Este lunes, durante la conferencia de prensa matutina desde Palacio Nacional, el presidente López Obrador explicó la estrategia de gobierno para que las presas del sur del país estén listas ante la llegada del huracán Iota al continente.
De acuerdo con el pronóstico de la Comisión Nacional del Agua, el huracán Iota, que este domingo alcanzó la categoría 5, tocará tierra la tarde del lunes en las costas de Honduras y Nicaragua. El meteoro provocará lluvias intensas en Chiapas y Tabasco, por lo que el estado del Golfo está en alerta ante una posible tercera inundación en el último mes.
“Es histórico este año, es el de más huracanes. Su trayectoria probable es por Centroamérica, las presas están en Chiapas. Por eso, aunque no llueva en Tabasco, si la lluvia es río arriba, toda el agua escurre hacia la planicie. Entonces estamos esperando con la proyección que se tiene”, dijo López Obrador.
El presidente explicó que las autoridades federales comenzaron a desfogar agua de la presa de Malpaso, por lo que la presa Peñitas, río abajo, está recibiendo un mayor volumen de agua del que corresponde al clima actual en la región. La administración de las presas ha sido el principal eje de la estrategia para controlar, que no evitar, las inundaciones en Tabasco.
“Estamos sacando agua de Malpaso, preparándonos porque viene otro huracán que ojalá no nos pegue de nuevo, porque va a complicar las cosas. Pero estamos manteniendo reserva en las presas, a reserva de que pueda llegar este nuevo huracán”, explicó el presidente.
Sin embargo, también adelantó que el cauce del río Usumacinta es el que tiene más probabilidades de causar problemas en la región porque no es posible administrar su flujo. “El Usumacinta ahora es nuestra preocupación. No tiene ningún control, no hay presas, por problemas de límites con Guatemala. Está salido de cauce, entonces ahí hay inundación”.
De acuerdo con el mandatario, su administración tiene un plan para atender la emergencia. Éste consiste en la misma estrategia anterior de evacuación de personas, administración de refugios y manejo de daños materiales y de infraestructura. “Antes de que la gente ocupe de nuevo sus viviendas, cuando empiece a bajar el agua. Ya que baje por completo, si es que este huracán no nos afecta, pues a limpiar y a desinfectar las viviendas con brigadas de salud para que no haya enfermedades”, dijo.
Sin embargo, resaltó que también cuenta con un plan para prevenir este tipo de desastres en el futuro. Primero, responsabilizó a las administraciones anteriores. Luego, dijo que emitirá un decreto que logrará que “las 4 presas del Grijalva, las 4 hidroeléctricas, van a tener un canal ecológico de modo que se mantengan vacías las presas, los embalses, los vasos para que en esta temporada cuando llueve más, no tengamos ya ningún problema”.
El decreto también modificaría los criterios de administración del volumen de agua en las reservas, para priorizar la protección civil sobre la producción eléctrica. Además, insistió en la promesa de comprar dragas para desazolvar los ríos de la región, que están tapados, lo que incrementaría su capacidad de flujo y disminuiría los riesgos de inundación.
“Un problema serio es que están azolvados completamente los ríos de las zonas bajas por eso el agua no corre. La barra de Frontera que es la principal barra del país, porque es el río más grande de México, el Usumacinta, está azolvada”, dijo el mandatario.
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