La tarde de este lunes 16 de noviembre, alrededor de las 17:00 horas (Hora del Centro de México), un grupo de civiles simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador arribó a la plancha del Zócalo Capitalino para derribar las vallas de contención que delimitan el campamento del Frente Nacional Anti AMLO (FRENAAA).
Al llegar al lugar e iniciar con su cometido se desató una confrontación entre grupos antagónicos. Por su cuenta, las autoridades capitalinas enviaron a elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la CDMX para intervenir el enfrentamiento y volver a traer la paz pública a la Plaza de la Constitución.
De tal modo que los uniformados encapsularon a los simpatizantes del presidente para evitar que continúen las agresiones contra los seguidores del empresario Gilberto Lozano.
Para poder mover a los manifestantes que comenzaron con el encono, los elementos de la Policía accionaron extintores. De acuerdo con testigos que estaban en el primer cuadro de la ciudad, los civiles decían que si la policía capitalina no retira el campamento de los críticos de AMLO, ellos lo harían.
Auxiliados con un megáfono, los simpatizantes del jefe del ejecutivo federal expresaron su repudio a lo miembros de FRENAAA. Del otro lado de la valla, las personas lideradas por Gilberto Lozano pedían que se respetara la libertad de manifestarse.
Al lugar de los hechos continuaron llegando elementos de la SSP con equipo de contención para incurrir en maniobras anti motines en defensa de los manifestantes de FRENAAA.
A pocos minutos del inicio del incidente, se pudo contener la primera arremetida contra FRENAAA y los uniformados quedaron haciendo guardia de manera preventiva.
Cabe destacar que el plantón del Zócalo no se encuentra tan nutrido como en días anteriores, pues el líder del movimiento, Genaro Lozano, indicó que ante las condiciones establecidas, se disolviera para regresar con “más fuerza” el sábado 21 de noviembre.
Al respecto, el mandatario nacional expresó que el frente en su contra flaqueó y que los refuerzos que esperaba Lozano jamás llegaron, lo cual sólo evidenció lo poco planificado de esta protesta.
"Este movimiento FRENAAA, que no tiene una causa justa, porque además si el propósito es que yo me vaya, que yo renuncie, ya hay un mecanismos democrático pacífico, vienen elecciones, ya se están reuniendo todos en contra nuestra; además para el 2022, propuesto por nosotros, se aprobó un proceso de revocación de mandato, yo me voy a someter a renovación de mandato, entonces hay una vía pacífica si el pueblo dice que me vaya, pues me voy; cómo voy a gobernar, el propósito es transformar, si no cuento con el apoyo de la gente.
“Cómo avanzaríamos en ese propósito si no contamos con el apoyo del pueblo, no estaríamos más que de florero, de adorno, para transformar se requiere autoridad moral y autoridad política”, explicó el presidente en la conferencia matutina del 16 de noviembre.
Esta declarción vio la luz el primer lunes después de que Lozano solicitara el repliegue de los manifestantes tras 52 días de plantón, el cual dijo que no se iba amover hasta no obtener la renuncia de “López”.
Gilberto Lozano consideró que irse del Zócalo era difícil, pues podría interpretarse que se vendió, fue amenazado o traicionó a la causa. Sin embargo, dijo que no la organización no abdicará “ni un milímetro” para lograr la renuncia de López Obrador. Pero era necesario retirarse para no dar pie cualquier acto violento, connatos o futuros arrestos.
No obstante esperan regresar el 21 para “reventar” Paseo de la Reforma, una de las avenidas más importantes del país. Refirió que ahí se conocerá el verdadero “músculo” de FRENAAA. No como en el plantón del Zócalo.
“Te consta que nunca tuvimos una afluencia, que pudiéramos decir que ahí se mantuvo un bastión de miles de personas. Los millones los vas a ver el próximo sábado, 21 de noviembre”, dijo a sus simpatizantes el empresario, ex director de FEMSA (Fomento Económico Mexicano S.A.B. de C.V.).
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