En los últimos años, la subcontratación laboral, mejor conocida como “outsourcing”, se ha convertido en un mecanismo de defraudación fiscal en México a través de la simulación de contratos por parte de muchas empresas.
Con el fin reducir costos de contratación y evadir impuestos, hay empresas que simulan relaciones laborales con trabajadores contratados por otras empresas, principalmente agencias de colocación. Es decir: trabajan para una razón social pero su contrato esta a nombre de otra, lo que significa que no tendrán las mismas prestaciones que tienen los que sí están contratados de forma directa.
De acuerdo con datos oficiales, se estima que 4.6 millones de trabajadores en el país están contratados bajo este esquema, una cifra sube anualmente en 200,000 personas.
Por ello, este jueves el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó una iniciativa de ley para “regular” la subcontratación laboral con el fin de evitar corrupción y la violación a los derechos laborales. Dicha iniciativa se armonizará con la ley Federal del Trabajo, Seguro Social, Infonavit, Código Fiscal, ISR e IVA.
Si bien todavía no se ha presentado oficialmente la reforma al Congreso, ya es una buena noticia para garantizar los derechos de los trabajadores, de acuerdo con el Dr. Carlos Jiménez Bandala, Investigador de la Facultad de Negocios en la Universidad La Salle.
En entrevista con Infobae México, el especialista señaló que lo primero que se tendría que corregir es que todos los trabajadores estén debidamente registrados ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), pues muchos cotizan con un salario mínimo aunque su sueldo real sea más alto.
Algunos tienen salarios precarios, no tienen seguridad social, están registrados con un salario menor ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), y los contratan y despiden cada mes para que no hagan antigüedad
Esto dificulta que los trabajadores tengan acceso a otros derechos como generar antigüedad o fondos para el retiro. También pueden presentarse problemas al solicitar al superior vacaciones, indemnizaciones, licencias de maternidad o incapacidad, porque “estás contratado por otro”.
Sin embargo, Jiménez Bandala reconoce que no todo el outsourcing es malo, pues hay algunos que son serios, responsables y respetan a sus trabajadores. Incluso, explicó que existen en todas partes del mundo con el objetivo de hacer a las empresas más pequeñas y eficientes.
El espíritu de este modelo es que las empresas se puedan enfocar completamente en sus giros y no en cómo contratar y capacitar a personal no relacionado al negocio; por ejemplo: los trabajadores de limpieza, de seguridad, contadores, entre otros. Es decir, la empresa contrata a otra empresa que le brinde ese servicio
Según la Ley Federal del Trabajo este esquema debe usarse para obras y servicios especializados. Pero este modelo se pervierte cuando abusan de esta figura y contratan a la mayoría de su personal a través de otra empresa y se convierte en un jugoso negocio tanto para los empresarios, que evaden impuestos, como para los despachos de abogados que administran estas subcontrataciones y se llevan una comisión.
Con respecto a las recientes declaraciones de Gustavo Hoyos, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), quien aseguró en su cuenta de Twitter que esta iniciativa “es una traición del Gobierno Federal al sector privado”, el académico explicó que se trata de una reacción natural de un empresario.
Habría que investigar bien a qué se refiere exactamente como traición. La visión del presidente López Obrador es de intervenir en el sector privado cuando hay claras irregularidades y muchos líderes del sector privado no están de acuerdo con ello. Con esta iniciativa solo pierden las empresas de mala fe
No obstante, explicó que hasta no conocer la propuesta de reforma completa se podrá entender cuáles serían las afectaciones al sector privado.
De igual forma, aclaró que si este esquema desaparece no habrá pérdida de empleo como se ha especulado, pues aunque limiten o prohíban la subcontratación la necesidad de esos servicios va a seguir existiendo.
En México hay más de 900 empresas de outsourcing y más de la mitad no están registradas en la Secretaría del Trabajo. Solo 100 ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y apenas 40 pagan impuestos.
Recomendaciones antes de firmar un contrato
El Dr. Jiménez Bandala recomienda que para no caer en este tipo de abusos laborales, antes de firmar un contrato se debe revisar minuciosamente, sobre todo en que sea el nombre de la empresa a la que vas a asistir y no del despacho.
Además, no firmar hojas en blanco y tampoco renuncias anticipadas. Al finalizar, se debe pedir una copia del contrato.
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