Del 2006 al 2020, el Gobierno Federal destinó alrededor de 40,580 millones de pesos en seis Centros Federales de Readaptación Social (Cefereso), los cuales ya fueron cerrados o las obras que se tenían proyectadas no se continuaron, de acuerdo con información de Milenio.
A través de los Programas y Proyectos de Inversión, las administraciones de Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador asignaron recursos a las cárceles. En lo que va del actual gobierno se han cerrado tres.
En una revisión hecha por la misma publicación en el Presupuesto de Egresos de dicho periodo, para al Complejo Penitenciario Islas Marías se invirtieron 15,241 millones de pesos, inmuebles que dejó de opera en marzo del 2019 y se convirtió en un centro educativo y cultural.
Cabe señalar que su cierre fue parte de los compromisos de López Obrador. La prisión comenzó a operar en 1905. Aunque tenía una capacidad para 5,100 internos solo era ocupada por 659.
Para septiembre del 2020, se informó del cierre del Cefereso No. 2 Occidente “Puente Grande” para el que invirtieron 213.5 millones de pesos, la razón por la que se dejó de usar como prisión, justificó, el mandatario Andrés Manuel López fue por la inseguridad dentro y fuera del mismo.
En tanto, el ex secretario de Seguridad Público, Alfonso Durazo indicó que la condición de penal de máxima seguridad era un mito y además de que los presos del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) controlaban las instalaciones.
En octubre, se informó el cierre del Cefereso número 6 Sureste, en Huimanguillo, Tabasco, en el que se invirtieron 9,967 millones de pesos.
Para el Complejo Penitenciario Federal Papantla, Veracruz, obra que está inconclusa y para dicha infraestructura se han gastado 4,305 millones de pesos. Su construcción comenzó en la administración de Vicente Fox, se obra se retomó con Calderón Hinojos y se estimó que en 2012 comenzaría a operar, lo cual no sucedió. En el gobierno de Peña Nieto se buscó rehabilitar, tampoco sucedió y en el actual gobierno destinaron 3,959 millones de pesos.
Para el Cefereso número 10 Nor-Noreste, ubicado en Monclova, Coahuila, se destinaron 10.7 millones de pesos, fue en enero del 2017 que fue desincorporado del Sistema Federal Penitenciario y sus instalaciones se informó que serían utilizada para dar capacitación y adiestramiento a servidores públicos. Y en junio del 2019 se publicó en el Diario Oficial de la Federación la reincorporación al Sistema Penitenciario para que sus instalaciones fueran ocupadas en un modelo de reinserción.
Y en el Cefereso número 3, en Matamoros, Tamaulipas, invirtieron 56.9 millones de pesos, y no se ocupa desde diciembre del 2015, año en el que los reos fueron reubicados para realizar trabajos de ampliación, que no se concretaron.
Cabe señalar que fue en el 2016 que la Secretaría de Gobernación informó sobre la remodelación de los penales federales: 1 Altiplano, 2 Occidente, 3 Noreste y 4 Noroeste.
En el caso de la cárcel de Matamoros, en su momento la Comisión Nacional de los Derechos Humanos indicó que en el sitio se presentaban problemas de hacinamiento, falta de atención a problemas de violencia, prevención de violaciones a derechos humanos y garantías individuales. En el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2015 se reportaron 168 riñas entre los presos.
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