Muy lejos quedaron aquellas imágenes en las que un sonriente Enrique Peña Nieto se reunía con el entonces presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, durante la etapa de la transición de gobierno.
Había quien decía que existía un pacto entre ambos para no tocar al político emanado de las filas del PRI, a pesar de todos los señalamientos de actos de corrupción en su sexenio.
A casi dos años de distancia, las cosas cambiaron de forma radical para el político mexiquense, quien desde que terminó su presidencia, se encuentra autoexiliado en España, viviendo una vida de lujos y tranquilidad.
Pasó de ser el expresidente que iba a “mover a México” a ser señalado por la Fiscalía General de la República (FGR) como “jefe de una banda criminal” y “traidor a la Patria”, tal como quedó asentado en la solicitud de orden de aprehensión en contra del ex secretario de Hacienda y el hombre más poderoso del sexenio anterior, Luis Videgaray Caso, la cual fue retirada por la misma Fiscalía luego de que un juez exigió más pruebas de las acusaciones.
En esa orden, a la que tuvo acceso el diario Reforma, se asegura que Peña Nieto participó en los delitos de cohecho y traición a la Patria en el caso de Odebrecht, “utilizando como instrumento a Videgaray y a Emilio Lozoya Austin", exdirector de Pemex.
E incluso, la FGR consideró que “Peña se apartó del Estado de Derecho y utilizó el cargo para el que fue electo con el fin de delinquir. Con su actuar ilícito no sólo obtuvo beneficio personal sino procuró ‘también el beneficio de la empresa Odebrecht quien los había ya hecho objeto de cohecho, traicionando a la Patria con su mal desempeño’”.
Hay que recordar que Emilio Lozoya presentó una denuncia en la que señaló al expresidente y a quien fuera su amigo, Luis Videgaray, de haberlo presionado para aceptar los sobornos millonarios de la empresa brasileña Odebrecht, para obtener los trabajos de remodelación de la refinería de Tula, en Hidalgo.
Sin embargo, hasta el momento, la FGR solo habría girado una orden de aprehensión contra Luis Videgaray, pero al final se desistió -al menos momentáneamente- e incluso pidió a un juez considerar la solicitud como no presentada.
No obstante, la Fiscalía continuará integrando la carpeta de investigación en contra de Videgaray y otros altos exfuncionarios del sexenio pasado, pero hasta el momento, no ha trascendido que exista una orden de captura contra el expresidente priista.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha asegurado una y otra vez que desconoce si se está llevando alguna indagatoria en contra del ex mandatario, aunque versiones periodísticas de la prensa internacional aseguran que Peña Nieto está siendo investigado por Estados Unidos.
Pero también hay otras que señalan que existen averiguaciones en curso en México, que tienen que ver con los inmuebles y empresas del ex mandatario.
Durante la conferencia del pasado miércoles 11 de noviembre, López Obrador reiteró que no habrá venganzas ni juicios sumarios.
“Ya ha pasado tiempo (de la investigación contra , sin embargo, hay esa confianza que es muy importante. La justicia tarda, pero llega. En eso confío. También que no haya venganzas, que no haya juicios sumarios, que no se inventen delitos, que todo sea de acuerdo a la ley, que se presenten pruebas, que no sea un espectáculo, lo que hacían antes”.
Un sexenio marcado por la corrupción y el despilfarro
Desde el inicio y hasta el final de su gobierno, Enrique Peña Nieto se vio envuelto en temas de corrupción. Algunos casos lo apuntaron de manera directa, pero en otros, fue señalado de conocer las corruptelas en las que se vieron envueltos varios de sus colaboradores más cercanos y no tomar medidas.
Es por eso que la administración de Peña Nieto ha sido señalada por investigaciones periodísticas y especialistas, como uno de los gobiernos más corruptos en la historia de México.
A casi dos años de haber iniciado su sexenio, una revelación periodística puso en jaque a la administración del entonces presidente Enrique Peña Nieto: la existencia de una mansión ubicada en la colonia Lomas de Chapultepec y valuada en 86 millones de pesos, alrededor de 7 millones de dólares (USD). La existencia de la llamada “Casa Blanca” de Peña Nieto desató un escándalo y un sinnúmero de reacciones.
El gobierno se vio obligado a dar una explicación la cual llegó a través de la primera dama, Angélica Rivera. Mediante un video, la esposa del presidente aseguró ser la propietaria del inmueble, el cual dijo, adquirió con el dinero producto de 25 años de su trabajo como actriz en la empresa Televisa.
El clip causó una gran indignación por lo que el propio presidente salió a admitir que se equivocó al permitir que su esposa diera explicaciones.
Después surgieron otros casos de corrupción como el de Javier Duarte, exgobernador de Veracruz acusado de encabezar una red delictiva que permitió desviar al menos 223 millones de pesos provenientes del erario público.
Al caso del veracruzano, también se sumaron el del exgobernador de Quintana Roo, Roberto Borge y el del exmandatario de Chihuahua César Duarte; los cuales, el propio Peña Nieto alababa como la cara del “nuevo PRI”.
A lo largo de su gobierno también se destaparon los escándalos de La Estafa Maestra, mediante la cual, 11 dependencias usaron 128 empresas fantasma para desaparecer 7,760 millones de pesos y por el que Rosario Robles (exsecretaria de la Sedesol y la Sedatu) se encuentra presa desde hace más de un año.
A inicios del mes de noviembre de este año, el ex oficial mayor de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) y de la Secretaría Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), durante la gestión de Rosario Robles, Emilio Zebadúa, se acercó a la FGR, con la intención de volverse testigo protegido. Ofreció dar información sobre los desvíos de recursos para las campañas electorales del Partido Revolucionario Institucional (PRI) durante el gobierno peñanietista.
Durante la administración del político originario del Estado de México, también se concretó la implementación de las reformas Energética y Educativa, las cuales se aprobaron de forma polémica, al señalarse que dañarían al país.
Ahora se sabe, gracias a los dichos de Emilio Lozoya, que para concretarse la reforma Energética, presuntamente se sobornó a políticos de oposición (principalmente del PAN) utilizando dinero de las dádivas de Odebrecht.
Justamente, las acusaciones más avanzadas en contra del expresidente priista tienen que ver con las acusaciones de Emilio Lozoya, quien dejó una estela de corruptelas cuando fue director de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Sin embargo, hasta el momento, todo ha quedado señalamientos, sin que se concrete una orden de captura o por lo menos, se abra una investigación en contra del exmandatario de manera oficial.
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