La detención de Salvador Cienfuegos, ex titular de la Defensa Nacional (Sedena), tuvo impactos al interior como exterior de México, con lo cual se dañaron las relaciones con Estados Unidos en materia de seguridad, incluso, al punto de repensar si las agencias norteamericanas deben operar en territorio extranjero, aún cuando no comparten información tan sensible para ambos países.
Craig Deare, especialista en la relación bilateral de Defensa, consideró “extraordinariamente mal” que el gobierno de EEUU no hubiera ofrecido datos sobre la investigación contra Cienfuegos, pues en este asunto se debieron ponderar las consecuencias entre socios estratégicos.
“Los vecinos de confianza con respeto mutuo no se tratan así”, dijo quien fuera Director Principal de Asuntos del Hemisferio Occidental en el Consejo de Seguridad Nacional de EEUU. Agregó que William Barr, procurador general estadounidense, pudo plantear el caso del general durante sus visitas a México, realizadas entre diciembre del año pasado y enero de este 2020.
Por su parte, Raúl Benítez Manaut, académico del Centro de Investigaciones sobre América del Norte de la Universidad Nacional Autónoma de México (CISAN-UNAM), dijo que las autoridades de EEUU tuvieron argumentos para reservar las acusaciones de narcotráfico contra el ex titular de la Sedena, por dos razones.
En primera, porque la Administración de Control de Drogas (DEA), que lleva indagatorias sobre tráfico de narcóticos, no se comunica con otras agencias, como el Departamento de Defensa de EEUU, que a su vez, podría tener una relación más cercana en cuanto a los intereses bilaterales con México. Ambas dependencias trabajan de forma independiente.
Y en segundo lugar, porque la DEA no tiene una contraparte confiable en México, pues la instancia que debería corresponder, en este caso, la Fiscalía General de la República, es muy débil institucionalmente. Además, por años ha tenido denuncias de corrupción.
Los especialistas participaron en una charla virtual organizada por el Seminario de Análisis de Coyuntura y Prospectiva Social de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.
Javier Oliva Posadas, profesor e investigador en la FCPyS con experticia en temas de Seguridad, apuntó que, hasta el momento, las autoridades de EEUU no han dado respuesta a las peticiones de información del Senado de la República. Una solicitud realizada el pasado 6 de noviembre a Christopher Landau, embajador estadounidense en México. Esta misiva fue dirigida tres semanas más tarde de que Cienfuegos fuera arrestado en el aeropuerto de Los Ángeles, California.
El docente de la FCPyS proyectó que habrá un recambio de la burocracia tras la virtual victoria de Joe Biden, quien está previsto, asuma como nuevo presidente de Estados Unidos, al derrotar al actual mandatario, Donald Trump. Esta circunstancia podría llevar a reconstruir las relaciones de Defensa y Seguridad con México.
Benítez Manaut coincidió en que “la confianza está golpeada”. Agregó que si el gobierno de Andrés Manuel López Obrador reclama a Biden sobre no ofrecer datos de las indagatorias, el Demócrata podría sortear la dificultad alegando que él no estaba en funciones ni tuvo decisión directa en el caso, ello podría suponer una revisión para limar asperezas.
Por lo pronto, advirtió el académico del CISAN, no se sabe si habrá una estrategia binacional de recomposición en la Defensa, esto es, una “operación cicatriz”. Pues el caso Cienfuegos podría “golpear” el trabajo en comunicación y contacto con otras agencias de seguridad. En consecuencia, el gobierno de EEUU debe explicar que las dependencias operan de forma independiente, que hay una compartimentalización del trabajo.
Añadió que el hecho de que los legisladores del Partido Revolucionario Institucional defiendan la inocencia del ex titular de la Sedena, habla de que el general pertenecía a un grupo político con intereses de que no sean ventilados los casos de corrupción en el sexenio de Enrique Peña Nieto, lo que pone en duda que Cienfuegos no sea culpable.
Craig Deare también confió que con el arribo de Biden habrá un proceso de normalización de las relaciones con funcionarios que conozcan del tema y la sensibilidad en la agenda binacional; algo que se deterioró con Trump, pues en su factor personalista y poco profesional, enviaba a su yerno Jared Kushner.
Por otra parte, Benítez Manaut consideró que México tiene un subdesarrollo en controles administrativos, porque ni la Secretaría de la Función Pública ni la Unidad de Inteligencia Financiera han sido capaces de detectar irregularidades en el desempeño del general o, en cambio, para demostrar que está limpio de corrupción.
Deare añadió que la solución del narcotráfico no pasa por un aumento de agentes de Seguridad, sino por la regulación de las drogas. Aunque apuntó que el hecho de involucrar a las Fuerzas Armadas en estas tareas, es resultado de años y años de no haber consolidado una guardia civil.
“No estoy a favor de del consumo de la droga, pero sí estoy a favor de no tratarlo como problema de Seguridad Pública”, indicó el ex titular de Asuntos Interamericanos en la Oficina del Secretario de Defensa estadounidense.
Por último, el profesor norteamericano dijo que desde hace diez años, cuando Felipe Calderón impulsó su guerra contra el narco. era previsible que las Fuerzas Armadas cometerían abusos en temas de Derechos Humanos y estarían expuestos a la corrupción, dado que adquirieron más roles en Seguridad Interna.
Refirió que México está en el ámbito de su soberanía legítima para repensar el papel de la DEA en su territorio, dado el antecedente con Cienfuegos. En esto coincidió Raúl Benítez, al proyectar que si el general resulta inocente se exploraría que la agencia salga del país.
Salvador Cienfuegos Zepeda estuvo al frente de la Sedena de 2012 a 2018. Fue arrestado el 15 de octubre pasado en el aeropuerto de Los Ángeles, acusado por la Corte del Distrito Este de Nueva York de tres cargos para distribuir y conspirar en el trasiego de cocaína, metanfetamina y marihuana en EEUU, además de uno por lavado de dinero. Luego de tres audiencias, su juicio empezaría formalmente el próximo 18 de noviembre. Se ha declarado no culpable de las acusaciones, aunque el expediente en su contra detalla que habría beneficiado al Cártel H-2, entre 2015 y 2017, imputaciones basadas en miles de mensajes interceptados de un teléfono Blackberry.
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