Pasaron ya más de dos semanas del paso del ciclón ETA por el sudeste de México, y varias comunidades de Tabasco siguen lidiando con los estragos y las insólitas inundaciones que han dejado casi un centenar de miles de damnificados y más de una decena de muertos.
Una gran parte de los pobladores de las zonas afectadas han optado por mantenerse en sus viviendas en lugar de acudir a refugios. Sin embargo, eso más bien se traduce a vivir en el techo de sus casas, ya que el nivel del agua es tan alto que, en su primera planta, los hogares han llegado a estar inundados en niveles cerca del techo. Por las calles, la transportación de personas y víveres se realiza en barcas.
Realmente se trata de una situación sin precedentes –por el nivel de inundación y el tiempo que ha durado– en esas zonas. Y precisamente por eso el reclamo al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador no ha cesado desde que inició la emergencia.
Y las recriminaciones se intensificaron luego de que este fin de semana el mandatario originario del pueblo tabasqueño Macuspana –uno de los afectados por las inundaciones– aceptó que tuvo que tomar la decisión de cerrar compuertas y permitir el desfogue de presas para evitar la inundación de la ciudad de Villahermosa, capital de Tabasco:
“Tuvimos que optar entre inconvenientes. No inundar Villahermosa y que el agua saliera por las zonas bajas. Desde luego que perjudicó a la gente más pobre, pero teníamos que tomar una decisión. Ahora ya estamos ayudando allá abajo y donde vive la mayoría de la gente de Tabasco se evitó una inundación mayor”, aseguró López Obrador en un video subido a sus redes sociales.
Entonces, derivado de estas declaraciones, surgieron dos fuertes reclamos para el presidente.
El primero, ¿cómo es posible que, deliberadamente, se decidiera arriesgar a las comunidades más pobres del estado a pasar por esta situación?
Y el segundo, como consecuencia del primero, ¿por qué el presidente optó por proteger a la capital Villahermosa? ¿realmente fue porque vio un efecto menos devastador o porque buscó salvaguardar una de sus obras insignia, la refinería de Dos Bocas, por encima del bienestar de las zonas tabasqueñas más necesitadas?
“Pues ya salió el peine! Resulta que el criminal @lopezobrador_ ordenó inundar a los pobres, no para salvar a Villahermosa, sino para salvar su desastre de la Refineria Dos Bocas! Es decir, salvo su juguete a costa de miles de vidas!!! El criminal lopez!”, publicó en su cuenta –por ejemplo– el periodista Ricardo Alemán.
Muchos usuarios han hecho su reclamo en mismo sentido, incluso apelando a un audio de un supuesto especialista en el tema –que también se ha viralizado– quien señala que de haber decidido desfogar el agua hacia los otros ríos del poniente de Villahermosa, no se hubieran presentados las inundaciones que actualmente afectan a Tabasco, pero el golpe de agua sí hubiera llegado a la zona baja que, según afirma el hombre en el audio, es la salida del puerto de Dos Bocas.
En ese sentido, los indignados se refieren a las advertencias que varios especialistas hicieron cuando López Obrador anunció la creación de la refinería de Dos Bocas, indicando que el proyecto no era viable, ya que la zona era propensa a las inundaciones al estar rodeada de ríos. Incluso los avisos preventivos señalaban que la obra atentaba de manera ambiental al alterar el funcionamiento de esas zonas del país. Pero el presidente no desistió de su decisión.
Probablemente los inconformes se refieren a que la decisión del presidente fue para no afectar tanto a la construcción de Dos Bocas, porque sea como sea, esa zona sí se inundó. A principios de este mes de noviembre, habitantes de Tabasco publicaron imágenes y videos de cómo el agua afecto las obras de la refinería.
Y no es la primera vez que esto ocurre. Una de las veces que más agua captó esa zona fue el pasado septiembre tras fuertes lluvias de la tormenta tropical Beta, a lo que la secretaria de Energía, Norma Rocío Nahle García minimizó los hechos y señaló que en media hora solían secarse las anegaciones.
Por otro lado, el reclamo de los mismos habitantes de la zonas más inundadas tampoco se ha hecho esperar.
Por ejemplo, el municipio de Centla, donde la colonia Carrasposo está pasándola bastante mal a causa de las inundaciones. Según reporta El Universal, dicha zona sigue bajo el agua. Por hacer una idea, a las personas bajas de estatura les cuesta salir porque el agua les llega al rostro.
Ahí, según dicho medio mexicano, la gente está enojada y triste. Y es que al tratarse de una zona dedicada a la siembra y a la pesca, las acumulaciones de agua también han destruido su fuente de empleo. Los pobladores simplemente no perdonan que el gobierno decidiera priorizar a la capital de Tabasco sobre pueblos como Centla, Nacajuca y Jalpa.
“Esto fue una mala decisión, (AMLO) salvó Villahermosa, pero a nosotros nos refundió al agua”, lamentó una de las habitantes de esa zona en declaraciones a El Universal. “Apoyan a los del centro, a los que tienen dinero, y a los pobres nunca los apoyan”.
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