras que el combustible aumentó su precio por 19 pesos con 11 centavos.
Estos cálculos expuestos por la FAT contemplan datos que llegan hasta el 2019. Para dicho año, Nicolás aseguró que ante la inequidad entre la inflación y el aumento de los pasajes, el personal de transporte público de la CDMX ha subsidiado cada viaje con 7.65 pesos durante el 2019 mientras que hoy lo hacen con 8.50. Esto debido a que, según sus estimaciones, las tarifas con ajuste a la inflación para el uso de transporte público que ocupa gasolina, deberían de llegar a los $13.15 por viaje.
En cuanto a los vehículos que consumen diesel, el vocero de la FAT dió una cifra de entre 10 y 12 pesos subsidiados por los transportistas, puesto que el pasaje con ajuste a la inflación actual la estiman en 16.77 pesos.
Este subsidio que sale del bolsillo de los transportistas, según alega Nicolás Vazquez, afecta la capacidad del personal de transporte público de pasajeros para dar mantenimiento a sus unidades, comprar combustible y refacciones, además de mantener en regla sus seguros.
La FAT advierte a Claudia Sheinbaum, Jefa de Gobierno de la ciudad, y a Andrés Lajous, sobre la posibilidad de que la CDMX se quede sin este tipo de transporte. Para evitar este escenario, Nicolás enunció dos soluciones:
“Sólo hay dos salidas a esta crisis, una es el incremento de la tarifa al menos de dos pesos y la recuperación anual del rezago, con un incremento que los ciudadanos de la capital pueden pagar, porque la calidad de su salario es superior a los que vienen de la zona conurbada que pagan arriba de los 12 pesos [...] La otra forma es que exista un subsidio generalizado para todos los concesionarios del transporte público de pasajeros, como ya lo hace el gobierno con las empresas concesionarias del Metrobús”
La petición de aumentar 2 pesos a la tarifa ya había sido expresada por la FAT a inicios de este año cuando transportistas cerraron algunas vialidades de la CDMX a manera de protesta. En esa ocasión, el gobierno pactó con la FAT un Programa de Bonos de Combustible en Apoyo al Usuario a través del cual se apoyó a los conductores con la cantidad de 4,000 pesos a condición de que se regularizara la documentación de las unidades.
Como parte de las negociaciones también se acordó que, a cambio de ser adscritos al servicio médico del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) los conductores debían de usar uniformes con logotipo de su ruta o empresa y presentarse a programas de profesionalización.
El pasado 11 de noviembre, luego de que el bicimensajero Mario Trejo fuera atropellado el pasado viernes por el conductor de la unidad con matrícula 0012514 de la ruta 1, la SEMOVI anunció la suspensión del servicio de la concesionaria COPESI que daba servicio en esa ruta. Como consecuencia del agravio en su contra, y debido a una atención deficiente de la SEMOVI y COPESI (quienes no fueron capaces de dar un seguro en norma que se encargara de los gastos de hospitalización de Mario), según declaran familiares y amistades del ciclista, se perdió tiempo valioso que pudo haber evitado la amputación de una de las piernas de Mario Brandon Trejo López.
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