Jueces federales giraron dos nuevas órdenes de aprehensión contra Tomás Zerón, el ex jefe de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) que huyó del país por el caso Ayotzinapa. Los motivos fueron por la compra ilegal de 24 vehículos y plataformas digitales de inteligencia, por alrededor de 1,200 millones de pesos; y por desviar recursos de la Partida de Gastos de Seguridad Pública y Nacional.
Se trata de la tercera orden de aprehensión en su contra. Desde marzo pasado otro juez instruyó la primera por tortura, desaparición forzada y delitos contra la administración de la justicia, derivado de su actuación en la indagatoria del también conocido Caso Iguala.
Beatriz Moguel Ancheyta y Alberto Torres Villanueva, jueces de control del Centro de Justicia Penal en el Reclusorio Oriente, giraron las capturas por los delitos de peculado, asociación delictuosa, uso indebido de atribuciones y facultades, y fraude equiparado, según informes judiciales.
El papel de Zerón en las pesquisas del caso Ayotzinapa fue fundamental porque aportó elementos a lo que el Gobierno llamó la verdad histórica, una narrativa de lo ocurrido la noche del 26 de septiembre de 2014, cuando desparecieron 43 normalistas en Iguala, Guerrero. Ésta ha sido cuestionada una y otra vez por los expertos que han analizado el caso.
Zerón fue jefe de la AIC desde septiembre de 2013 hasta 2016. Bajo su cargo se encontraba la Policía Federal Ministerial, la Coordinación general de Servicios Periciales y el centro de inteligencia para el combate a la delincuencia. Aunque su trayectoria está marcada por el caso Ayotzinapa, Zerón también fue el responsable de dirigir los esfuerzos que llevaron a la segunda recaptura de Joaquín “El Chapo” Guzmán, en febrero de 2014.
Los tres años de Zerón al frente de la AIC le pasaron factura y le provocaron un rápido desgaste. El funcionario tiene una larga trayectoria en las áreas policiales mexicanas. En el sexenio de Felipe Calderón (2006-2012), Zerón fue el encargado del área de Control policial de la Policía Federal Preventiva. Perdió el puesta tras un tiroteo entre criminales y civiles que dejó cinco uniformados muertos.
Detenidos por caso Ayotzinapa
A las acciones de las autoridades mexicanas se suma la detención de Ángel Casarrubias Salgado, alias “El Mochomo”, presunto líder del cártel Guerreros Unidos de quien se sospecha está vinculado con la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa.
“El Mochomo” fue capturado por personal de la Fiscalía General de la República el pasado 24 de junio a las 07:30 horas, en el Estado de México. Se encuentra recluido en el Centro Federal de Readaptación Social Cereso número 1, Altiplano, en Almoloya de Juárez, Edomex.
Según las versiones, el cártel Guerrero Unidos habría levantado a los normalistas en un acto de confusión con sus rivales, Los Rojos.
Asimismo, el capitán José Martínez Crespo se convirtió el día de hoy en el primer militar detenido en relación con el caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos hace 6 años en Iguala, Guerrero. Esto ocurre después de que el pasado 26 de septiembre el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que ya se habían girado órdenes de aprehensión en contra de autoridades militares.
El capitán Crespo, como se le identificó por Sidronio Casarrubias al supuestamente vincularlo con la organización criminal Guerreros Unidos, se encuentra recluido en la prisión del Campo Militar 1-A, según información de la revista Proceso. Es el testimonio de Sidronio, partícipe del grupo delictivo ya mencionado, uno de los hechos que colocan a Martínez Crespo como una figura relevante en la desaparición forzada de los 43 normalistas.
Aunque no se ha emitido ningún comunicado oficial por parte de la Policía Judicial Federal Militar acerca de los delitos que se le imputan al militar retirado, fuentes de Proceso y Sin Embargo enlistan crímenes como delincuencia organizada, homicidio y desaparición forzada.
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